EL DESAFÍO DE PROMOVER EL ACCESO A LOS MEDICAMENTOS EN LA REGIÓN DE LAS AMÉRICAS
Jorge Bermudez
Jefe de la Unidad de Medicamentos, Vacunas y Tecnologías en Salud,
Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), Washington DC
El acceso a los medicamentos debe ser considerado en el marco de las políticas de salud e incorporado en los sistemas y servicios de salud como un derecho humano fundamental. Para tal fin, los gobiernos deben formular políticas muy claras de protección social, comprometidas con ampliar el acceso de las poblaciones a los servicios de salud, incluyendo el acceso a los medicamentos no como una medida aislada, sino como uno de los componentes de las políticas de salud. En especial debemos dar prioridad a atender las necesidades de los grupos poblacionales más vulnerables o desprotegidos, reduciendo desigualdades e inequidades. Superar estas barreras y conseguir acceso universal es uno de los grandes desafíos que nuestra región enfrenta al aplicar las políticas comprometidas con la Declaración de los Objetivos del Milenio.
Los contrastes, la distribución desigual no sólo de la renta, sino también de acceso a condiciones dignas de vida y de trabajo; diferentes modelos de protección social; sistemas de salud estructurados de acuerdo con premisas diferentes; niveles diferentes de desarrollo económico y social representan problemas adicionales que hay que superar. Todo ello demuestra claramente que la meta de conseguir el acceso a los medicamentos esenciales solo puede ser encarada como una política amplia, abarcadora, a través de políticas de Gobierno, de carácter multisectoral y multidisciplinar; es decir que tienen que ser resueltas de manera interministerial por los Estados Miembros de nuestra región. Es responsabilidad de las organizaciones internacionales, en especial aquellas de las Naciones Unidas, prestar el debido respaldo técnico y político a nivel regional y subregional para que superemos las inequidades y podamos promover políticas universales que eliminen los problemas de fronteras, armonizando procedimientos y estimulando la cooperación horizontal y la optimización de tantas instituciones de elevado nivel presentes en nuestros países.
Para la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el papel protagónico a ejercer y liderar en nuestra región representa más que un compromiso, una obligación en función del mandato conferido por los Estados Miembros y renovado anualmente durante las sesiones del Consejo Director. La orientación y los objetivos son muy claros y las directrices de actuación de la OPS son fruto de las demandas originadas a partir de las necesidades de nuestras poblaciones y expresadas en las Resoluciones y Recomendaciones aprobadas por los Ministros de la Salud. En el campo especifico del sector farmacéutico y del acceso a los medicamentos esenciales, las presentes presiones fruto del desarrollo económico, y del creciente intercambio y comercio en nuestros países nos obligan a que imprimamos directrices muy transparentes, comprometidas y especialmente factibles desde el punto de vista político. Las presiones también surgen de los conglomerados que se forman a partir de las negociaciones y armonización sub-regional, confrontadas con el desequilibrio entre oferta y demanda, y de la asincronía y asimetría de información que caracterizan ese denominado “mercado imperfecto”, aliado a las características especificas de un sector con tantos intereses involucrados y antagónicos.
Con base en directrices claramente emanadas de los documentos de la OMS, la formulación e implementación de políticas farmacéuticas vienen constituyendo una especie de espina dorsal para las acciones capaces de promover el acceso a medicamentos en el ámbito de los sistemas de salud. Considerando que alrededor del 60% de los países en la región poseen acceso bajo o regular a medicamentos esenciales, tenemos que promover mejores medidas que tengan en consideración la información independiente, la contención de costos, la promoción de políticas o programas de medicamentos genéricos, sistemas y mecanismos de suministro, medidas adecuadas de regulación económica y sanitaria y la promoción del uso racional de medicamentos.
Tenemos que observar cuidadosamente los tratados de libre comercio actualmente en discusión, negociación o implementación en la región y determinar cuáles son sus impactos potenciales al acceso a medicamentos, en especial a los medicamentos recientemente incorporados en el arsenal terapéutico. Al mismo tiempo, tenemos que estar alertas a las modalidades con las cuales los nuevos medicamentos se difunden en los sistemas de salud, los mecanismos de competencia que se establecen en los denominados mercados relevantes y el impacto en los precios de los nuevos productos o grupos terapéuticos en nuestros sistemas de salud.
Todas las acciones relacionadas con los problemas identificados han sido discutidas y forman parte de las prioridades establecidas por la OPS en la implementación de sus planes de acción para los próximos ejercicios, en el marco del Cambio Organizacional y de la discusión al respecto de la OPS del Siglo XXI que hacen parte de los compromisos establecidos por la actual dirección y que tienen como objetivos fundamentales: completar la agenda inconclusa, proteger los logros alcanzados, y enfrentar los nuevos desafíos en función de la consolidación de los sistemas nacionales de salud. Esta acción tiene que ser encarada como una acción concertada que unifique a todos aquellos que buscan cada vez más ardientemente alcanzar la utopía de una sociedad ecuánime y con justicia social. El desafío y los instrumentos de trabajo están muy claramente delimitados. Nos queda la obligación de superar las barreras e implementar con acierto las medidas de alcance e impacto social y político.
¡Nada más esperan de nosotros! ¡Nada más dejarán de esperar poblaciones hoy desamparadas pero siempre con esperanza y fe de que días mejores pueden ser construidos a corto plazo! ¡Nos queda la tarea de cumplir las metas y compromisos que nosotros mismos establecimos y la Historia nos juzgará, como dirigentes que somos, por lo que hicimos y también por lo que dejamos de hacer!