La subida de precios que la mayoría de medicamentos de marca experimentó en Estados Unidos durante el periodo 2000-2008 tiene dos causas principales: la falta de competencia entre laboratorios y la ausencia de genéricos que abaraten el coste de los tratamientos. Ésta es la principal conclusión a la que ha llegado la Oficina de Cuentas del Gobierno (GAO) estadounidense en un estudio que publicó la semana pasada en el que asegura que un total de 416 productos de marca aumentaron "considerablemente" su precio. Habría que buscar y poner la referencia de este documento de GAO (ir a la pagina de GAO para reporte completo en: Lack of Therapeutically Equivalent Drugs and Limited Competition May Contribute to Extraordinary Price Increases, http://www.gao.gov/new.items/d10201.pdf)
Este número de medicamentos representa el uno por ciento del total de productos de marca que actualmente se encuentran en el mercado farmacéutico estadounidense. En este sentido, según los datos del GAO, en 2008 existían en Estados Unidos un total de 13.193 medicamentos de marca y, de ellos, aumentaron su precio 71.
Además, según el estudio, la mayoría de ellos sufrieron "desmesuradas subidas de precio" durante los años en los que se llevó a cabo el análisis, que se situaron entre el 100 y el 500 por ciento de incremento. Asimismo, se dieron casos en los que el precio se multiplicó por 42, lo que repercutió claramente en el bolsillo de los consumidores y en el gasto sanitario del país.
En cuanto a los medicamentos que subieron el precio con mayor frecuencia se encontraron los pertenecientes a tres áreas terapéuticas: sistema nervioso central, con 126 casos; antiinfecciosos, con 55 medicamentos; y cardiovascular, área en la que 35 fármacos incrementaron su coste en los últimos nueve años.
La PhRMA se defiende
A este respecto, el vicepresidente de la patronal de compañías innovadoras de ese país (PhRMA), Ken Johnson, justificó los datos del informe y restó importancia a la subida de precios que se ha producido en los fármacos en estos últimos nueve años, ya que cree que se trata de "un número pequeño de marcas". Igualmente, destacó el valor principal de los fármacos: "Salvar vidas".
Del mismo modo, minimizó el impacto de las subidas al asegurar que el mercado norteamericano creció solo un 3,2 por ciento, "la cifra más baja de los últimos 47 años", y explicó que los medicamentos suponen todavía cerca del 10 por ciento de los costes sanitarios, "igual que en 1960".
Asimismo, aseguró que "el descubrimiento y desarrollo de nuevas medicinas conlleva un riesgo inherente y es un negocio muy caro". En este sentido, afirmó que las compañías emplean entre 10 y 15 años en el desarrollo de productos innovadores, con unos gastos de US$1.200 millones, cifra que aumenta si se habla de fármacos biotecnológicos.