Investigaciones
Neurolépticos atípicos en pacientes de edad avanzada: daño renal agudo (Atypical neuroleptics in elderly patients: acute kidney injury)
Revue Prescrire 2015; 35 (380): 430
Traducido por Salud y Fármacos
A partir de datos procedentes de bases de datos de seguros médicos, un equipo canadiense mostró que los pacientes mayores de 65 años presentaban un aumento del riesgo de hospitalización estadísticamente significativo por insuficiencia renal aguda en los 90 días posteriores al inicio del tratamiento con risperidona, quetiapina u olanzapina, neurolépticos orales “atípicos”.
Se identificaron los efectos adversos que pueden derivar en insuficiencia renal: hipotensión, retención urinaria aguda, neumonía, infarto de miocardio y arritmia ventricular. También aumentó la mortalidad por todas las causas.
Los neurolépticos atípicos no tienen reputación de producir insuficiencia renal aguda. Sin embargo, se han notificado varios casos preocupantes. Para investigar este hecho, un equipo examinó las bases de datos de seguros médicos en Ontario (Canadá) para estudiar el riesgo de insuficiencia renal aguda en pacientes de edad avanzada que habían iniciado tratamiento con un neuroléptico “atípico” recientemente [1-3].
A continuación se muestran los resultados principales.
Unos 200.000 pacientes estudiados. Este estudio se centró en el periodo 2003 a 2011. Comparó los resultados en un grupo de 97.777 pacientes mayores de 65 años en los 90 días posteriores a una nueva prescripción de olanzapina, quetiapina o risperidona oral, frente a los resultados en un grupo de 97.777 pacientes no expuestos que cumplieran varios criterios (a)[1]. Los pacientes tenían 80 años de media y el 64% eran mujeres.
Aproximadamente el 54% de estos pacientes habían sido diagnosticados de demencia [1].
Los neurolépticos “atípicos” prescritos fueron risperidona en el 46% de los casos, quetiapina en el 35% y olanzapina en el 19% [1]. Los autores no estudiaron otros neurolépticos “atípicos” como aripiprazol u otros neurolépticos convencionales como haloperidol. Se excluyeron del estudio aquellos pacientes que habían recibido tratamiento con un neuroléptico en los 6 meses previos al estudio.
Insuficiencia renal aguda. Se detectó un aumento del riesgo de hospitalización estadísticamente significativo por insuficiencia renal aguda en los 90 días posteriores a una nueva prescripción de uno de los tres neurolépticos estudiados: 1.002 pacientes (1,0%) en el grupo de exposición, frente a 602 pacientes (0,62%) en el grupo no expuesto, es decir, un riesgo relativo (RR) de 1,7 (intervalo de confianza del 95% (IC95): 1,6 – 1,9) [1].
Un análisis de subgrupos de 1.796 pacientes a los que se determinó el nivel de creatinina sérica mostró un aumento estadísticamente significativo del riesgo de hospitalización por insuficiencia renal aguda en pacientes tratados con uno de estos neurolépticos en comparación con los pacientes no expuestos, con un riesgo relativo similar (RR = 1,7; IC95: 1,2 – 2,4) [1].
No se detectaron diferencias notables en el riesgo asociado con los tres neurolépticos estudiados. Bajas dosis diarias (como 0,5 mg de risperidona o menos) plantean un riesgo similar que a dosis altas [1]. La presencia de antecedentes de enfermedad renal crónica no parece aumentar el riesgo [1].
Otros efectos adversos que pueden derivar en insuficiencia renal. También se demostró un aumento del riesgo estadísticamente significativo de hospitalización relacionado con efectos adversos que pueden derivar en insuficiencia renal en los 90 días posteriores a la prescripción de uno de los neurolépticos estudiados: hipotensión (RR = 1,9; IC95: 1,6 – 2,3), retención urinaria aguda (RR = 2,0; IC95: 1,6 – 2,4), neumonía (RR = 1,5; IC95: 1,4 – 1,6), infarto de miocardio (RR = 1,4; IC95: 1,2 – 1,5), y arritmia ventricular (RR = 1,5; IC95: 1,2 – 1,8) (1).
Se notificaron más casos de rabdomiolisis y síndrome neuroléptico maligno en el grupo de exposición, pero la diferencia no fue estadísticamente significativa (RR = 1,4; IC95: 0,96 – 1,9) [1].
Aumento de la mortalidad por todas las causas. El riesgo de fallecimiento por cualquier causa también fue mayor en los 90 días posteriores a la prescripción de uno de los neurolépticos estudiados (RR = 2,4; IC95: 2,3 – 2,5) [1].
Varios estudios han demostrado un aumento de la mortalidad en pacientes de edad avanzada con demencia tratados con neurolépticos [3, 4].
En la práctica. Cuando se prescribe un neuroléptico a un paciente de edad avanzada a pesar de los riesgos, también debería realizarse seguimiento de la función renal del paciente.
a- Los pacientes se emparejaron por: edad, sexo, tipo de residencia, comorbilidades (demencia, esquizofrenia, depresión, enfermedad de Parkinson, eventos cerebrovasculares, diabetes, hipertensión, etc.) y niveles de creatinina sérica (ref. 1).
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