Los recientes eventos adversos producidos en el Inen (1), que han afectado la salud de varios niños, dan pie para enfocar lo que viene sucediendo con esa institución y con la problemática del cáncer en el país. Lamentablemente el tratamiento del tema está ligado a las acciones de una persona: Carlos Vallejos Sologuren, ex ministro de Salud. Por ello es oportuno recordar que unos días antes de asumir la presidencia Alan García, en 2006, Vallejos, ya con la cartera asegurada, logró que el Congreso aprobara la norma que convertía al Inen en una OPD, lo que en la práctica le da gran autonomía en relación a la autoridad sanitaria.
Luego de ello Vallejos asume el Ministerio de Salud y uno de los primeros actos de su gestión fue derogar el reglamento de ensayos clínicos, aprobado durante el gobierno anterior y que establecía avances indudables en relación a estas prácticas, como exigir protección e información adecuada para los pacientes frente a las posibles consecuencias adversas de las pruebas en sus cuerpos.
El hecho que explica esta acción ministerial es que Vallejos, como se puede observar en el registro de investigadores del Instituto Nacional de Salud, es uno de los principales médicos que desarrolla ensayos clínicos en el país y el reglamento lo afectaba directamente. Se trata de un conflicto de intereses que demuestra hasta dónde llega la influencia de la industria farmacéutica, que estaría pagando en el mismo Inen elevados montos de dinero a los médicos por cada paciente, principalmente gente pobre y desinformada, que logran captar para un ensayo clínico.
Cerrando el círculo
Pero la cuestión no queda ahí, sino que Vallejos es uno de los principales accionistas de Oncosalud, la empresa aseguradora más importante del país frente a los riesgos del cáncer. Vemos así que el circuito del cáncer en el Perú está prácticamente cerrado, con un médico que es director del instituto público especializado en el tema y a la vez accionista del mayor asegurador privado en cáncer. Así las cosas, se entiende la facilidad con que luego de ser relevado del Ministerio de Salud, Vallejos regresó a la dirección del Inen casi por un tubo, a pesar de tener pendientes serias imputaciones que incluyen el bloqueo a investigaciones sobre su gestión al frente de esta institución.
Vallejos se defiende señalando que en el Inen nadie se queda sin atención por falta de dinero. Pero no hace falta más que pasar una mañana en el cruce de las avenidas Aviación y Primavera, para ver cómo la gente pobre vende sus pertenencias para adquirir medicamentos o lograr una consulta en la clínica del Inen. Porque, como en muchos hospitales del Estado, en el Inen también funciona una clínica distinta al hospital, en la que algunos médicos hacen su agosto captando pacientes para una consulta más rápida o atendiendo afiliados de aseguradoras como Oncosalud.
No es extraño tampoco que en estas circunstancias hayan aparecido establecimientos que dan servicios relacionados al cáncer en los alrededores del Inen, que estarían ligados a personal que trabaja en este instituto.
Desde una mirada de salud pública, es inaceptable la influencia que viene ejerciendo una persona y su grupo cercano sobre las atenciones e investigaciones para una enfermedad que afecta a tantos peruanos y que implica un tratamiento costosísimo, que la mayoría no está en condiciones de pagar.
Por eso es necesario que se determine la responsabilidad directa que emana de la aplicación de los medicamentos que han afectado gravemente la salud de varios niños esta semana, e investigar también las acciones y alcances de seguros como Oncosalud, que se supone ofrece protección integral contra el cáncer.
En ese contexto, es urgente ir desentrañando las redes de influencia que el “rey del cáncer” mantiene en el país y de todos los que con la salud vienen haciendo grandes negocios al margen de la ley y del derecho.
“La ventana indiscreta”
Cuando hace unos años un grupo de personas logramos que Cecilia Valenzuela, directora de ‘La ventana indiscreta’, que se emitía en Canal 2 nos reciba, y le presentamos la denuncia documentada sobre la derogatoria del reglamento, no le dio importancia y argumentó que el cáncer es un tema muy sensible para abordarlo de esa forma.
(1) Se trata de 5 niños con leucemia que recibieron una infusión con metotrexate, como parte de su esquema de tratamiento y tuvieron una RAM (convulsiones) que los llevó a Cuidados intensivos