ECONOMÍA Y ACCESO
Acceso y Precios
Ecuador: Precios de los medicamentos
Diario-Expreso.com.ec, 12 de junio de 2011
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Aún en los más estrictos regímenes de libre mercado, se ejerce un control cada vez más severo a los precios de ciertos productos considerados de necesidad vital para el consumidor. Entre ellos ocupa los primeros lugares el de los medicamentos de uso humano, pues se relacionan con la conservación de bienestar, la salud y la vida.
Ha sido tradicional entre nosotros el cuidado a la salud humana, pero al factor fundamental de la provisión de medicamentos no se le dedica el cuidado debido. Si el precio de estos productos no es inaccesible, fracasa todo el sistema. Lamentablemente, eso ha venido sucediendo en mayor o menor grado. Por eso es plausible la resolución oficialmente tomada para “el control total de los precios de las medicinas. El Consejo de Fijación, Revisión y Control, integrado por los ministros de Salud Industrial, Desarrollo Social y Producción, definió la aplicación del nuevo reglamento que entró en vigencia esta semana”, según informó este diario.
La provisión de medicamentos en general, y entre ellos los de uso humano, hasta ahora ha sido atendida por el sector privado; hay una muy importante industria de fabricación de medicamentos, que merece apoyo, y una de las actividades comerciales más importantes, provee de estos productos, mediante una red de farmacias y boticas que son indispensables, en el sistema actual, para atender a la población que sufre enfermedades. Pero todo intento de control de precios ha fracasado.
Dicho esto, hay que agregar que si algún subsidio se justifica, es a los medicamentos de uso humano; esta medida beneficiaría a los más pobres, a los que si logran atención médica en hospitales o casas de salud pública, deben comprar los medicamentos prescritos por los galenos tratantes, y en muchos casos, como no tienen capacidad de adquirirlo, sobre todo porque los precios son generalmente altos, prácticamente se frustra cualquier protección a la salud del sector más pobre.
Por estas y otras razones, la ciudadanía debe alegrarse de la decisión tomada por el sector oficial en este sentido, pero también debe vigilar que se cumplan sus propósitos.