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Precios

EE UU. Declaración de KEI sobre el esfuerzo de la Administración Trump para forzar aumentos de precios para los medicamentos que se venden en países extranjeros (KEI statement on Trump Administration efforts to force price increases for drugs sold in foreign countries)
James Love
KEI, 11 de mayo de 2018
https://www.keionline.org/27768
Traducido por Salud y Fármacos

La Administración Trump propone que el gobierno de EE UU defienda precios más altos de los medicamentos en países extranjeros. Tendremos que ver los detalles sobre cómo se gestionará este esfuerzo, pero como política general la propuesta no es nueva. Desde la administración Reagan, cada presidente de EE UU ha trabajado estrechamente con grandes compañías farmacéuticas para abogar por: derechos de propiedad intelectual más amplios, fuertes y duraderos para los nuevos medicamentos; barreras regulatorias a la competencia; debilitar los esfuerzos nacionales para bajar los precios de los medicamentos con restricciones en los reembolsos. controles de precios u otras medidas. Por ejemplo, los presidentes Obama, Bush y Clinton buscaron resultados similares, esfuerzos que se pueden documentar fácilmente, basta con leer dos informes publicados anualmente por la Oficina de la Casa Blanca del Representante Comercial de los Estados Unidos (USTR). Éstos son:

  1. Informe Nacional de Estimación del Comercio sobre Barreras de Comercio Exterior (ver ejemplos a continuación), y
  2. Informe Especial 301 (ir a https://www.keionline.org/ustr/special301 para encontrar 30 años de estos informes).

Se puede decir mucho sobre este tema, pero los siguientes son los puntos más críticos.

  1. El aumento de los precios de los medicamentos en el extranjero, como ocurrió tras las negociaciones tempranas del TLCAN en Canadá o las negociaciones de la OMC que resultaron en el acuerdo sobre los ADPIC, no bajan los precios en EE UU. De hecho, cuanto más altos sean los precios en el extranjero, y cuanto más difícil sea obtener genéricos de bajo costo fuera de EE UU, más fácil será cobrar precios más altos en EE UU.
  2. El aumento de los precios de los medicamentos aquí o en los mercados extranjeros, de hecho, mejora los incentivos mundiales para invertir en la I + D para nuevos productos. Dicho esto, no es una forma eficiente de hacerlo, ya que las empresas, en el mejor de los casos, solo reinvierten una pequeña porción de los ingresos en I + D.
  3. Los gobiernos de todo el mundo no quieren precios más altos, quieren precios más bajos, por lo que es difícil influir en los precios de los medicamentos extranjeros, especialmente cuando los precios más altos llevan a mayores déficits presupuestarios y / o menos acceso, y contribuyen a muertes y sufrimiento evitable entre los ciudadanos de sus propios países.
  4. La consecuencia de los altos precios de los medicamentos son barreras de acceso predecibles, las mayores disparidades de acceso (basada en los ingresos) y el abandono de toda pretensión de que “el acceso a los medicamentos para todos” sea realmente un objetivo.
  5. Una forma menos costosa y más efectiva de promover la innovación y abordar los abusos es concentrarse en los bajos niveles de financiamiento público para la investigación biomédica que hay en muchos países. Suiza, por ejemplo, se está enriqueciendo con su política de permitir que el NIH financie gran parte de la I + D y después otorgue las licencias que surjen de las universidades y otros receptores de subvenciones de los NIH, mientras proporciona muy pocos fondos gubernamentales para la investigación y desarrollo biomédico.
  6. El gobierno de EE UU debería apoyar, en lugar de oponerse, nuevas normas globales que requieran que nuestros socios comerciales igualen los subsidios a la I + D que proporciona el NIH y otras agencias federales, así como el crédito fiscal a los medicamentos huérfanos financiado por el gobierno de EE UU. Esta es una forma de abordar las contribuciones transfronterizas a I + D sin matar a seres humanos.

A lo largo de los años hemos observado varios cambios en las políticas de precios de los medicamentos extranjeros. Lo más constante ha sido la colaboración entre el Congreso de EE UU y el Poder Ejecutivo para imponer políticas destinadas a elevar los precios de los medicamentos en los países extranjeros, es algo que ocurre año tras año.

Hubo algunas excepciones notables a la política pro-pharma y anti-paciente, incluyendo las decisiones de 1999 a 2000 del presidente Clinton sobre patentes de medicamentos para el VIH en el África subsahariana (tras la considerable presión externa de activistas del VIH), La Declaración de Doha sobre el Acuerdo sobre los ADPIC y la Salud Pública en 2001, y la nueva política comercial de 2007 adoptada por el presidente Bush, que relajaron las presiones comerciales en algunos temas.

La Administración Obama trabajó muy estrechamente con las grandes farmacéuticas de formas tan numerosas que no se pueden mencionar aquí, incluyendo la participación del vicepresidente Joe Biden entre otros, y la Administración Trump ha tomado una línea dura a favor de la industria farmacéutica, casi de inmediato.

Toda la situación es espantosa, dado lo que se sabe sobre el sufrimiento humano asociado a los altos y abusivos precios de los medicamentos, y la continua oposición del gobierno de EE UU a trabajar en un acuerdo de I + D en la Organización Mundial de la Salud u otros foros, y su oposición al trabajo sobre la desvinculación de los incentivos para la I + D de los precios de los medicamentos, medidas que, de adoptarse, proporcionarían un futuro más prometedor en el que la innovación, el acceso, la asequibilidad y la equidad serían factibles.

creado el 4 de Diciembre de 2020