Farmacovigilancia
Precauciones
Consecuencias inesperadas del consumo de medicamentos de venta con receta (Unintended consequences of taking prescription medicines)
Ronald S. Litman
Inquirer, 20 de junio de 2018
http://www2.philly.com/philly/health/unintended-consequences-of-taking-prescription-medicines-20180620.html
Traducido por Salud y Fármacos
Han sido unas semanas llenas de noticias sobre la seguridad de los medicamentos. En particular, hay dos investigaciones diferentes que subrayan los efectos adversos de tomar medicamentos de venta con receta. Estudios como estos nos recuerdan que muchos medicamentos pueden tener consecuencias no deseadas y, en algunos casos, los riesgos pueden superar los beneficios.
El primero se publicó en el Journal of the American Medical Association [1], y los investigadores informan que un porcentaje relativamente grande (37,2 %) de los adultos que residen en EE UU están recibiendo medicamentos recetados que pueden causar o exacerbar la depresión o los síntomas suicidas.
Los autores analizaron los datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de los años 2005 a 2014. Los medicamentos estudiados fueron los que comúnmente toman los adultos para la hipertensión, el reflujo ácido, el dolor y el control de la natalidad, entre otros (los autores excluyeron a los adultos que ya estaban tomando antidepresivos).
Los investigadores confirmaron las implicaciones de este hallazgo al determinar que los signos clínicos de depresión se asociaron al uso concurrente de estos medicamentos y eran aproximadamente tres veces más frecuentes si la persona estaba tomando tres o más de dichos medicamentos (15% frente a 4,7%).
El estudio, que se publicó a principios de este mes, no fue diseñado para identificar a los medicamentos que pueden causar los síntomas de depresión. Aún así, es una importante llamada de atención para los pacientes y sus proveedores de atención médica, quienes no siempre prestan atención a la letra pequeña de las etiquetas de los medicamentos que contienen información sobre todos los posibles efectos secundarios. Si está tomando medicamentos recetados y tiene sentimientos persistentes de depresión o pensamientos suicidas, sería prudente hablar de esto con su médico. Es posible que sus síntomas no tengan nada que ver con sus medicamentos, pero es importante que los tenga en cuenta.
Otro estudio reciente se publicó en JAMA Psychiatry. Los investigadores informaron que, entre 2006 y 2010, una muestra de niños de hasta 6 años de edad que recibieron medicamentos para el tratamiento inicial de trastornos de conducta disruptiva acumularon exceso de grasa corporal abdominal y comenzaron a desarrollar signos de diabetes. Lo que fue realmente alarmante es que estos cambios ocurrieron rápidamente, durante los primeros tres meses de tratamiento.
Los medicamentos estudiados se utilizaron “fuera de etiqueta”, lo que significa que la FDA no los había aprobado para este uso en particular. Esencialmente, la FDA no ha tenido la oportunidad de examinar críticamente si estos medicamentos son efectivos o no, o si causan efectos secundarios inaceptables cuando se usan para trastornos de la conducta. La obesidad y la diabetes en los niños son especialmente preocupantes debido a su asociación con el desarrollo temprano de la enfermedad cardiovascular y a largo plazo de la diabetes.
Estos estudios refuerzan el principio de las consecuencias no anticipadas al tomar medicamentos recetados. Todos los medicamentos tienen efectos secundarios a ciertas dosis, por lo que equilibrar la utilidad terapéutica con los efectos secundarios no deseados es un desafío continuo. Cuando los efectos secundarios de un medicamento superan sus beneficios, puede ser el momento de hablar con su médico para reevaluar su dosis o considerar posibles alternativas.
Nota de Salud y Fármacos. Además, Diana Swift escribió el 12 de junio de 2018 en Medscape (Rx for Depression as potential adverse effect widely used). La prevalencia de uso de medicamentos que se asocian a la depresión, durante los 30 días previos al estudio, fue de 37,2% (intervalo de confianza [CI] de 95%, 36,0% – 38,3%). Esta prevalencia aumentó con el transcurso del tiempo: en la encuesta 2005-2006 fue de 35,0% (95% CI, 32,2% – 37,9%) y en la 2013-2014 de 38,4% (95% CI, 36,5% – 40,3%) con una p=,03.
Entre los medicamentos que se asocian a la depresión figuran los beta-bloqueantes, los inhibidores de la bomba de protones, los analgésicos y los anticonceptivos hormonales.
También aumentó la proporción de pacientes que utilizaron tres o más medicamentos simultáneamente, de 6,9% (95% CI, 6,2% – 7,6%) a 9,5% (95% CI, 8,4% – 10,7%). El riesgo de depresión aumentó con el uso concurrente de varios medicamentos. Mientras la tasa de depresión entre los que no consumían estos medicamentos era de 4,7%, aumentó a 6,9% (95% CI, 6,2% – 7,6%) si consumían un medicamento y a 15,3% (95% CI, 12,0% – 18,6%) si estaban consumiendo al menos tres.
También ha aumentado el consumo de medicamentos asociados a un aumento de los intentos de suicidio, de 17,3% (95% CI, 15,9% – 18,8%) en 2005- 2006 a 23,5% (95% CI, 21,8% – 25,2%) en 2013-2014.