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Entrevistas
¿Estimuló la FDA la epidemia de opioides? (Did the FDA ignite the opioid epidemic?)
Bill Withacker
60 minutes, 24 de febrero de 2019
https://www.cbsnews.com/news/opioid-epidemic-did-the-fda-ignite-the-crisis-60-minutes/
Traducido por Salud y Fármacos
Hemos informado sobre las causas y los efectos de la epidemia de opioides a través de entrevistas a delatores del gobierno, médicos y estadounidenses que se han vuelto dependientes de las poderosas pastillas para el dolor. Hasta ahora, no habíamos tenido a un ejecutivo de alto rango de la industria farmacéutica frente a nuestras cámaras. Esta noche, Ed Thompson, un fabricante de medicamentos que pasó décadas administrando y produciendo opioides para Big Pharma, rompe filas para denunciar a su industria y a su regulador federal, la FDA, que dice que abrió las compuertas de la crisis con unos pocos cambios. a una etiqueta.
Ed Thompson: La raíz de esta epidemia es la aprobación ilegal por parte de la FDA del uso de opioides para el tratamiento del dolor crónico.
Bill Whitaker: ¿La FDA inició esta crisis de opioides?
Ed Thompson: Sin duda, prepararon el contexto.
Ed Thompson nos dijo que cuando el opioide más vendido, Oxycontin, se aprobó por primera vez en 1995, se basó en información científica que demostró que solo era seguro y efectivo para su uso “a corto plazo”. Pero en 2001, presionado por Big Pharma y quienes padecen dolor, la FDA tomó una decisión fatídica y, sin información adicional que la respaldara, amplió el uso de Oxycontin a casi cualquier persona con enfermedades crónicas como la artritis y el dolor de espalda.
Ed Thompson: Así es el prospecto.
Bill Whitaker: Wow
La FDA lo logró simplemente cambiando unas pocas palabras en la etiqueta o ficha técnica, este inserto largo que nadie lee. Hoy en día, la etiqueta dice que las poderosas pastillas para el dolor son efectivas para el “tratamiento diario, las 24 horas del día, a largo plazo”. Y ese pequeño cambio en la etiqueta representó un gran cambio en la forma en que las compañías farmacéuticas empezaron a promover todos los opioides, permitiéndoles vender más y más píldoras a dosis cada vez más altas.
Ed Thompson: la etiqueta o ficha técnica de un medicamento es el documento más importante sobre ese producto. Determina si alguien puede ganar US$10 millones o US$1.000 millones.
Bill Whitaker: ¿Cómo es eso?
Ed Thompson: porque permite promocionar el medicamento en base a lo que dice el etiquetado.
Ed Thompson es dueño de PMRS, una exitosa compañía farmacéutica de Pennsylvania que fabrica medicamentos para Big Pharma. Lo han convertido en un hombre rico, pero ahora está arriesgando su sustento. Está haciendo lo que ningún otro fabricante de medicamentos ha hecho, está demandando a la FDA en un tribunal federal para obligarla a adherirse a la evidencia e incluir en la etiqueta que el uso de opioides solo se recomienda a corto plazo.
“No hay estudios sobre la seguridad o eficacia del uso de los opioides a largo plazo”.
Thompson está desafiando a la FDA a comenzar con su opioide más reciente. Es la forma creativa de Thompson de sabotear el sistema. Puede perder dinero al lanzar su nuevo medicamento, pero si tiene éxito, sentaría un precedente. Otros fabricantes se verían obligados a cambiar sus etiquetas y limitar su comercialización.
Bill Whitaker: si la corte decide a su favor, podría derribar una industria multimillonaria.
Ed Thompson: Correcto. Probablemente el valor del mercado caería en aproximadamente US$7.000 a US$10.000 millones al año. En 1962, tomamos la decisión de dejar de vender aceite de serpiente a ciudadanos estadounidenses.
Bill Whitaker: ¿Aceite de serpiente?
Ed Thompson: Sí, señor. Se están usando opioides de dosis altas y durante un largo periodo de tiempo cuando nunca fueron diseñados para eso. No hay evidencia de que sean efectivos. Hay mucha evidencia de daños y muertes cuando se usan de esta forma.
El profesor de Brandeis, el Dr. Andrew Kolodny, es uno de los especialistas en adicciones más reconocidos del país y ha sido testigo experto en litigios contra Big Pharma, incluyendo Purdue, el fabricante de Oxycontin. Ha estado tratando de cambiar la etiqueta de la FDA desde 2011 para dejar en claro que los opioides no son para todos.
