El sistema que actualmente financia los ensayos clínicos con medicamentos de venta con receta y con dispositivos médicos, que depende principalmente del financiamiento corporativo, pone poca información útil a disposición de investigadores y profesionales. Limitar la disponibilidad de datos sobre cómo los diversos grupos demográficos responden en los ensayos está negando, a los profesionales e investigadores, el acceso a la información que podría mejorar la prescripción y llevaría al desarrollo de mejores medicamentos.

Esa es la conclusión de la investigación “La disponibilidad de datos de ensayos clínicos: el caso de la enfermedad de Crohn (The availability of data from clinical trials: The case of Crohn’s Disease)”, publicada hoy por el Centro para la Investigación de Políticas Económicas (CEPR). “La falta de transparencia en torno a los datos de seguridad y la eficacia de los medicamentos es una enorme pérdida para los potenciales usuarios de los datos, ya sean clínicos u otros investigadores”, dijo Ravi Katari, MD, coautor del informe (Disponible en ingles en http://cepr.net/images/stories/reports/clinical-trial-2018-06.pdf )

El estudio analiza los datos de 53 ensayos clínicos relacionados con la enfermedad de Crohn que aparecen en Clinicaltrials.gov. En Clinicaltrial.gov prácticamente no hubo información sobre los resultados. Estos ensayos resultaron en 32 artículos publicados en revistas. En solo cinco de estos artículos hubo información sobre cómo habían respondido los diversos grupos demográficos (por ejemplo, hombres versus mujeres). Cuando se estableció contacto con los autores para obtener datos, solo en un caso se indicó que los datos estarían disponibles para hacer un análisis más detallado.

Los ensayos clínicos, que evalúan los medicamentos de venta con receta y los nuevos dispositivos antes de su comercialización, suelen ser financiados (e incluso a veces llevados a cabo) por la empresa titular de los derechos de propiedad intelectual de la tecnología en cuestión. Existe un incentivo obvio para ocultar o subestimar los datos de los ensayos que podrían perjudicar su potencial de ventas o la reputación de un medicamento.

“Los costos de divulgar datos adicionales deben ser triviales. Los beneficios potenciales para la salud son enormes”, dijo el economista senior Dean Baker, otro de los coautores del informe.

El informe recomienda que el gobierno exija la divulgación completa y oportuna de los resultados de los ensayos de cualquier estudio que reciba cualquier tipo de financiación gubernamental. El gobierno también podría tomar la iniciativa y divulgar la información de los estudios que realiza. Idealmente, la divulgación completa se convertiría en la norma, de modo que incluso los estudios financiados en su totalidad por el sector privado seguirían esta práctica.