PRESCRIPCIÓN, FARMACIA Y UTILIZACIÓN

Utilización

Un artículo de revisión sobre el uso de antibióticos en animales para alimentación: perspectiva, política y potencial (A review of antibiotic use in food animals: perspective, policy and potential)
Landers TF, Cohen B, Wittum TE, Larson EL
Public Health Reports, 2012; 127:4-22
http://publichealthreports.org/issueopen.cfm?articleID=2802
Traducido y resumido por Salud y Fármacos

El objetivo de esta revisión es resumir lo que se ha publicado sobre el papel de los antibióticos en el desarrollo de resistencias y los riesgos que esto representa para la salud humana. El artículo también incluye una revisión de las políticas adoptadas a nivel internacional en relación al uso de antibióticos en animales para la alimentación.

El uso de antibióticos en animales para la alimentación es frecuente pero no se ha documentado con precisión. Hay poca información concreta sobre las ventajas que esta práctica representa para la producción de animales y los riesgos que entraña para la salud humana. Hay inconsistencias entre las políticas nacionales e internacionales que se han adoptado para manejar este problema.

En veterinaria, los antibióticos se utilizan para tratar enfermedades, prevenir enfermedades comunes y para promover su crecimiento; y se pueden administrar individualmente o a un grupo de animales. Por ejemplo en EE UU el 16% de las vacas productoras de leche reciben antibióticos para tratar la mastitis, pero casi todas reciben infusiones intramamarias de antibióticos (penicilinas, cefalosporinas o beta-lactámicos) después de ser ordeñadas para prevenirla. Algunos de los antibióticos que se utilizan para promover el crecimiento (por ejemplo, los ionóforos) no se utilizan en terapéutica y en los humanos.

Aunque la administración de antibióticos suele requerir la receta de un veterinario, es frecuente que otras personas administren el medicamento en base a los protocolos establecidos por los veterinarios.

Se desconoce la cantidad de antibióticos que consumen los animales. En 1989, el Instituto de Medicina estimó que casi la mitad de los 31,9 millones de libras de antibióticos que se utilizan en EE UU se destinan a animales y para usos no terapéuticos. Más recientemente, la Union of Concerned Scientists calculó que se utilizan 24,6 millones de libras de antibióticos para usos no terapéuticos en pollos, cerdos y ganado, mientras que los humanos consumen 3 millones de libras.

La relación entre el consumo de antibióticos en animales y el desarrollo de resistencias se ha documentado en estudios observacionales y en ensayos clínicos aleatorizados. Microorganismos resistentes se han identificado en los animales, en la carne que se vende en los supermercados y como agentes causales de infecciones clínicas y subclínicas en humanos. El artículo incluye una tabla en donde se resumen todos los estudios cuyos resultados sugieren que hay una relación entre el uso de antibióticos en veterinaria y el desarrollo de resistencias en humanos. Los mecanismos que producen la resistencia en humanos son muy variados y se presentan en un gráfico.

La FDA exige que los productores de antibióticos nuevos demuestren que los medicamentos nuevos son seguros y efectivos para su uso en veterinaria, y que hay una certeza relativa de que su uso en animales no perjudicará la salud humana. Las iniciativas de otros países y las recomendaciones de los organismos internacionales se presentan en forma de tabla.

Los autores concluyen con una serie de sugerencias para estimular que se siga estudiando el tema y se puedan adoptar regulaciones para disminuir el impacto negativo que el uso de antibióticos en veterinaria pueda tener en los humanos. Los autores sugieren: (a) que se desarrolle una agenda de investigación, incluyendo objetivos y diseño, sobre el uso de antibióticos en animales; (b) financiar investigación sobre el uso de antibióticos en agropecuaria, priorizando los proyectos que responden a la agenda de investigación; y (c) eliminar las barreras a la recopilación y análisis de información sobre el uso de antimicrobianos. Este es un tema que no ha sido suficientemente estudiado y que es importante para proteger la salud de los humanos.