Dr. Andrew Kolodny: Estos son medicamentos esenciales para aliviar el sufrimiento al final de la vida y cuando se usan durante un par de días después de una cirugía mayor o un accidente grave. Si los toma las 24 horas, todos los días, rápidamente se vuelve tolerante y deja de aliviarle el dolor. Para continuar con el alivio del dolor, necesitará dosis cada vez más altas. A medida que aumentan las dosis, el tratamiento se vuelve más peligroso y aumenta el riesgo de muerte.
Bill Whitaker: Eso suena exactamente como adicción a la heroína.
Dr. Andrew Kolodny: Es esencialmente la misma droga.
Para comprender cómo comenzó esto, fuimos al pequeño palacio de justicia en Welch, Virginia Occidental, donde descubrimos las actas de reuniones secretas de 2001 entre Purdue Pharma y la FDA. Los archivos forman parte de la demanda del estado contra Purdue por mercadotecnia engañosa.
60 Minutes (un programa de televisión investigativa en EE UU) obtuvo una orden judicial para acceder a estos documentos. Las actas revelan que fue durante esas reuniones secretas que la FDA se inclinó ante las demandas de Purdue Pharma de ignorar la falta de datos científicos, y cambió la etiqueta para que dijera “las veinticuatro horas del día … durante un período prolongado”.
Ed Thompson: No puedo pensar en nada más dañino que lo que sucedió entonces. Abrió las compuertas. Fue una decisión sin retorno para la FDA.
Purdue nos dijo que Oxycontin había estado siempre aprobado para uso a largo plazo. Sin embargo, un documento interno muestra que la compañía estaba jubilosa por el cambio en la etiqueta /ficha técnica. Cita: “La acción de la FDA … ha creado enormes oportunidades” para ampliar el mercado. Los anuncios de la compañía farmacéutica pronto ensalzaron las virtudes de su efectividad y las ventas de Oxycontin se triplicaron.
Los investigadores sugirieron que la FDA no tomó medidas cuando surgieron pruebas de que se estaban prescribiendo productos potencialmente letales de fentanilo a los pacientes de forma inapropiada.
G. Caleb Alexander, de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad de Johns Hopkins en Baltimore y sus colegas informaron en JAMA, después de revisar 4.877 páginas de informes de la FDA y de otros documentos obtenidos a través de la Ley de Libertad de Información (FOIA), que los medicamentos altamente potentes a base de fentanilo transmucoso de liberación inmediata (TIRF) no deberían haberse prescrito a la mitad de los pacientes que los consumen.
Y cuando surgió esta evidencia, la FDA y los fabricantes de fentanilo no revisaron los registros de prescripción de ningún médico ni consideraron sacarlos del programa de certificación especial para evitar que pudieran recetar estos medicamentos, dijo Alexander.
Los medicamentos TIRF se usan para controlar el dolor insoportable de los pacientes adultos con cáncer. Como la potencia del fentanilo puede causar una depresión respiratoria potencialmente mortal en pacientes que aún no toman opioides, los medicamentos TIRF están diseñados solo para los pacientes tolerantes a los opioides.
“No solo vimos que a un gran número de pacientes se les prescribieron estos productos de forma insegura, sino que también descubrimos que la FDA y los fabricantes perdieron la oportunidad de revisar el programa una vez se identificaron estas deficiencias”, dijo Alexander a MedPage Today.
“En lugar de realizar evaluaciones y revisiones rápidas e iterativas del programa para garantizar un uso seguro, encontramos que la identificación de prescripciones no seguras y fuera de etiqueta se retrasó; no se hizo hasta los 3 años”, agregó. “Y cuando ocurrió, incluso la FDA y los fabricantes no mejoraron sustancialmente el programa”.
Según la Estrategia de Mitigación y Evaluación de Riesgos (REMS) de la FDA para los medicamentos, los que solicitan la aprobación de medicamentos TIRF deben garantizar que los prescriptores ambulatorios y las farmacias dispensadoras están certificadas para distribuirlos, que los distribuidores suministren los medicamentos TIRF solo a las farmacias certificadas y que los pacientes están inscritos en el REMS. Los prescriptores también deben dar fe de que comprenden los riesgos que representan los medicamentos TIRF.
