Una organización internacional sin ánimo de lucro para fomentar el acceso y el uso adecuado de medicamentos entre la población hispano-parlante

Acceso e Innovación

Colombia, una oportunidad de vida para los venezolanos con VIH-Sida. En los últimos dos años han fallecido 406 personas venezolanas por esta enfermedad en el país
Somos Panas Colombia
El Tiempo, 24 de enero de 2019
https://www.eltiempo.com/mundo/venezuela/que-puede-hacer-un-venezolano-que-padece-de-vih-sida-318724

Junior Alexander Castro es de Maracay, Estado Aragua, Venezuela, tiene 27 años y hace dos años fue diagnosticado con VIH.

Hace nueve meses que no ha podido tomar Viraday, el medicamento que le fue recetado para el control de esta infección. Viajó hasta Colombia con la esperanza de poder continuar con su tratamiento, pues en Venezuela la escasez de medicamento lo obligó a salir del país.

“No estoy muy bien de salud ahora, continuamente padezco decaimiento, diarrea y fiebre. Trato de ser fuerte para no pensar en eso, pero es delicado porque no tengo mis pastillas a la mano. Y tengo que escoger entre pagarlas o pagar el arriendo. Realmente lo que me trajo a Colombia fue la búsqueda de mis medicinas”, comenta Junior.

La voz de Junior es débil, sin fuerzas. Antes de pronunciar cada frase tiene que respirar hondo y hablar moderadamente, pues la fatiga a causa de la ausencia de su medicamento va en aumento con el transcurso de los días.

Según lo informado por el Ministerio de Salud sobre las atenciones a refugiados y migrantes venezolanos, se han generado 2.395 atenciones relacionadas con VIH-sida entre marzo de 2017 y octubre de 2018, donde la población venezolana ocupa el mayor índice de atención en un 90%.

Las atenciones registran la siguiente tabla de distribución:
Consultas: 1.136 atenciones
Hospitalizaciones: 111
Procedimientos en salud: 1.053
Urgencias: 95. Siendo en su orden, Bogotá, Norte de Santander, Antioquia y Cartagena las regiones con más índice de atenciones a refugiados y migrantes venezolanos con VIH-sida.

El VIH es el virus de la inmunodeficiencia humana que infecta a las células del sistema inmunitario, alterando su función, produciendo su deterioro progresivo.

Mientras que el sida (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida) es un término que se aplica a los estadios más avanzados de la infección por VIH y se define por la presencia de alguna de las más de 20 infecciones oportunistas o de cánceres relacionados con el VIH (OMS).

Temor al rechazo y a la discriminación
Cuando Junior llegó a Colombia, su primer destino fue Barranquilla. Allí se hospedó con unos amigos que pudo contactar desde Venezuela, pero durante los cincos meses que estuvo alojado en casa de ellos ocultó su situación por temor a que fuese rechazado, señalado o juzgado por su estado de salud.

Para Ricardo García, coordinador del área de prevención del VIH-sida, de la Liga Colombiana de Lucha contra el sida, el silencio por temor al rechazo o señalamiento es el mayor obstáculo en la lucha contra la prevención y atención al paciente con VIH-sida.

“Hay muchas personas que optan por el silencio y prefieren vivir con la angustia de no decir nada por temor a la deportación o al rechazo, es una situación compleja y la hemos vivido como equipo en la Liga. Nos hemos encontrado con que las personas venezolanas que han llegado son muy tímidas y sienten mucho miedo de hablar sobre su situación por temor a ser deportadas. Nosotros en Liga tratamos de abrir las puertas para que se sientan en la confianza de manifestar y hablar sobre lo que quieran”, asevera Ricardo.

El tratamiento
El Ministerio de Salud asegura que la atención para una persona que tenga la infección por VIH-sida debe garantizar la prevención, el diagnóstico oportuno y el tratamiento adecuado.

El paquete de servicios básicos en Colombia incluye desde el suministro de preservativos, la realización de pruebas diagnósticas, los exámenes complementarios, incluyendo recuentos de linfocitos CD4 y carga viral, así como medicamentos antirretrovirales y el suministro de fórmulas lácteas para los niños o niñas nacidos de madres gestantes infectadas.

Este paquete de servicios está garantizado a través del Sistema General de Seguridad Social y se otorga sin copagos o cuotas moderadoras a las personas afiliadas.

Sin embargo, muchos de los refugiados y migrantes con VIH-sida desconocen que en Colombia existen pruebas rápidas y no saben que tienen derecho a realizárselas gratis.

Sumado a esto, el mayor problema que enfrentan los refugiados y migrantes con VIH-sida es que la mayoría se encuentra de manera irregular en el país, lo que impide su registro a un Sistema General de Seguridad Social dificultado su atención y tratamiento.

Los refugiados y migrantes con estatus migratorio irregular en el país solo tienen derecho a atención médica de emergencia, lo que no incluye el acceso a los medicamentos antirretrovirales.

Fundaciones como Liga Sida, que lleva trabajando con población refugiada y migrante desde hace ocho años, ofrece orientación personalizada y realiza alianzas de ayuda internacional para brindar una mejor atención.

“Cuando un paciente llega a Colombia hay que empezar a atenderlo desde cero para saber el tratamiento que necesita. Un paciente con hepatitis B y VIH es diferente a un paciente con tuberculosis, entonces tienen que determinarse las condiciones del paciente para el tratamiento. Cuando un paciente llega a nuestra Liga, escuchamos su situación, vemos su panorama, no solamente su enfermedad sino su entorno emocional – se le toma la prueba – y dependiendo del resultado se canaliza a los hospitales de la red pública y se hace la conexión con la institución médica”, señala Ricardo García, de Liga Sida.

