Prescripción
No utilizar anticongestivos para resfriados en niños menores de seis años (Do not use decongestants for colds in children younger than age 6)
Roxanne Nelson
Medscape, 12 de octubre de 2018
https://www.medscape.com/viewarticle/903384
Traducido por Medscape
Aunque los resfriados suelen ceder en forma espontánea, es común utilizar medicamentos de venta sin receta para ayudar a aliviar los síntomas. Sin embargo, no se deben administrar descongestivos a niños menores de 6 años, y en menores de 12 años hay que hacerlo con precaución, concluyen expertos en un análisis publicado en la versión electrónica de British Medical Journal[1].
No hay evidencia de que estos productos alivien los síntomas nasales en niños pequeños, pero sí de que producen efectos adversos que incluyen somnolencia y trastorno digestivo, escriben el Dr. Mieke Van Driel jefe de unidad de atención primariade lafacultad de medicina de la University of Queensland, en Australia, y sus colaboradores.
Además, el uso de estos fármacos en niños pequeños se ha relacionado con efectos más graves, como convulsiones, taquicardia y muerte.
Estas advertencias no son nuevas. Hace una década, la FDA emitió un comunicado de salud pública (https://www.medscape.com/viewarticle/568984) señalando que los medicamentos de venta sin receta para tratar la tos y el resfriado no deben utilizarse en niños menores de dos años. El organismo también afirmó que estaba analizando la evidencia para niños entre 2 y 11 años, aunque no ha señalado alguna recomendación firme hasta el momento.
“Es importante que los padres tengan acceso a información apropiada sobre los beneficios y daños de los descongestivos nasales para sus niños”, comentó el Dr. Van Driel a Medscape Noticias Médicas.
“Esto es especialmente difícil cuando los tratamientos son productos de venta sin receta, ya que tales medicamentos suelen percibirse como inocuos. La mayoría de las personas no acude a su médico ante los primeros signos de un resfriado, e intentará con algo que adquirió en la farmacia o el supermercado. Así que esta información debería estar disponible en el lugar de compra”, destacó.
Asimismo, reiteró que la FDA ha publicado información sobre toxicidad por el uso de descongestivos en niños y se han retirado del mercado productos dirigidos a menores de dos años. A otros productos se les ha modificado la etiqueta para especificar que no se deben utilizar en infantes menores de cuatro años.
“Aunque esto es algo importante de llevar a cabo, no es suficiente y es posible que sea necesario concientizar al público mediante campañas similares a las dirigidas para reducir el uso de antibióticos”, puntualizó el Dr. Van Driel.
La Dra. Michelle Terry, pediatra del Seattle Children’s Hospital, en Washington, EE UU, está de acuerdo con las conclusiones de los autores. “No hay evidencia de que descongestivos o antihistamínicos abrevien la duración o mejoren significativamente los síntomas de resfriado común en niños. Tranquilizar a los pacientes y a los padres explicándoles que estas enfermedades ceden por sí solas es la opción preferida por pediatras”.
“Los pediatras también deberían revisar con los padres los posibles signos y síntomas de sufrimiento respiratorio en sus niños, de manera que sepan cuándo se ha agravado un resfriado y se requiere atención médica”, concluyó.
No hay evidencia de beneficio en niños
En su análisis, el Dr. Van Driel y sus colaboradores evaluaron la evidencia de diversos problemas con los medicamentos de venta sin receta dirigidos a aliviar los síntomas de infecciones respiratorias altas.
En el caso de los adultos, evaluaron un análisis de Cochrane que abarcaba tratamientos con descongestivos, antihistamínicos, analgésicos, corticoesteroides intranasales, tratamientos herbarios y vitaminas y minerales (zinc) para el resfriado común. Un análisis demostró que los antihistamínicos sedantes se asociaban a alivio de rinorrea y estornudos, en comparación con placebo, pero no de la congestión nasal y a menudo se reportó sedación.
Los efectos de antihistamínicos no sedantes en adultos no estuvieron claros y no se observó ningún efecto sobre la rinorrea y los estornudos. Tampoco aumentó el riesgo de efectos adversos en adultos, en comparación con placebo.
No obstante, en el caso de niños pequeños la situación es más problemática, pues se carece de datos de estudios clínicos. Niños menores de 12 años tienen la máxima morbilidad de resfriados comunes y el Dr. Van Driel y sus coautores resaltan que no se cuenta con datos de eficacia y efectos adversos para esta población.
En un análisis de Cochrane se encontró evidencia de baja calidad de que las irrigaciones o gotas de solución fisiológica pueden ser eficaces e inocuas en niños pequeños, mientras que en varios estudios a pequeña escala se han comunicado resultados contradictorios respecto a síntomas nasales y toxicidad con el uso de descongestivos y antihistamínicos en niños. Aunque algunos productos que contienen descongestivo pueden mejorar los síntomas nasales en pacientes pediátricos, no está clara su toxicidad, sobre todo en niños pequeños.
En infantes, lo mismo que en adultos, ninguno de los productos de venta sin receta de uso frecuente, ni tratamientos domésticos, como el aire humidificado entibiado, analgésicos, aceite de eucalipto o equinácea, están respaldados por evidencia adecuada, señalan, aunque se ha demostrado que las pastillas de zinc para chupar reducen la duración, pero no la gravedad de los síntomas de resfriado en adultos.