El programa TIRF REMS fue aprobado en diciembre de 2011. En su análisis, Alexander y sus colegas examinaron seis informes anuales de evaluación del REMS de 2012 a 2017, las evaluaciones de la FDA de estos informes y la correspondencia de la FDA sobre temas de seguridad. Encontraron lo siguiente:
Mientras que las encuestas a farmacéuticos, prescriptores y pacientes reflejaban niveles generalmente altos de conocimiento sobre la prescripción correcta de TIRF, algunos elementos de la encuesta, así como los análisis basados en las facturas, indicaron tasas sustanciales de uso inadecuado de TIRF, concluyeron Alexander y sus colegas.
“A pesar de estos hallazgos, la FDA no exigió cambios sustanciales al programa”, escribieron.
El análisis refleja los hallazgos presentados en agosto de 2018, cuando los miembros del comité asesor de la FDA revisaron los problemas en el programa TIRF REMS, que aparentemente habían sido evidentes durante años.
“Estos hallazgos, que muchas personas que recibieron estos productos TIRF no tenían un dolor irresistible por cáncer o, de hecho, no tenían cáncer, y casi la mitad no tenían tolerancia a los opioides, demuestran que el REMS no fue efectivo para hacer lo que se suponía que debía de hacer, que es proteger al público”, dijo Raeford Brown Jr., MD, presidente del Comité Asesor de Productos Anestésicos y Analgésicos de la FDA.
“Un cincuenta por ciento no es lo suficientemente bueno cuando hablas de agentes que pueden matar a personas casi al instante”, dijo Brown a MedPage Today.
Los TIRF que inicialmente estaban en el programa REMS incluían a Abstral, Actiq, Fentora, Lazanda, Onsolis y sus equivalentes genéricos. Subsys, un aerosol sublingual de fentanilo de Insys Therapeutics, se sumó en enero de 2012 cuando fue aprobado por la FDA.
Durante el período que cubre el estudio, se descubrió que Insys había organizado una conspiración a nivel nacional y sobornó a los médicos para que prescribieran Subsys para usos no autorizados. “La Oficina del Fiscal de EE UU del Distrito de Massachusetts presentó una acusación penal contra siete ejecutivos de la empresa por este plan y hasta la fecha ha obtenido dos declaraciones de culpabilidad”, señalaron en una editorial acompañante Ameet Sarpatwari, JD, PhD, del Programa sobre Regulación, Terapéutica y Derecho en Brigham and Women’s Hospital y Harvard Medical School, y Gregory Curfman, MD, editor adjunto de JAMA.
“Pero hay una trayectoria que sugiere que el problema no es solo con Insys”, señaló Alexander. El análisis de las facturas de seguimiento mostró que entre el 34,6% y el 55,4% de los pacientes carecían de tolerancia a los opioides, dependiendo de qué fármaco TIRF se tratara, señaló: “Eso significa que incluso el nivel más bajo de uso entre los pacientes que no habían sido expuestos a los opioides fue mucho mayor de lo que jamás hubiera tenido que ser”.
El estudio tiene varias limitaciones, señalaron los autores. Tacharon parte de la información solicitada y es posible que no hayamos podido leer todo sobre el contexto para la toma de las decisiones regulatorias. Es posible que haya documentos adicionales que no nos fueron proporcionados y que podrían ofrecer una imagen más clara de la historia o de los consejos pertinentes que haya aportado la FDA.
Los documentos que pudimos analizar no midieron la magnitud de la inconveniencia que el programa REMS representó para los médicos, farmacéuticos y pacientes, agregaron, y no evaluaron si los requisitos adicionales podrían plantear restricciones indebidas en el futuro.
Alexander reveló que se desempeñó como presidente del Comité Asesor del Sistema Nervioso Periférico y Central de la FDA y tuvo relaciones relevantes con IQVIA, Monument Analytics y OptumRx. Los co-autores revelaron relaciones relevantes con la FDA.
Sarpatwari reveló el apoyo institucional de la Fundación Laura y John Arnold, el Programa de Harvard en Ciencias Terapéuticas, la Fundación Engelberg y la Open Society.
Fuentes
Rollman JE, et al “Assessment of the FDA Risk Evaluation and Mitigation Strategy for Transmucosal Immediate-Release Fentanyl Products” JAMA 2019; DOI:10.1001/jama.2019.0235.
Sarpatwari A and Curfman G “Mitigating Health Risks of Prescription Drugs: Lessons From FDA Oversight of Opioid Products” JAMA 2019; DOI:10.1001/jama.2019.0236.