DECLARACIÓN DE CHACAO: SALUD NO ES COMERCIO – “UN MUNDO, UNA LUCHA”
Chacao (Caracas, Venezuela), 24 de enero de 2006
COLOMBIA: CONSTANCIA. A PROPÓSITO DEL CIERRE DE LA MESA DE PROPIEDAD INTELECTUAL DEL TLC
Washington, 17 de febrero de 2006
ECUADOR: EL TLC Y LA SALUD. CARTA ABIERTA AL SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
Quito (Ecuador), 23 de marzo de 2006
ECUADOR: TLC y DDHH. CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
Quito (Ecuador), 14 de marzo de 2006
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DECLARACIÓN DE CHACAO: SALUD NO ES COMERCIO – “UN MUNDO, UNA LUCHA”
Chacao (Caracas, Venezuela), 24 de enero de 2006
Reafirmando que la Salud no es comercio, que es un derecho humano fundamental inalienable, bien de toda la ciudadanía, sin ningún tipo de discriminación, siendo parte de las obligaciones de los Estados, en el contexto de los acuerdos, tratados, convenios y declaraciones internacionales, especialmente el Pacto sobre Derechos Económicos Sociales y Culturales, las Metas de Desarrollo del Milenio y la Declaración de Compromisos en la lucha contra el VIH/SIDA.
Afirmando que las organizaciones de la sociedad civil con trabajo en VIH/SIDA, las personas viviendo con VIH/SIDA y las y los activistas han tenido y tienen una participación crucial, clave en el desarrollo, la implementación y la vigilancia de las respuestas nacionales y regionales de sida y particularmente, en la lucha por el acceso universal a tratamientos.
Ante el grave aumento de la pobreza y las desigualdades, que afectan especialmente a poblaciones en mayor vulnerabilidad tales como: mujeres, niños y niñas, adolescentes, jóvenes, homosexuales, trabajadores/as del sexo comercial, usuarios/as de drogas, inmigrantes, poblaciones móviles, pueblos originarios y personas privadas de su libertad; en el contexto del impacto sostenido del crecimiento de la epidemia, la movilidad de nuestras poblaciones entre y fuera de nuestros países y allende las fronteras regionales.
Verificando que mecanismos como la transferencia de tecnología, las importaciones paralelas, las licencias obligatorias, y demás flexibilizaciones ratificadas en el Acuerdo sobre ADPICI y Salud Pública (Declaración de DOHA), así como la producción nacional de medicamentos e insumos de calidad por le sistema público y/o privado son soluciones viables para el logro del acceso universal.
Constatando que los mecanismos y normas del comercio internacional continúan dominados por los intereses de los países ricos en detrimento del desarrollo de los países pobres y con economías en transición, que afectan considerablemente la producción, comercialización de productos e insumos para la salud y específicamente para el VIH/SIDA, limitando la capacidad de nuestros países de lograr el compromiso de acceso universal.
Fundamentados en los Derechos Humanos:
1. Denunciamos el impacto negativo de las políticas del comercio internacional que mantienen la inequidad en el acceso a la salud como Derecho Humano fundamental.
2. Demandamos políticas de producción nacional y regional, tanto públicas como privadas, de medicamentos de calidad certificada, que permitan la reducción de costos para alcanzar el acceso universal en el marco de la libre competencia.
3. Solicitamos políticas industriales que estimulen la existencia de empresas socialmente responsables, que comercialicen con precios equitativos y justos, facilitando el acceso universal.
4. Exigimos que la sociedad civil participe libremente en la formulación, la implementación, el monitoreo y la evaluación de políticas públicas que se relacionan con el acceso universal.
5. Demandamos la articulación eficiente entre los diversos sectores gubernamentales que intervienen en la definición e implementación de políticas públicas vinculadas al acceso universal.
6. Exigimos la sanción e implementación de nuevas leyes o reformas para limitar el impacto de la propiedad intelectual y las normas de comercio internacional que amenazan y violentan el derecho a la salud, y consecuentemente el acceso universal a los medicamentos y los insumos para la salud.
