Un hombre de hierro se incorpora a la lucha contra la malaria: el Dr. Arata Kochi
Traducido por Boletín Fármacos de: Donald McNeil Jr, An Iron Fist Joins the Malaria Wars, Science Times, 27 de junio de 2006
El Grupo de Trabajo sobre Obesidad, vinculada a la OMS, recibe “millones” de las compañías farmacéuticas
Traducido por Boletín Fármacos de: Ray Moynihan Byron Bay, Obesity Task Force Linked to WHO Takes “Millions” from Drug Firms, BMJ 2006;332:1412
La OMS y los derechos de propiedad intelectual
Resumido y traducido por Boletín Fármacos de: Loves J, A new initiative of WHO: Prizes rather than prices, Le Monde Diplomatique, May 2006; Patent Baristas. Who releases report promoting innovation relevant to developing countries, May 31 2006, disponible en: www.patentbaristas.com/archives/000406.php; Khor M., WHA establishes working group on IPRs and health R&D, TWN, May 29; IFPMA. World Health Assembly resolution recognizes IP is important incentive for development of new health-care products, May 31, disponible en: www.ifpma.org/News/NewsReleaseDetail.aspx?nID=5022
Un hombre de hierro se incorpora a la lucha contra la malaria: el Dr. Arata Kochi
Traducido por Boletín Fármacos de: Donald McNeil Jr, An Iron Fist Joins the Malaria Wars, Science Times, 27 de junio de 2006
En la guerra contra la malaria, las balas de plata se transforman inevitablemente en balas de goma: los parásitos y sus mosquitos desarrollan resistencia a cualquier droga milagrosa y pesticida que se presente.
Ahora la guerra tiene un general nuevo con una táctica nueva.
En vez de simplemente cargar el último cartucho de plata – la artemisinina, el medicamento chino contra la malaria –, el Dr. Arata Kochi, que es el nuevo director del programa mundial contra la malaria de la OMS, ha llevado un fuego de enfilada al campo entero: los productores de medicamentos, los fabricantes de mosquiteros, los científicos e incluso los donantes y países que sufren, a los que él trata de ayudar.
"La comunidad que trabaja contra la malaria me odia”, dijo el Doctor Kochi en una entrevista realizada en la pequeña oficina de Manhattan de la OMS. "Esencialmente dije: ‘Uds son estúpidos.’ Su ciencia es muy frágil. La comunidad es pequeña, cerrada y todos están enfrentados."
El Doctor Kochi, que trabajó en la iniciativa Stop TB de la OMS, nunca fue conocido por su pericia diplomática. Sus colegas dicen que este hombre de 57 años de edad, graduado de la Facultad de Medicina de Japón y de la Escuela de Salud Pública de Harvard (Harvard School of Public Health), dirigió la campaña Stop TB con puño de hierro y admitió haber irritado de tal modo a la Fundación Rockefeller y a otros socios que finalmente tuvo que dejar su puesto.
Pero aun quien lo critica admite que es un estratega decidido y que la campaña contra la tuberculosis fue una de las más efectivas que ha promovido la OMS.
"Su táctica funcionó realmente”, dijo Dr. Jacob Kumaresan, anterior director de la Asociación Stop TB en Ginebra y actual presidente de la Iniciativa Internacional sobre el Tracoma (International Trachoma Initiative). "Es bastante estricto con su personal; el que no produce resultados es destituido. Pero a la vez es muy valiente, y creo que está en un buen camino."
El campo de la tuberculosis, dijo el Doctor Kochi, estaba tan fragmentado y era tan hostil como lo es hoy el de la malaria. Así, a comienzos de los años 90, una explosión de casos de resistencia a multidrogas en todas partes, desde la ciudad de Nueva York al Perú y Siberia, forzó la llegada de un nuevo paradigma: cócteles de cuatro medicamentos, tomados diariamente durante seis meses, siempre bajo el control de una enfermera o alguien designado para supervisar el tratamiento, incluso un imán o un curandero de confianza.
Bajo la dirección del Dr. Kochi se instó a los países a diagnosticar y a tratar la enfermedad con procedimientos estándares (por ejemplo, frotis de esputo en vez de radiografías de pecho, o la administración de cuatro antibióticos baratos en vez de medicamentos exóticos o la realización de una cirugía de pulmón). Se solicitó a las empresas farmacéuticas que estandaricen sus productos de modo que a cada paciente se le pudiera entregar una caja con píldoras para 6 meses. El resultado fue una gran disconformidad de algunos sectores involucrados, como hospitales que tratan la tuberculosis y los fabricantes de la antigua vacuna BCG.
El Dr. Kochi dijo que la malaria necesita un cambio similar, porque todo lo que se hace para enfrentarla es incorrecto: pobre recuento de casos, comunicación confusa sobre el fármaco a usar, medicamentos falsos, consultores caros, gobiernos nacionales perezosos, liderazgo internacional flojo.
