PRESCRIPCIÓN, FARMACIA Y UTILIZACIÓN
Prescripción
Medicamentos para tratar el déficit de atención hiperactiva
Roni Caryn Rabin
The New York Times, 25 de octubre de 2011
http://www.nytimes.com/2011/10/25/health/25consumer.html?nl=health&emc=healthupdateema4&pagewanted=print
Traducido por Salud y Fármacos
A Ruth Grau le comunicaron por primera vez que su hijo tenía déficit de atención hiperactiva cuando tenía tres años. Descartó fulminantemente la idea de medicarle, así que con su marido decidieron seguir una terapia alternativa: ejercicio, terapia ocupacional y una dieta libre de comida basura, sin dulces, productos lácteos y comidas procesadas.
Cuando el niño alcanzó los cuatro años, empezaron un programa para modificar su conducta con la ayuda de un psiquiatra. Pero cuando el hijo empezó en el kínder, “seguía sin querer sentarse, inquieto, no ponía atención para hacer las tareas, no paraba de hablar y solo quería salir al patio a jugar,” dijo la Sra. Grau de 46 años, quien con su marido es el dueño de Springboard Vacations, una empresa de viajes en California. “Tenía un maestro estupendo, pero el niño se iba quedando más y más atrás.”
Cuando cumplió cinco años, el psiquiatra le prescribió una medicina y aunque la Sra. Grau no había compartido la información con el maestro, éste vio el cambio inmediatamente.
“Nos llamó el mismo día y dijo: ‘No sé lo que han hecho, pero hoy se ha comportado mucho mejor en clase’” dijo la Sra. Grau. Sobre la decisión de medicarle añadió: “No me arrepiento en absoluto.”
Aunque methilfenidato (Ritalina o Rubifen en España o Concerta), un estimulante para tratar el déficit de atención hiperactiva, no está aprobado para niños de menos de seis años, lo médicos sí lo prescriben. Y cada día lo hacen más frecuentemente. La semana pasada, la Academia Americana de Pediatría revisó sus guías de tratamiento del déficit, y dio luz verde a los médicos para prescribir estos medicamentos incluso a los niños pre-kinder si los tratamientos de conducta no tienen resultados positivos.
Pero las nuevas guías llevan a los padres a hacerse preguntas de difícil respuesta. Mientras algunos niños se pueden beneficiar de su uso, muchos críticos dicen que los estadounidense en general se precipitan a utilizar medicamentos en vez de insistir en la disciplina o cambios en los estilos de vida para el tratamiento del déficit de atención hiperactiva.
De acuerdo a un estudio reciente de los Institutos Nacionales de Salud y la Agency for Heath Care Research and Quality, el número de niños entre seis y 12 años que toman estimulantes para el déficit de déficit hiperactivo ha subido a un ritmo constante en los años más recientes, de un 4,2% de todos los niños en 1996 a un 5,1% en 2008.
Los psicólogos conductuales que trabajan con niños dicen que a veces es difícil distinguir entre un niño activo y saludable de cuatro o cinco años y otro que tiene el déficit.
“Uno trata de diferenciar entre aquello que puede ser normativo, un tanto desorganizado, activo, conducta distraída en un niño de cuatro años, que para un adulto puede parecer difícil de controlar, de algo que podría calificarse con un diagnóstico de déficit de atención hiperactiva,” dijo Rahil Briggs, un psicólogo y director del Health Steps Program en el Hospital de Niños del Montefiore Medical Center en Bronx (Nueva York).
Y el déficit “es un diagnóstico realmente serio que puede llevar a un conjunto de intervenciones que pueden ser inapropiadas o incluso perjudiciales,” añadió.
Las nuevas guías publicadas por la Academia de Pediatría aprueban el uso de methilfenidato, el cual no está específicamente aprobado por la FDA para ese uso. Y la evidencia de su seguridad y eficacia para niños menores de seis años es limitada.
Se han hecho más de una docena de estudios de tamaño reducido de niños muy pequeños que toman el medicamento, pero solo se ha terminado uno grande multicéntrico y aleatorio de cierto tiempo de duración de niños de tres a cinco años. En este ensayo Preschool A.D.H.D. Treatment Study, que se llevó a cabo bajo los auspicios del National Institute of Mental Health, los 303 pre-escolares y sus padres participaron en una terapia de conducta durante 10 semanas y un curso previo de entrenamiento. Casi una tercera parte de los niños que completaron el programa de modificación de la conducta no siguieron la fase de medicación del ensayo, muchos porque su conducta se había mejorado tanto que no hizo falta seguir ningún tratamiento más.
Mientras que los síntomas de déficit de los pre-escolares se redujeron con el tratamiento, el ensayo también encontró que cuanto más jóvenes eran los niños, menores eran los beneficios, y en una fase del ensayo su mejoramiento no fue más significativo que con placebo. Los niños más pequeños también tenían mayor tendencia a presentar efectos secundarios intolerables.
Muchos niños perdieron peso y dejaron de crecer. Otros sufrieron insomnio, perdieron el apetito, tuvieron trastornos del estado de ánimo y se mostraban nerviosos, y se pellizcaban la piel. Uno de cada diez niños abandonó el estudio porque los efectos secundarios eran intolerables.
El Dr. Mark Wolraich, que era el jefe del subcomité del déficit de atención hiperactiva de la Academia Americana de Pediatría, enfatizó que las nuevas guías para prescribir medicamentos para niños más pequeños son muy conservadoras.
“Estamos diciendo que primero deben recibir terapia conductual y antes de considerar tratarlos con medicamentos tienen que presentar síntomas entre moderados y severos” dijo el Dr Wolraich. “Estamos describiendo síntomas más penetrantes que son más estrictos de los que utilizamos con niños más mayores”.
El Dr Wolraich, jefe de desarrollo y comportamiento en pediatria del Centro Médico Universitario de Oklahoma en la ciudad de Oklahoma, reconoció que ocasionalmente trabaja como consultor para cuatro compañías farmacéuticas que producen medicamentos para el trastorno de atención incluyendo a Eli Lilly y Shire Pharmaceuticals. Dijo que había recibido compensación económica por hacer recomendaciones sobre como se deben mejorar los medicamentos para ser utilizados en pediatría.
El Dr. Lawrence Diller, pediatra en Walnut Creek –California, que se dedica a desarrollo y comportamiento y que ha expresado preocupación por la sobreutilización de medicamentos como el metilfenidato dijo que las intervenciones conductuales siempre deben intentarse antes de utilizar medicamentos.
“I’m really heartened that they’re promoting behavioral intervention for the little kids,” Dr. Diller said. But the new guidelines also raise the age for prescribing A.D.H.D. medication to 18, up from 12.
“Me alegra que estén promoviendo intervenciones conductuales en niños pequeños” dijo el Dr Diller. Pero las guías también aumentan la edad hasta la que se pueden prescribir estos medicamentos, ahora son 18 años, antes eran 12. “Mi pregunta es, ¿por qué no promueven intervenciones conductuales para los niños más mayores” dijo. “Se ha demostrado que las intervenciones conductuales en niños mayores pueden hacer que no se requiera medicación o que se pueda disminuir la cantidad necesaria”.