Alessandra Nilo, GESTOS, Brasil
Aurea Celeste Abbade, GAPA SP, Brasil
Carlos Fabián Betancourt, Colombia
Carlos García de León Moreno, AVE DE MÉXICO, México
Edgar Carrasco, ACCSI, Venezuela
Francisco Vidal, VIVO POSITIVO, Chile
Guadalupe Romero Rossi, PROMESA, Paraguay
Hazel Fonseca Navarro, XOCHIQUETZAL, Nicaragua
Héctor Gabriel Muñoz, ASODIVIHSIDA, Nicaragua
Jair Brandão de Moura Filho, Brasil
Javier Rossell, SOLAS Y UNIDAS, Perú
Jhon Gutiérrez Guerrero, VÍA LIBRE, Perú
José Carlos Veloso, GAPA SP, Brasil
Lorenzo Vargas Cornejo, INTILLA ASOC. CIVIL, Argentina
Mabel Bianco, FEIM, Argentina
Marco Becerra Silva, SIDACCIÓN, Chile
Sergio Montealegre, ASOCIACIÓN ATLACATL, El Salvador
Silvia Barbaran Mafaldo, LAZOS DE VIDA, Perú
Sonia Borja, SOLAS Y UNIDAS, Perú
Rosario Viana, ASEPO, Uruguay
[N.E.: Del 21 al 25 de enero en Chacao (Caracas, Venezuela) se reunieron miembros del movimiento UMUL “Un Mundo una Lucha” conformada por personas y organizaciones de América, con el fin de movilizar la Campaña Internacional “Salud no es Comercio”. Entre las múltiples acciones que han emprendido para sacar adelante esta campaña está la socialización de la Declaración de Chacao, lo cual les servirá como herramienta de advocacy ante los gobiernos, agencias y demás responsables e involucrados en el acceso a los medicamentos y la salud integral de nuestros pueblos. Se puede consultar el relatorio de actividades (“I Jornada de Formação Política sobre Propriedade Intelectual e Acesso a Medicamentos”) en:
www.umul.com.br/upload/relatoriojornada.doc. Más información de UMUL en: www.umul.com.br/ y www.gestospe.org.br/].
COLOMBIA: CONSTANCIA. A PROPÓSITO DEL CIERRE DE LA MESA DE PROPIEDAD INTELECTUAL DEL TLC
Washington, 17 de febrero de 2006
Germán Holguín Zamorano
Director Fundación Misión Salud
Coordinador Alianza por la Defensa de la Salud
Ante el cierre de la mesa de propiedad intelectual, y para evitar equívocos sobre la posición de las instituciones que represento,
respetuosamente me permito dejar la siguiente constancia:
1. Nosotros no somos enemigos del TLC, siempre que se construya sobre los principios de justicia y equidad. Lo que rechazamos es que se haya negociado la salud de los colombianos a cambio de ventajas comerciales.
2. Registramos complacidos los logros alcanzados por el Presidente Uribe en su visita a Washington. El convino con la USTR, en mi presencia, que en el contexto del tratado Colombia dejará constancia escrita de que E.U. y Colombia interpretan, con carácter vinculante, que la mención que se hace de patentes de “métodos de usos” en la disposición sobre linkage [n.e. vínculo entre patentes y registro sanitario] no implica el compromiso de Colombia de otorgar patentes de segundos usos ni de métodos de uso ni de métodos de diagnóstico, terapéuticos y quirúrgicos. También sobre la aplicación del agotamiento del derecho de protección de datos a los registros sanitarios en Colombia, dentro de los 5 años siguientes a la fecha en que se obtuvo la aprobación del producto en el país de referencia. Igualmente convino que Colombia y E.U. dejarán una constancia conjunta en el sentido de que se respeta la potestad del Estado colombiano de tomar las medidas que estime necesarias para proteger la salud pública, tanto bajo el régimen de patentes como bajo el sistema de protección de datos.
3. No obstante lo anterior, estimamos que la decisión del Gobierno de cerrar la mesa de propiedad intelectual sobre la base del formato del TLC E.U.-Perú, es equivocada, desde luego que éste contiene numerosos estándares de propiedad intelectual OMC plus, como la compensación por demoras de la oficina de patentes y la oficina sanitaria, la protección exclusiva de los datos de prueba y el linkage, los cuales han sido concebidos por las multinacionales farmacéuticas para restringir el acceso a medicamentos genéricos económicos, que hoy cuestan, en promedio, 4 veces menos que los productos de marcas internacionales y abastecen cerca del 70% del mercado nacional.