La guerra contra la malaria – que en teoría es más ganable que la guerra contra el sida, porque existe la cura – más bien se está perdiendo, comentó el Dr. Kochi. En la década de los años 60 se habían desarrollado el DDT y la cloroquina, una variedad sintética de la quinina, y se pensaba que la malaria era una enfermedad potencialmente erradicable, y muchos países tropicales bajo gobiernos coloniales, los cuales cualquiera que fueran sus otros defectos, eran muy eficientes en matar mosquitos.
Desde entonces, se prohibió el DDT en muchos países debido a los daños ambientales; la cloroquina y su sucesor, el Fansidar, se han vuelto inútiles, y los sistemas de salud de la mayoría de los países africanos, regiones de Asia y Latinoamérica se han colapsado [N.E.: no parece correcto decir que los sistemas de salud de la mayoría de los países de Asia y Latinoamérica se han colapsado].
Los casos fatales son, como mínimo, de un millón por año, la mayoría de ellos niños y mujeres embarazadas. Hay 350 millones de casos de malaria por año; en las estaciones cálidas, la gente contrae la malaria repetidas veces y se debilita tanto que no puede continuar trabajando, lo cual tienen un impacto negativo en la economía rural.
El Dr. Lee Jong Wook, Secretario General de la OMS, que falleció por un infarto el último mes en las vísperas de la asamblea anual de la organización, estaba por reconocer esto.
"Es evidente que las cosas no están yendo bien en lo que respecta al control de la malaria”, estaba escrito en el borrador del discurso que pronunciaría ante los ministros de salud del mundo. "Aceptamos nuestra responsabilidad por esto. Ahora no es el momento de actuar con cautela. La OMS deberá ejercer un liderazgo mayor en la lucha contra la malaria."
El Dr. Kochi, quien fuera designado por Dr. Lee seis meses antes, ya mostraba ser combativo.
En enero atacó a la industria farmacéutica señalando a 18 compañías que vendían artemisinina no combinado con otro principio activo, y las intimó a interrumpir las ventas en 90 días. La monoterapia fomenta la resistencia, y si la artemisinina se perdiera, dijo Kochi, "pasarán al menos diez años hasta que se descubra un nuevo medicamento tan eficaz; esencialmente estaríamos todos muertos." [N.E.: “OMS pide que se suspenda la artemisina en monoterapia contra la malaria” en la Sección Noticias sobre la OMS del Boletín Fármacos 2006;9(2)].
Si las compañías no estuviesen de acuerdo, agregó Kochi, interrumpiría las ventas de todos sus medicamentos al negarse la OMS a certificar cualquier medicamento que fabrican para los países pobres.
Los ejecutivos farfullaron diciendo que no serían chantajeados, que aún no se había documentado la resistencia de la artemisinina y que abastecerán a cualquier gobierno africano que se los pida, ya que si no lo hiciesen, lo haría la competencia. El Dr. Kochi comparó rápidamente esta posición con proveer de heroína a cualquier adicto que lo solicite.
"Es un soplo de aire fresco”, dijo Amir Attaran, un biólogo y abogado de la Universidad de Ottawa que acusó a la OMS, al Banco Mundial y al Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria (Global Fund to Fight Aids, TB and Malaria) de despilfarrar millones en medicamentos viejos e inútiles.
"Es necesario hablar duro”, añadió. "Hasta ahora ha existido una incoherencia absoluta sobre asuntos fundamentales."
El Dr. Attaran, un viejo crítico de la OMS, también elogió al Dr. Kochi por ser uno de los primeros en la agencia en lograr que se tratase el sida en África con regímenes estándares de medicamentos baratos y análisis de sangre simples en vez de hacerlo con terapias occidentales que cuestan decenas de miles de dólares al año.
En los noventa días antes que expirase su fecha límite, el Dr. Kochi se reunió con fabricantes de medicamentos genéricos, muchos de los cuales están tratando de investigar medicamentos nuevos en vez de duplicar fármacos occidentales. Koch les dijo que si por su culpa se agravara la malaria se tendrían que enfrentar a una crítica severa.
Caroline Jansen, un miembro de la familia propietaria de Dafra Pharma, compañía belga que abastece alrededor del 25% del mercado privado africano de medicamentos contra la malaria, dijo que su empresa estuvo de acuerdo en suspender la venta de monoterapia y que estaba desarrollando comprimidos con una mezcla de artemisinina con lumefantrina, amodiaquina y otros fármacos.
Jansen señaló que el Dr. Kochi había llamado a Dafra "mala gente" y que estaba esperando su conformidad, ya que "no confía en ellos". Además se mostró sorprendida diciendo: "Sé que ha tenido la misma actitud que tuvo con TB; es brusco y no muy simpático. Pero es probable que la mano fuerte sea el mejor camino para lograr los mejores resultados."
Cuando pasaron los 90 días, todas las grandes compañías habían cambiado sus políticas dijo el Dr. Kochi. "Esta guerra terminó”, se jactó. "Y ganamos."
Pero el Dr. Kochi se enteró de la existencia de otras 22 compañías pequeñas a las que comenzó a advertir: "No entren por la puerta trasera y traten de llenar el hueco."
