PRESCRIPCIÓN, FARMACIA y UTILIZACIÓN
Investigaciones
De prescripción en ancianos: una práctica a ser valorada
(Desprescrição em idosos: uma prática a ser valorizada)
Mariana Fontoura L. Nacimiento
http://cemedmg.wordpress.com/2013/12/12/desprescricao-em-idosos-uma-pratica-a-ser-valorizada/
Traducido Salud y Fármacos
Las mejoras en el saneamiento y la vivienda, los avances médicos y las innovaciones tecnológicas suponen una mayor calidad de vida para la población y, en consecuencia, un aumento de la esperanza de vida. Según el último censo realizado en Brasil, en el año 2010, las personas de 65 años o más representaban el 7,4% de la población total, y las estimaciones sugieren que para 2050 este número podría llegar a 22,71% [1,2].
Esta tendencia al envejecimiento de la población genera una creciente demanda de servicios de salud, ya que las personas mayores necesitan un cuidado especial debido a que tienen una mayor propensión a desarrollar enfermedades, sean estas enfermedades crónico-degenerativas no trasmisibles como la diabetes, el cáncer, o enfermedades infecciosas como la gripe o la neumonía [3].
El uso de múltiples fármacos simultáneamente (denominado polifarmacia) es una práctica común entre los pacientes de edad avanzada. Estos, en general, consultan a diferentes especialistas médicos, acumulando varias clases de medicamentos para su historia farmacológica. Uno de los factores que contribuye a la polifarmacia es la visión fragmentada que el modelo biomédico tiene del ser humano, de forma que cada especialista se hace cargo de un “órgano del cuerpo enfermo” sin considerar al ser humano como un todo, con sus características biológicas, psicológica y socioambientales particulares [4].
La combinación incorrecta de medicamentos puede aumentar el riesgo de eventos adversos [5] y en este contexto, la prescripción inadecuada se cita como la principal causa de los problemas generados por la polifarmacia [6]. De acuerdo con una reciente revisión sistemática, una de cada cinco recetas para ancianos en atención primaria es inapropriada [7].
Este escenario nos lleva a reflexionar sobre la práctica de la atención de salud denominada “des-prescripción”. Esta práctica consiste en un análisis riguroso de las prescripciones con el fin de identificar los problemas relacionados con los medicamentos utilizados, lo que contribuye a una mayor calidad de la farmacoterapia, mejoras funcionales y la reducción del gasto por internaciones recurrentes, por ejemplo, a causa de los eventos adversos. Aunque la desprescripción puede en ciertos casos especiales ser realizada por los farmacéuticos, el médico sigue siendo el principal actor de esta práctica.
El apoyo de los farmacéuticos y enfermeras, sugiriendo conductas terapéuticas, ya sea a través del dialogo con el médico o a través del paciente, puede sumar esfuerzos para reducir al mínimo las interacciones indeseables y reacciones adversas [8]. Las intervenciones pueden variar desde la modificación de la dosis, la sustitución, la eliminación o la inclusión de otros medicamentos de venta con receta médica [9].
Deprescribir, implica cinco etapas [9]:
Revisión: de todos los medicamentos utilizados, evaluando el estado físico y de comportamiento de la persona, así como su contexto social y familiar.
Análisis: evaluación de la adherencia, eventuales interacciones y efectos adversos. Marcar las metas de atención y del tratamiento a alcanzar, teniendo en cuenta la relación entre la esperanza de vida y el tiempo de tratamiento.
Acción: retirando los medicamentos inadecuados, realizando el ajuste de dosis y/o reemplazando por otros medicamentos necesarios.
Ajuste: conozca las expectativas y creencias del paciente, dando preferencia a las posibilidades reales de la adherencia a la medicamento.
Monitoreo: detecte el resurgimiento de los síntomas o el empeoramiento de la enfermedad subyacente, evaluando la adherencia a la deprescripción, destacar los logros y dar apoyo.
Al igual que cualquier intervención en salud, la desprescripción puede tener consecuencias negativas, a pesar de los potenciales beneficios para el paciente. Entre éstas cabe mencionar algunas complicaciones tales como el síndrome de abstinencia, que se relaciona principalmente con fármacos que actúan sobre el sistema nervioso central, como las benzodiazepinas, y el llamado efecto rebote, entendido como la reaparición de los síntomas después de la retirada del fármaco
Por estas razones, es importante llevar a cabo este proceso involucrando al paciente, a sus cuidadores y a todos los profesionales responsables, y destacando que ninguna alteración debe considerarse como irreversible [10,11] y que el éxito de la intervención depende de la supervisión constante del paciente por los profesionales implicados incluyendo al cuidador, si es aplicable.
Deprescribir es una práctica que beneficia no sólo al adulto mayor, sino también a todos los pacientes que tengan una conducta terapéutica inadecuada.
El cambio en la conducta terapéutica de un paciente presenta obstáculos, no sólo para el individuo, quien puede sentirse inseguro acerca de la práctica, sino también por factores externos, como el sistema de salud actual, los profesionales responsables y la relación médico-paciente [9]. Por lo tanto, es necesario que el público y los profesionales del equipo de salud estén informados sobre el proceso de deprescripción para que esta práctica sea más valorada y de hecho, incorporada en la rutina terapéutica.
Es importante destacar que el principal factor facilitador de esta práctica son los profesionales del equipo de salud, por lo tanto, es esencial el intercambio de información entre todas las personas que intervienen, con el objetivo de la alcanzar una mejor calidad de vida del individuo.
La deprescripción tiene características parecidas a la conciliación de medicamentos, pero la conciliación es más común en el ámbito hosptialario. En este caso se comparan las prescripciones médicas que se hacen antes de la internación, durante y después del alta hospitalaria, con la finalidad de identificar variaciones y corregir posibles errores en la medicación [12].
Referencias