4. Un estudio reciente de la OMS-OPS concluye que un capítulo de propiedad intelectual con estos estándares OMC plus ocasionará un incremento del gasto en salud que en poco tiempo llegará a 940 millones de dólares anuales, lo que podrá dejar sin acceso a medicamentos a varios millones de colombianos. En SIDA, por ejemplo, el TLC podría privar del tratamiento a 4.400 pacientes anuales, los cuales quedarían condenados a morir en un lapso promedio de 5 años. Estudios de la Universidad Nacional sobre Bogotá y del Ministerio de Salud del Perú sobre dicho país coinciden, guardadas proporciones, con las conclusiones de la OPS.
5. No pretendimos nunca que se negociara un tratado sin capítulo de propiedad intelectual, pues siempre fuimos conscientes de que se trata de un tema prioritario para los E.U. Nuestra propuesta fue hasta ayer que se revivieran las contrapropuestas andinas sobre compensaciones, datos y transparencia de la oficina sanitaria, las cuales fueron diseñadas, tras de arduo esfuerzo innovativo y de concertación, por el equipo negociador colombiano, con la asesoría de los tres expertos internacionales y funcionarios especializados del Ministerio de Protección Social. Un acuerdo fundamentado en tales postulados habría logrado un sano equilibrio entre los intereses de la industria y el bien general.
6. Mi presencia en esta ronda y en la reunión realizada ayer, bajo la conducción del Presidente Uribe, entre altos funcionarios de la USTR y del Gobierno colombiano, no puede interpretarse como un respaldo a la decisión gubernamental de adherir al capítulo de propiedad intelectual del TLC peruano, sino al deseo de acompañar al señor Presidente, por reiterada y honrosa invitación suya, en su propósito de lograr algunas flexibilidades de los negociadores estadounidenses en temas puntuales, como en efecto ocurrió. Infortunadamente estos logros, a pesar de ser importantes, desde luego que limitan la ampliación del espectro patentable y dejan a salvo las salvaguardias a la salud establecidas en el ámbito mundial, no eliminan el riesgo de privar del acceso a los medicamentos y los servicios de salud a millones de compatriotas.
7. Reafirmamos nuestra advertencia de que al negociar Colombia un TLC similar al peruano, se convierte a la salud en el primer perdedor del TLC y compartiremos con Perú la vergüenza de ser los dos países que más concesiones han hecho en el continente americano a las grandes farmacéuticas estadounidenses. En este panorama, el TLC será un instrumento de drama y sufrimiento.
8. No es válido el argumento de que no importa haber cedido a las pretensiones maximalistas de E.U. porque el riesgo de pérdida de acceso a medicamentos se compensará a través de la universalización del sistema de salud en los próximos dos años, pues ello no corresponde a la realidad fiscal del país. Tampoco lo es que el daño a la salud se amortiguará mediante reglamentaciones internas adecuadas de las disposiciones del tratado, pues la cláusula de anulación y menoscabo y la figura de la expropiación indirecta lo impedirán.
9. Reiteramos que el acceso a medicamentos con capacidad para aliviar el dolor y salvar vidas no es legítimamente cambiable por ventajas comerciales. ¡La salud y la vida son prioridades no negociables!
ECUADOR: EL TLC Y LA SALUD. CARTA ABIERTA AL SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
Quito (Ecuador), 23 de marzo de 2006
Red Latinoamericana de Salud
Ante las inflexibilidades de los EE.UU. y las debilidades del equipo ecuatoriano en la fase final de negociación del TLC, una vez más, las instituciones, organizaciones y personas abajo firmantes, preocupadas por las consecuencias que de esta negociación se deriven:
1. Demandamos que no se tomen como referentes otros acuerdos de libre comercio firmados por los EE.UU. como el Cafta (Centroamérica), porque son lesivos a la salud y economía de sus pueblos y a la soberanía jurídica del Estado.
