Resumen
Los promotores de la salud global abogan cada vez más por la producción local de medicamentos en los países en desarrollo como estrategia para promover la transferencia de tecnología, el desarrollo de los recursos humanos y la mejora al acceso a los medicamentos. Sin embargo, los esfuerzos para avanzar en la fabricación de medicamentos en estos países reviven el viejo dilema sobre si hay que fomentar el desarrollo tecnológico o favorecer el acceso a los servicios sociales, como la atención médica.

Este estudio examina el caso de Brasil, un país que ha desarrollado a gran escala políticas en la salud inspiradas en políticas industriales, pero que, sin embargo, todavía no se entienden bien. La experiencia de Brasil sugiere que los empleados públicos progresistas de los servicios de salud pueden generar prácticas innovadoras para la transferencia de tecnología y conocimiento. También demuestra que las empresas farmacéuticas altamente competitivas pueden colaborar entre ellas, si el gobierno les proporciona los incentivos adecuados. La reforma de las políticas reguladoras es crucial para garantizar productos de alta calidad en los países en desarrollo, pero los gobiernos deben desempeñar un papel crucial y apoyar a las empresas locales para que se puedan adaptar a estas regulaciones. Estos hallazgos envían un mensaje enérgico a los encargados de formular políticas de salud a nivel global y a los profesionales de la salud de todo el mundo sobre las condiciones para crear un entorno adecuado para la producción local de productos médicos.