Derechos de atención
Según la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) cada persona con VIH-sida tiene derecho a ser tratado de manera no discriminatoria, así como a la reserva y privacidad sobre su estado de salud. Adicionalmente, el Estado debe asegurar su acceso a los procedimientos de asilo y a la protección contra devolución/expulsión para los refugiados y solicitantes de asilo, su protección contra detención arbitraria y libertad a no ser obligado a hacer las pruebas de VIH.

El acceso a la atención de salud, los tratamientos antirretrovirales, orientación y pruebas voluntarias deben ser, en la medida de lo posible, aseguradas por el Estado. En algunos casos el VIH-sida puede ser un caso legítimo de refugio, al igual que la situación de persecución por diagnóstico de VIH-sida.

¿Qué pasos debe seguir un(a) refugiado(a) y migrante con VIH-sida para ser atendido en Colombia?
A los cinco meses de estar viviendo en Barranquilla, Junior decidió viajar a Bogotá en busca de ayuda para su tratamiento. Una vez en la capital y luego de pasar algunas noches en el campamento de paso de la terminal del Salitre, recurre a la Fundación EUDES donde recibe la primera orientación.

Para muchos refugiados y migrantes en situación de VIH-sida la falta de información sobre una ruta de atención es el primer obstáculo en la búsqueda de un tratamiento.

La más importante, según Acnur, es que el refugiado o el migrante pueda regularizar su estado migratorio en Colombia, ya sea solicitando el Permiso Especial de Permanencia (PEP) o el estado de refugiado si tienen un caso legítimo; esto con el fin de que puedan afiliarse al Sistema de Salud Colombiano (Sisbén). Todos los refugiados y migrantes que cuentan con el PEP o son solicitantes de asilo tienen derecho al sistema de salud.

Aun así, la política colombiana permite el tratamiento de quienes no tienen acceso a Sisbén solo en el caso de una urgencia, lo que no incluye el tratamiento continuo del VIH-sida. Sin embargo, en el caso de una urgencia médica, todos y todas tienen derecho a una atención médica sin importar su condición migratoria.

Si no es posible regularizar su estado, puede acercarse a las organizaciones que proporcionan atención para las personas con VIH-sida que posiblemente puedan proporcionar el tratamiento, orientación, alojamiento y/u otro tipo de apoyo, dependiendo de su situación.

Mejoramiento en políticas públicas de atención a la población refugiada y migrante con VIH-sida
Para Acnur el tratamiento de VIH-sida debe ser reconocido como una urgencia para que las personas que están infectadas y que no cuentan con documentos puedan acceder a tratamientos antirretrovirales.

“Es recomendable que el Estado asegure una atención primaria para esta población, particularmente para aquellos en las etapas más avanzadas de la enfermedad dado su vulnerabilidad a infecciones oportunistas. Por esta razón, el Estado podría también brindar alojamiento sanitario para personas con VIH-sida o proporcionar apoyo adicional a las organizaciones no gubernamentales que ya está haciendo este trabajo”, manifiesta la Agencia.

Sumado a esto, se presenta una falta de capacidad por parte de las instituciones médicas para gestionar con la escala de la crisis de los refugiados y migrantes provenientes de Venezuela, y mucho menos para gestionar con una población que es altamente móvil, que para las personas viviendo con VIH-sida causa problemas graves en la continuidad de su tratamiento médico.

Es necesario garantizar una cantidad de antirretrovirales adecuada, fortalecer la capacidad de las instituciones médicas en repuesta al VIH-sida, y apoyar las organizaciones proporcionando servicios a la población venezolana en la zona fronteriza.

Ricardo García, de Liga Sida, manifiesta que es necesario mejorar las condiciones institucionales para ingresar a aquellos refugiados y migrantes venezolanos con VIH-sida a un sistema de salud donde se les pueda brindar las garantías de la calidad en atención en salud.

“Esta es una realidad para la que Colombia no estaba preparaba, se están haciendo avances con mesas de trabajo de las organizaciones involucradas con el tema, pero aun así no alcanzan los recursos”, asegura García.

Fundaciones como Eudes tienen presencia en siete ciudades del país; la Liga Contra el sida, en Bogotá; la Fundación Censurado, en Norte de Santander; AIDS Healthcare Foundation, en Bogotá, Leticia y Cúcuta, y Pastoral Social, en todo el país, a través de su atención a solicitantes de asilo. Estas organizaciones además tienen por función orientar, informar y apoyar la situación de los refugiados y migrantes con VIH-sida.

Según el Ministerio de Salud se están movilizando recursos de cooperación internacional que buscan atender la situación de la población venezolana en el país, incluyendo aquellas personas con VIH-sida.

A la fecha se cuenta con un convenio de entendimiento suscrito entre el Ministerio de Salud y Protección Social con el AIDS Healthcare Foundation que, sumado a la donación de tratamientos para 500 personas por parte del gobierno de Brasil, ha permitido iniciar la atención de pacientes en Cúcuta. En la actualidad se están tratando 174 personas.

A través de la misma organización y con el apoyo de Programa Presidencial para la Ayuda en sida (Pepfar, por sus siglas en inglés) se espera ampliar en el corto plazo la atención a cerca de 3.000 pacientes más.

Por su parte, Junior continúa luchando en las calles de Bogotá vendiendo cereal con yogurt para ahorrar dinero y así comprar las pastillas de su tratamiento.

Actualmente, tiene un estatus regular en Colombia y guarda la esperanza de poder sobrevivir a su situación.

* Este texto es de Somos Panas Colombia, una campaña de Acnur.

creado el 4 de Diciembre de 2020