2. Exigimos que no se acepten “compensaciones” o “canjes” de beneficios arancelarios por normas de Propiedad Intelectual, como lamentablemente ha ocurrido en las negociaciones del Perú y Colombia, apremiados por su particular situación geopolítica, electoral y económica, muy diferente a la de nuestro país.
3. Vigilaremos que por ningún motivo y bajo ninguna presión o pretexto se violen, en cualquier negociación internacional, las siguientes líneas rojas en propiedad intelectual establecidas previamente como compromiso nacional en varios documentos oficiales y a las que respaldamos íntegramente:
a) Las patentes deben proteger exclusivamente a las auténticas innovaciones farmacéuticas (Nuevas Entidades Químicas) y no a productos similares o a segundos usos terapéuticos.
b) Excluir definitivamente el patentamiento de nuestros recursos naturales y bio-genéticos, así como los conocimientos ancestrales de nuestro acervo social y cultural diverso.
c) No aceptar el vínculo (linkage) entre Patentes y Registro Sanitario para evitar conflictos entre calidad y comercio y no convertir a la Autoridad Sanitaria Nacional en agente de control de patentes, por atentar a las leyes nacionales.
d) Las demoras en el trámite de patentes farmacéuticas no deben compensarse con extensiones a su período de vigencia, ni un día más de los largos 20 años que ya otorga la Ley de Propiedad Intelectual.
e) La Protección de Datos de Prueba de productos farmacéuticos y agroquímicos por ningún período es aceptable, porque prolonga el monopolio, la exclusividad comercial y aumenta los precios, perjudicando el ingreso de medicamentos genéricos, más económicos y accesibles al pueblo.
f) “El Estado ecuatoriano no puede incorporar a la negociación del TLC aspectos que ya están acordados en la legislación existente. La Propiedad Intelectual y patentes no deben poner en riesgo el acceso a medicamentos, seguridad alimentaria y temas como la biodiversidad, la salud y la vida, que no son negociables”. (Ayuda memoria entregada a la CONAIE por la Presidencia de la República, 17 de noviembre de 2005)
g) En consecuencia, no se deberá negociar más allá de lo ya establecido en el Acuerdo de ADPIC (patentes) de OMC y en la Declaración de DOHA cuyas salvaguardas protegen la Salud Pública y que cuentan con el respaldo de la OPS/OMS. (Informe a la Nación del Presidente de la República, 15 de enero de 2006)
4. Nos unimos a todas las organizaciones sociales y a los empresarios y trabajadores que no han aceptado los términos planteados en esta negociación del TLC, porque su impacto económico negativo afectará a la salud y vida de la presente y futuras generaciones.
Nombre organización o institución
Plutarco Naranjo, Ex Ministro de Salud Pública.
Rodrigo Fierro, Ex Ministro de Salud Pública.
Edgar Rodas, Ex Ministro de Salud Pública.
Wellington Sandoval, Ex Ministro de Salud Pública.
Elsie Monge, Presidenta de la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos.
Reynaldo Páez, Ex Vicepresidente del Congreso Nacional.
Fernando Sempértegui, Decano de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Central del Ecuador.
Rodrigo Yépez, Director de Instituto Superior de Salud Pública de la Universidad Central del Ecuador.
Hernán Hermida Córdova, Decano de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Cuenca.
Ricardo Hidalgo, Decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Tecnológica Equinoccial.
Benjamín Puertas, Director de la Maestría Salud Pública de la Universidad San Francisco de Quito.
Edmundo Granda, Universidad Nacional de Loja.
Raúl Mideros, Area de Salud de la Universidad Andina Simón Bolívar.
Julio Procel, Presidente de la Federación Médica Ecuatoriana.
Jorge Iñiguez, Presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Salud Pública.
Sorayda Vélez, Presidenta de la Federación de Enfermeras del Ecuador.
Galo Yupanqui, FETSAE, Federación de Trabajadores de la Salud del Ecuador.
María Paula Romo, Comité Ejecutivo Ruptura de los 25
L.S.J. (respeto a confidencialidad), Secretario General Coalición Ecuatoriana de Personas que Viven con VIH-sida.
Jaime Breilh, Coordinador para América Latina del Observatorio Mundial de Salud de los Pueblos.