Está por verse si Kochi logra hacer cumplir esto. El mercado de la malaria en los países pobres es un desastre: muchas tiendas diminutas venden comprimidos sin receta y las falsificaciones son muy comunes. Todavía se vende mucha cloroquina porque disminuye la fiebre con la misma eficacia que la aspirina; los pacientes se sienten mejor rápidamente, pero luego mueren de anemia.
En abril, el Dr. Kochi se enfrentó al Fondo Mundial (Global Fund), a través del cual los países ricos compran medicamentos contra el sida, la malaria y la TB para los países pobres, y lo acusó de ignorar las reglas de la OMS que prohíben la monoterapia de artemisinina y de comprar productos a proveedores que no cumplen con los estándares de la OMS. En mayo dio a conocer la respuesta que recibió, la que descartó como “excusas,” un montón de ‘pero, pero, pero’", y en junio anunció que el Fondo había cambiado su política.
Ahora el Dr. Kochi desea cambiar otras armas del arsenal.
Por ejemplo, desea estandarizar los mosquiteros: en vez del montón de modelos que compiten entre ellos que tienen que remojarse en pesticida en las casas, prefiere que unos pocos fabricantes recubran en fábrica los mosquiteros con pesticidas (que matan mosquitos durante mucho más tiempo) y compitan entre ellos por precios. El Dr. Kochi rechaza el “marketing social”, que consiste en la venta de mosquiteros de marca a precios bajos en vez de la entrega gratuita. Este sistema fue ya implementado por la administración Bush y fracasó. Y a pesar de las objeciones de los ambientalistas, el director desea rociar con DDT el interior de las casas para matar a los mosquitos que descansan en las paredes aguardando la llegada de la noche.
Kochi está instando a los gobiernos de países pobres a que prohíban la monoterapia y está pidiendo ayuda al Congreso.
El senador Tom Coburn, un republicano conservador de Oklahoma que enarboló la causa de la lucha contra la malaria y que exigió que se gaste el dinero del contribuyente en la compra de medicamentos y mosquiteros en vez de consultores, dijo que quedó “muy impresionado” después de la reunión con el Dr. Kochi.
"Él no es tan mordaz como yo”, dijo el senador Coburn, que también es médico. "Un millón de personas morirá este año ¿Qué es más importante, tener una estrategia políticamente correcta o una estrategia de salud pública que funcione?"
El Dr. Kochi inició su carrera en salud pública en 1975, cuando el Ministerio de Salud de Japón convocó a voluntarios a ejecutar un proyecto sobre tuberculosis en Afganistán, y trabajó posteriormente en Myanmar. Para las entrevistas, el director se viste informalmente, vaqueros y corbata, y no tiene un ayudante de relaciones públicas. El gran inconveniente es su acento; puede improvisar un chiste poco político en inglés idiomático, pero después sufre al repetir tres veces lo que dijo para que lo entiendan.
Kochi dijo que no deseaba el puesto de malaria en la OMS. Estaba “semi-jubilado y jugando mucho al golf”. Era asesor de la OMS en Nueva York y tenía una buena reputación por su trabajo sobre la tuberculosis.
"Ahora, si fallo con la malaria, la gente sólo me recordará por eso", comentó.
Kochi dijo que recibió dos órdenes del Dr. Lee: "Dominar a la malaria y no crear una ‘Unmalaria’ ” (una broma irónica que hace referencia a Unaids, la agencia de las Naciones Unidas, socia de la OMS en la lucha contra el sida pero competidora por fondos, expertos y gloria).
Cuando el Dr. Lee murió inesperadamente, le preguntaron al Dr. Kochi si podría quedarse en el puesto a pesar de su personalidad irritable y de los enfrentamientos internos en la OMS.
"Veremos”, respondió. "La elección del nuevo director se realizará antes de fin de noviembre. Pero yo no empiezo peleas que no puedo ganar. Si consigo resultados, tal vez ellos me permitan quedarme; si no, volveré a jugar golf."
El Grupo de Trabajo sobre Obesidad, vinculada a la OMS, recibe “millones” de las compañías farmacéuticas
Traducido por Boletín Fármacos de: Ray Moynihan Byron Bay, Obesity Task Force Linked to WHO Takes “Millions” from Drug Firms, BMJ 2006;332:1412
[N.E.: se puede consultar el contenido de esta nota en la Sección Ética y Derecho de esta edición del Boletín Fármacos]
La OMS y los derechos de propiedad intelectual
Resumido y traducido por Boletín Fármacos de: Loves J, A new initiative of WHO: Prizes rather than prices, Le Monde Diplomatique, May 2006; Patent Baristas. Who releases report promoting innovation relevant to developing countries, May 31 2006, disponible en: www.patentbaristas.com/archives/000406.php; Khor M., WHA establishes working group on IPRs and health R&D, TWN, May 29; IFPMA. World Health Assembly resolution recognizes IP is important incentive for development of new health-care products, May 31, disponible en: www.ifpma.org/News/NewsReleaseDetail.aspx?nID=5022
[N.E.: se puede consultar el contenido de esta nota en la Sección Derechos de Propiedad Intelectual y Libre Comercio de esta edición del Boletín Fármacos]