Economía y Acceso
Precios
México. El alto costo de las medicinas lleva a la quiebra o a la muerte
Emir Olivares Alonso
La Jornada, 26 de junio de 2015
http://www.jornada.unam.mx/2015/06/26/sociedad/036n1soc
Resumido por Salud y Fármacos
El alto costo de los fármacos y el creciente movimiento antivacunas son dos problemáticas que hoy día ponen en riesgo la salud de la población mundial, señalaron expertos en el tema.
En particular, en México existe incapacidad de las autoridades de salud para dotar de los medicamentos mínimos necesarios a la población, además de que los procesos de vacunación no siempre siguen los cuidados necesarios.
Misael Uribe, de la Fundación Mexicana para la Salud, refirió que hay al menos 10 medicamentos para combatir enfermedades crónico-degenerativas cuyo tratamiento anual cuesta más de US$200.000. Hoy o te vas a la quiebra por comprar estos productos o mueres, porque no puedes adquirirlos.
Durante el Encuentro de Pensadores para Crear la Carta de las Obligaciones del Ser Humano, organizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la sección mexicana de World Future Society, el especialista indicó que uno de esos fármacos es el Soliris, cuyo tratamiento alcanza un costo superior a US$350.000 anuales y la empresa que lo fabrica obtiene ganancias por casi US$300 millones al año.
Insta a las autoridades a desarrollar política
En su opinión, es obligatorio para las autoridades nacionales desarrollar una política para disminuir los costos de medicamentos. En el país, 73% del gasto nacional en fármacos proviene del bolsillo de las personas; además, más de 50% del dinero que las familias destinan a salud es para la compra de medicinas, y ese porcentaje es aún más alto en los hogares más pobres.
Estamos en el peor de los escenarios: somos un país con poco ahorro, mucho desabasto, corrupción e incompetencia. Es urgente una política de desarrollo de medicinas para todos.
El valor de mercado de medicamentos en México es de Pm186.000 millones (1US$=Pm16). De ese total, el sector privado paga Pn134.000 millones, 72%, y el público 52.590 millones, 28%, refirió.
La crisis del sistema en este sentido se refleja en que una de cada 10 recetas en el Instituto Mexicano del Seguro Social (10%) no se surte; en el Instituto de Seguridad y Servicios sociales de los Trabajadores del Estado es 25%, y en las secretarías de salud de los estados, 23%.
Samuel Ponce de León, jefe de investigación de la Facultad de Medicina de la UNAM, advirtió que a escala global el movimiento antivacunas está creciendo debido a que en 1998 un artículo que apareció en The Lancet habló de una posible relación entre la administración de la vacuna triple vírica (sarampión, paperas y rubeola) y el desarrollo de autismo.
No usar esos productos es un riesgo para la salud de la humanidad ante alguna epidemia. El movimiento antivacunas ha ocasionado la reaparición del sarampión en Europa y EE UU, por ejemplo.
Una decisión individual repercute en la sociedad
“Esas decisiones individuales o familiares tienen repercusión en la salud pública y nos replantean la necesidad de reforzar la obligatoriedad de la inoculación. Las políticas de vacunación deben ser prerrogativa del Estado (…) La decisión de una madre de no aplicarla a su hijo puede ser motivo de la muerte de los hijos de sus vecinos y de los propios”, alertó.
Dijo que en casos extraordinarios la inoculación puede generar reacciones inesperadas o una alergia. Debe estimularse la vacunación universal, con premios antes que penalizar, aunque es una responsabilidad de todos. El Estado debe garantizar la máxima seguridad del proceso e invertir los recursos necesarios.
David Kershenobich, catedrático de la UNAM y emérito del Sistema Nacional de Investigadores, propuso el diseño de estrategias más intensas de investigación e innovación en países menos desarrollados y realizar esfuerzos conjuntos entre la industria farmacéutica y los gobiernos para aplicar medidas preventivas con el fin de lograr el acceso a medicamentos innovadores.
Nota del Editor: Las vacunas tradicionales han tenido un impacto muy positivo en la salud pública y su utilización debe promoverse. Sin embargo, en los últimos años han salido nuevas vacunas al mercado con patrones de seguridad y eficacia inciertas, o al menos no tan bien establecidas como en el caso de las vacunas tradicionales, que además son muy caras e inasequibles para muchos individuos y gobiernos. Cuando se habla de vacunas, hay que especificar de qué vacuna se trata.