María Extremiana, Coordinadora Médica, Médicos Sin Fronteras – Ecuador.
Nelson Oviedo, Foro de ONGs de Salud de Pichincha.
Fernando Sacoto, Director FESALUD.
Amira Herdoíza, Directora Ejecutiva de la Corporación Kimirina.
Juan Cuvi, Presidente de la Corporación Acción Vital.
José Suárez, Director de la Fundación Cimas del Ecuador.
Oscar Betancourt, Director de la Fundación Salud Ambiente y Desarrollo.
Arturo Campaña, Director Científico Centro de Estudios y Asesoría en Salud.
Hugo Noboa, Centro Cultural y Colectivo Voltaire.
Ramiro Echeverría, Colectivo de Defensa de la Salud Frente al TLC.
ECUADOR: TLC y DDHH. CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
Quito (Ecuador), 14 de marzo de 2006
Organizaciones de DDHH
“Un TLC con países como EE.UU. no sería de gran beneficio para nosotros. Hay un desequilibrio muy agudo entre ambas economías, y sería como el acuerdo entre el despensero de la esquina y el gran supermercado. No queremos terminar siendo una gran despensa de los excedentes de exportación de EE.UU.”.
Nicanor Duarte, Presidente de Paraguay, 7 de marzo de 2006.
Señor Doctor Alfredo Palacio
Presidente Constitucional de la República
Presente
De nuestra consideración:
Los organismos de derechos humanos que suscribimos esta carta queremos manifestarle nuestra profunda preocupación por el posible cierre de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio (TLC) en la próxima ronda a realizarse en la ciudad de Washington, Estados Unidos, a partir del 23 de marzo.
Nuestra preocupación se fundamenta en el hecho de que luego de 14 rondas de negociaciones, los resultados reafirman una posición intransigente de EE.UU. orientada a exigir la aceptación de los términos de otros tratados comerciales, cuyos resultados han generado efectos desfavorables sobre las sociedades de los países que suscribieron dichos tratados, como por ejemplo en México con el Nafta. Antes que negociación, señor Presidente, lo que se evidencia es una nueva imposición de los intereses estadounidenses en la región, como lo demuestra el contenido de las negociaciones recientemente cerradas por Perú y Colombia.
Queremos advertir que un cierre de las negociaciones de Ecuador en los términos acordados por los dos países vecinos, afectará gravemente los derechos económicos, sociales y culturales de las ciudadanas y ciudadanos de nuestro país y su posibilidad de exigirlos.
En agricultura, EE.UU. han negado la exclusión de todo producto, por más sensible que sea, obligándonos incluso a renunciar a la franja andina de precios como mecanismo de protección de la producción regional. A cambio de las limitaciones impuestas, y como una muestra de supuesta comprensión, han aceptado usar mecanismos alternativos para “proteger” la producción más sensible. Tales mecanismos, entre los que se encuentran ciertas salvaguardias y períodos de desgravación de hasta 20 años, dejan, no obstante, serias dudas sobre su efectividad.
Esta lógica obedece a una estrategia intencional por desplazar la producción nacional a cambio de la importación de productos generados en los EE.UU. Las cuotas que entregaron Perú y Colombia en productos como el arroz y la soya advierten sobre el riesgo que enfrentarán miles de campesinos ante la pérdida de fuentes de trabajo y empleo debido a su imposibilidad de competir con producción agrícola fuertemente subsidiada. Si EE.UU. eliminara el subsidio a la producción, es probable que los precios de la producción campesina que se pretende liquidar, no se presentaran tan asimétricos como sucedería de mantenerse las condiciones actuales. No obstante, EE.UU. no sólo que se ha negado sistemáticamente a eliminar sus subsidios, sino que ha encubierto su negativa en la posición adoptada por otros países desarrollados, principalmente de la Unión Europea, que entregan a la Organización Mundial del Comercio (OMC) la potestad para resolver sobre este particular. Esta resolución, señor Presidente, continúa pendiente desde hace cuatro años atrás cuando el tema no pudo ser enfrentado en la ronda de Doha del 2002.