“Los padres desearán hacer lo que es mejor para sus niños”, indicó el Dr. Van Driel. “Si saben que los descongestivos no tienen un beneficio demostrado y pueden ocasionar daño importante, tomarán mejores opciones para su hijo”.
Resaltó que el resfriado común es una enfermedad autolimitada y que “los sistemas inmunitarios de niños sanos son perfectamente capaces de despejar la infección en el curso de hasta 10 días.
“Es necesario informar a los padres sobre la evolución natural de un resfriado y aleccionarlos en torno a los signos de advertencia que justifican la valoración por un médico. Es importante hacer notar que nuestro análisis se enfocó en la eficacia de los tratamientos de síntomas nasales molestos, como obstrucción y escurrimiento nasal”, destacó.
Las recomendaciones varían
El Dr. Shan Yin, maestro en salud pública, director médico, del Drug and Poison Information Center, en el Cincinnati Children’s Hospital, en Ohio, Estados Unidos, puntualizó que las recomendaciones varían dependiendo del lugar de residencia.
Health Canada advierte no utilizar medicamentos de venta sin receta para tratar la tos y el resfriado en niños menores de seis años y lo mismo ocurre en Reino Unido, señaló el Dr. Yin. “De manera que esto es diferente de las recomendaciones en Estados Unidos”.
Por lo que respecta a los niños de entre 6 y 12 años, para los cuales no hay recomendaciones, el Dr. Yin señaló que es más complicado. “Cuando se analizan estudios en adultos, muestran que algunos de estos productos pueden ser útiles, pero no así en niños. Sin embargo, los estudios en adultos son más robustos que los de pacientes pediátricos”.
En estudios de adultos, por ejemplo, se utilizan con más frecuencia medidas objetivas, como evaluación de la tos. En contraste, los datos obtenidos en estudios pediátricos son más subjetivos. “En el caso de los pacientes pediátricos, muy a menudo se pregunta a padres y observadores sobre los síntomas”, señaló.
Además, aunque ha habido fallecimientos relacionados con el uso de medicamentos de venta sin receta para el resfriado, estos siempre se vinculan con la ingestión de una dosis demasiado alta. “Sabemos que en ocasiones los padres pueden tener problemas para descifrar una dosis adecuada o la etiqueta del producto no está clara o de alguna manera la dosis no es correcta y el niño recibe demasiado medicamento. La mayor parte de estos fallecimientos no es deliberada, pero ocurre”, recalcó.
Aunque estos productos pueden tener algún beneficio, el riesgo de una muerte imprevista supera el beneficio.
La Dra. Mika Hiramatsu, pediatra de práctica privada en Castro Valley, California, Estados Unidos, está de acuerdo en que, en su mayor parte, los anticongestivos y otros preparados de medicamentos de venta sin receta para el resfriado a menudo no son necesarios en los niños. “Hemos visto miles de niños pequeños en las salas de urgencia por sobredosis y no funcionan mejor que los remedios caseros”.
Reconoce que los resfriados pueden hacer que las personas se sientan muy mal y, simplemente, deseen mejorar y es difícil para los padres ver a sus niños enfermos. “Es peor para lactantes y preescolares, porque no se pueden atender solos. Así que necesitamos otras cosas, tales como utilizar una jeringa de pera para extraer el moco, o una ducha de vapor, irrigación nasal y elevación de la cabecera de la cama”.
Por lo que respecta a los tratamientos, un humidificador puede ser una buena opción y en niños mayores de un año se ha demostrado que la miel es útil para la tos, explicó la Dra. Hiramatsu. “Múltiples estudios han demostrado las ventajas de la sopa de pollo, pero cualquier tipo de caldo caliente sazonado puede ayudar”.
En cuanto a una edad umbral, explicó que niños de 8 a 12 años o mayores comprenden para qué es la medicina, “y es menos probable que vayan a beber un frasco y terminar en el servicio de urgencias”.
En general, se carece de evidencia satisfactoria sobre el empleo de estos productos, pero los médicos van a tener opiniones diferentes sobre su uso.
La Dra. Hiramatsu añadió que recomienda firmemente la vacunación contra la influenza, la cual es muy importante en niños pequeños.
1. Van Driel ML, Scheire S, Deckx L, Gevaert P, y De Sutter A. What treatments are effective for common old in adults and children? BMJ. 10 Oct 2018;363:k3786. doi: 10.1136/bmj.k3786. PMID: 30305295. https://www.bmj.com/content/363/bmj.k3786.full Requiere subscripción
Conflictos de interés. Los autores no recibieron financiación de ninguna organización para el presente estudio. El Dr. Van Driel declara pago de IN VIVO Academy para desarrollar materiales para un programa educativo sobre la sobreutilización de medicación para la cefalea apoyado por una beca irrestricta competitiva de Pfizer. El profesor Gevaert ha declarado ser miembro de una junta de asesoría, así como consultoría remunerada con Sanofi y Roche. Las Dras. Terry e Hiramatsu han declarado no tener ningún conflicto de interés económico