Prescripción, Farmacia y Utilización
Prescripción
La aprobación de los tratamientos contra el cáncer se ha acelerado, pero ¿a qué costo? (Cancer drug approvals are speedier, but at what cost?)
Charles Bankhead
MedPage Today, 20 de junio de 2018
https://www.medpagetoday.com/publichealthpolicy/fdageneral/73602
Traducido por Salud y Fármacos
Según un análisis de las aprobaciones recientes de medicamentos, el programa de la FDA para designar una terapia como innovadora ha acelerado la aprobación de los medicamentos contra el cáncer, pero no necesariamente son mejores o más seguros.
Una revisión de los medicamentos contra el cáncer aprobados entre 2012 y 2017 mostró que los medicamentos que recibieron la designación de terapia innovadora de la FDA llegaron al mercado dos años antes que los medicamentos que no obtuvieron tal designación. Los fármacos con y sin designación como innovadores tuvieron un desempeño similar en los indicadores de supervivencia sin progresión (SSP), en la tasa de respuesta objetiva en tumores sólidos, las tasas de mortalidad y de eventos adversos graves.
Un análisis separado de las aprobaciones de medicamentos para tratar tumores sólidos mostró que las aprobaciones que no se apoyaron en ensayos controlados aleatorios (ECA) se asociaron a tasas más altas de modificaciones postcomercialización de su etiqueta/ficha técnica por problemas de seguridad, que los medicamentos e indicaciones para los que sí había evidencia procedente de ECAs.
Los autores de una editorial [1], publicada junto con los dos estudios en el Journal of Clinical Oncology, dijeron que los análisis “nos desafían a considerar pasos adicionales para encontrar el equilibrio adecuado entre mejorar el acceso a los medicamentos y la seguridad del paciente”.
“La primera obligación del médico es no causar daño”, escribieron los médicos Nicole M. Kuderer, del Advanced Cancer Research Group, y Gary H. Lyman, del Fred Hutchinson Cancer Research Center, ambos en Seattle. “De igual manera, la FDA necesita, ante todo, proteger a los pacientes de los efectos adversos graves de los medicamentos, y a la vez proporcionar un acceso razonable y oportuno a nuevas terapias prometedoras para afecciones que ponen en peligro la vida, especialmente de aquellos pacientes que tienen pocas opciones”.
El Congreso estableció el programa de terapias innovadoras en 2012, para acelerar el desarrollo y la revisión de los nuevos medicamentos. El médico y abogado Aaron S. Kesselheim del Hospital Brigham and Women’s y la Escuela de Medicina de Harvard en Boston dijo en la introducción a su análisis [2] que el programa es para medicamentos contra enfermedades graves o que ponen en peligro la vida, que pueden ofrecer mejoras sustanciales con respecto a las terapias existentes.
Según Kesselheim y los coautores, el programa parece haber ayudado a reducir los tiempos de desarrollo de los medicamentos, especialmente para las terapias contra el cáncer, que representaron más de la mitad de todos los medicamentos con designación de innovadores aprobados desde el inicio del programa hasta finales de 2017. No se sabe muy bien cual es el impacto del programa, más allá de acelerar la revisión y aprobación de medicamentos.
Para entender las características de los medicamentos contra el cáncer aprobados a través del programa de terapia innovadora, Kesselheim y sus coautores evaluaron la eficacia y seguridad de los medicamentos innovadores y compararon sus hallazgos con aquellos asociados a medicamentos no innovadores aprobados antes de 2017. De los 58 medicamentos nuevos contra el cáncer que fueron aprobados, 25 (43%) recibieron la designación de terapia innovadora. El análisis incluyó a unos 7.000 pacientes tratados con terapias innovadoras y unos 12.000 pacientes tratados con medicamentos que no recibieron esta designación.
La designación de innovador se asoció con un tiempo promedio para recibir la aprobación inicial por parte de la FDA de 5,2 años versus 7,1 años para los medicamentos no innovadores (P = 0,01). La SSP mediana para terapias innovadoras fue más del doble que la de los fármacos no innovadores, pero la diferencia no alcanzó significancia estadística (8,6 versus 4,0 meses, P = 0,11). La mediana de la tasa de respuesta para los fármacos innovadores fue del 37% frente al 39% para los fármacos no innovadores (p = 0,74).
Las terapias innovadoras no tenían más probabilidades de tener un nuevo mecanismo de acción que los fármacos no innovadores (36% versus 39%, P = 1,00). Se produjeron eventos adversos graves en el 38% de los pacientes tratados con fármacos innovadores y en el 36% de los tratados con fármacos no innovadores (P = 0,93), y la mortalidad no relacionada con la progresión de la enfermedad en los ensayos clínicos fue del 6% con fármacos innovadores y 4% con los no innovadores (p = 0,99).
Kesselheim y sus coautores concluyeron: “Aunque algunas terapias mostraron beneficios clínicamente significativos, hasta la fecha hay poca evidencia de que los medicamentos contra el cáncer designados como innovadores ofrezcan una eficacia o seguridad sustancialmente mejor o tengan una mayor probabilidad de actuar a través de un mecanismo de acción novedoso, que los medicamentos no designados como innovadores”.
El segundo análisis [3] se centró en las nuevas indicaciones para los medicamentos aprobados por la FDA que se usan para tratar tumores sólidos. El objetivo principal fue determinar si cuando se aprueban medicamentos sin tener resultados de un ECA se hacen más modificaciones a las indicaciones, dosis o toxicidad después de su aprobación por la FDA, según lo informado por Eitan Amir, médico y PhD, del Princess Margaret Hospital y la Universidad de Toronto.
La revisión abarcó desde enero de 2006 hasta diciembre de 2016 e incluyó 59 medicamentos y 109 indicaciones para tumores sólidos, según lo reportado en el sitio web de la FDA. De las 109 indicaciones otorgadas, 17 (15,6%) no se apoyaron en los resultados de un ECA. El análisis de los autores mostró que las indicaciones que no se apoyaban en un ECA tenían más probabilidades de:
Las modificaciones importantes postcomercialización en la indicación, el uso, la dosis, la administración, las advertencias de recuadro y las contraindicaciones ocurrieron en proporciones similares entre las indicaciones basadas y no basadas en los resultados de un ECA.
Amir y los coautores concluyeron “Los medicamentos contra el cáncer aprobados por la FDA sin datos provenientes de una ECA se asociaron a más modificaciones a la etiqueta/ficha técnica, después de su comercialización, en la información de seguridad, especialmente en relación a los eventos adversos”, “Los profesionales de la salud deben ser conscientes de esto y deben ejercer una mayor vigilancia al usar dichos medicamentos justo después de ser aprobados”.
Hwang reveló una relación con Bain Capital. Uno o más co-autores revelaron relaciones con Aetion, Chordata, Merck, PCORI, Vida Health, Roche, WntRx y AstraZeneca.
Shepshelovich informó que no tenía conflictos relevantes con la industria. El coautor Eitan Amir reveló una relación con Apobiologix.
Kuderer reveló relaciones con Generex Biotechnology, Janssen, Coherus Biosciences, Halozyme, G1 Therapeutics. Myriad Genetics, Mylan, Celldex y Amgen. Lyman reveló relaciones con Generex Biotechnology, Halozyme, G1 Therapeutics, Coherus Biosciences y Amgen.
Referencias