En el largo plazo, la inundación del mercado ecuatoriano con los altos volúmenes de productos importados significará poner en manos de otro país nuestra seguridad y soberanía alimentarias. Por otro lado, existirán fuertes presiones para enviar productos genéticamente modificados sobre los que no existe la certeza necesaria respecto a sus implicaciones y efectos sobre la salud de la población y el mantenimiento del equilibrio ecológico en términos de conservación de biodiversidad. En nombre del principio de precaución, establecido por el Art. 91 de la Constitución Política vigente, Ecuador debería ser un país libre de transgénicos.
En el tema de propiedad intelectual los impactos negativos para los derechos humanos son mucho más directos, y este es un ámbito que usted lo conoce bien, señor Presidente. La extensión de los plazos de las patentes, como lo dicen estudios serios de Colombia y Perú, impedirá a la población de menores recursos acceder a medicamentos básicos para su salud. Quisiéramos recordarle que en varias ocasiones usted ha manifestado públicamente que en propiedad intelectual no irá más allá de lo ya negociado en otros acuerdos multilaterales, refiriéndose a los acuerdos de Doha de la OMC.
Además de la afectación al derecho a la salud, el contenido de las negociaciones en propiedad intelectual, dan paso a la posibilidad de patentar nuestra biodiversidad y el conocimiento tradicional asociado, afectando la soberanía de nuestro país y los derechos colectivos de los pueblos indígenas.
En términos de las implicaciones de una eventual firma del TLC sobre los mecanismos para exigir el cumplimiento de los derechos, es necesario advertir que este acuerdo contradice normas de la legislación nacional, andina e internacional, principalmente aquella relacionada con la protección de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales. Hacia futuro, este tratado limitará el mantenimiento y mejoramiento de los estándares, pues, bajo el argumento de que ninguna ley puede constituirse en obstáculo al comercio, toda acción encaminada a mejorar la calidad de vida de la población, enfrentará el riesgo de ser cuestionada.
Además de expresar las preocupaciones anteriores, queremos aprovechar la oportunidad para manifestar a usted nuestra inquietud sobre las implicaciones políticas que tendría un cierre de las negociaciones del TLC por parte de su gobierno. Las opiniones de rechazo al TLC están creciendo, como lo demuestran numerosas encuestas que seguramente usted sí conoce. Un cierre de negociaciones, junto a los otros problemas que su gobierno no ha podido resolver, como son la caducidad del contrato de la OXY, la renegociación de los contratos petroleros, la idea de incluir el tema de la base de Manta en las negociaciones del TLC, y el potencial déficit fiscal, podrían configurar una nueva crisis política de incalculables consecuencias.
Nos preguntamos si correr este riesgo vale la pena. Sobre todo cuando el escenario político futuro, nacional e internacional, conspira para una firma del TLC y su ratificación. Mientras en lo nacional las elecciones futuras desplazarán de la arena política el tema del TLC, en el escenario internacional, las próximas elecciones para el Senado y el Congreso de EE.UU. (último trimestre de este año), favorables al Partido Demócrata, hacen prever que la ratificación de los TLC no está asegurada por el cuestionamiento que ha expresado ese sector político a los tratados de libre comercio.
No podemos ser ajenos a las legítimas preocupaciones que usted pudiera tener en el caso de quedarse fuera de la firma del TLC, en un momento en que nuestros vecinos están en camino de suscribirlo. En este sentido, nos parece importante compartir con usted, señor Presidente, algunas alternativas viables que el Ecuador debiera encaminar sin que se afecten el futuro ni los derechos de la inmensa mayoría de ecuatorianos y ecuatorianas:
No es cierto el argumento de que un TLC nos permitiría conquistar el “gran mercado norteamericano”. De acuerdo a diversas investigaciones, para evitar que el gigantesco déficit fiscal norteamericano haga crisis, los EE.UU. deberán, irremediablemente, reducir sus importaciones en los próximos 5 a 10 años. Tampoco es verdad que si no suscribimos el TLC “perderemos las ventajas del ATPDEA”, pues además de que no es ilusorio pensar en una renovación de este acuerdo, su gobierno ya ha dado un paso importante al reconocer que estas preferencias arancelarias no son una dádiva unilateral de los EE.UU., sino una contraprestación por el apoyo del gobierno nacional a la lucha contra el narcotráfico.
Incluso si perdiéramos las ventajas del ATPDEA, los impactos económicos serían manejables. No olvidemos señor Presidente que de esas preferencias se benefician unos pocos sectores económicos, y que de acuerdo al cálculo del proyecto SICA, para el 2003, los beneficios no superaron los 30 millones de dólares en las exportaciones agrícolas y llegaron a apenas 47 millones de dólares para las exportaciones agrícolas e industriales en conjunto. Estas cifras, que con seguridad no son mucho más altas para los siguientes años, son bastante inferiores a las pérdidas económicas que, con la firma del TLC, tendría el país en propiedad intelectual, por ejemplo, las mismas que se estiman superarían los US$100 millones.
La decisión del país de suscribir o no el TLC, demanda de la legitimidad necesaria y de procesos democráticos claros, como su resolución a través de una consulta popular. Los riesgos que encierra este tratado son tan altos que su no suscripción puede constituirse en una opción para analizar nuevas alternativas de desarrollo que abonen en la superación de la pobreza y en la generación de equidad social y sostenibilidad ambiental. En esta dirección, señor Presidente, es posible y necesario reactivar nuestro aparato productivo nacional y reorientar su producción al mercado interno; resulta imperativo fortalecer nuestra economía en la perspectiva de competir, desde condiciones adecuadas, con la producción internacional. Existen posibilidades de analizar la conveniencia de suscribir tratados de comercio justos y simétricos, distintos al TLC que EE.UU. impondría al Ecuador debido a los enormes desniveles entre ambas economías. El país requiere, y son posibles, tratados de integración sudamericana en lo económico, energético, social, productivo, cultural y no solamente comercial. Ecuador puede lograr alianzas mundiales y regionales más allá de la estrechez peligrosa en que nos coloca el triángulo Washington-Bogotá-Lima.
Ecuador puede y debe concretar tratados que respeten las simetrías y el concepto de comercio justo, en espacios como el MERCOSUR, que de manera insólita han sido abandonados por su Gobierno, que ayuden a la creación de riqueza, así como considerar propuestas de integración entre similares, generadas por países hermanos como Bolivia, Uruguay, Venezuela, Argentina, Paraguay y Brasil, buscando la diversificación de mercados con el propósito de suplir cualquier supuesto impacto negativo por la no suscripción del TLC con Estados Unidos.
Es necesario advertir, además, que a excepción de la debilitada Centroamérica, el castigado México, en sus inicios Chile, hoy Perú y Colombia, y quizás uno o dos países en el Asia; la inmensa mayoría de bloques y países del mundo, entre ellos los de mayor peso geo-económico en Sudamérica, no han suscrito un TLC con EEUU, como es el caso de la Unión Europea, Japón, África, Brasil, Argentina, Venezuela, etc., y -sin embargo- mantienen relaciones comerciales y económicas incluso más ventajosas que aquellas naciones que han sido presionadas a suscribir tratados totalmente desiguales y desventajosos.
El escenario internacional es propicio para el Ecuador, como nunca antes, si su gobierno no firma el TLC. La crisis y el desencanto del modelo neoliberal está llevando a los pueblos de Latinoamérica a buscar caminos diferentes, más soberanos, pragmáticos y justos. Confiamos en que usted demuestre la sensibilidad y capacidad para aportar en este proceso.
Atentamente,
Asamblea Permanente de Derechos Humanos, APDH
Asociación Americana de Juristas, AAJ RAMA ECUADOR
Asociación Latinoamericana de Derechos Humanos, ALDHU
Centro de Derechos Económicos y Sociales, CDES
Centro de Documentacion De DDHH “Segundo Montes Mozo”, CSMM
Comisión Ecuménica de Derechos Humanos, CEDHU
Comité Permanente de DDHH del Guayas, CPDH-G
FIDEH Azuay
Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos, INREDH
Jubileo 2.000
Servicio Jesuita de Refugiados, SJR
Servicio Paz y Justicia de Ecuador, SERPAJ-E
SERPAZ
Plataforma Interamericana de DDHH, PIDHDD Ecuador
PRODH