Investigaciones
Fármacos a evitar en el tratamiento del sueño de baja calidad, especialmente en mujeres embarazadas
Rev Prescrire 2018; 38 (415):359
Traducido por Salud y Fármacos
Algunos fármacos conllevan riesgos de efectos adversos en mujeres embarazadas o en los fetos que son desproporcionados a su eficacia.
Benzodiacepinas de acción demasiado rápida, de acción demasiado prolongada o con metabolitos activos. Las benzodiacepinas de acción rápida y corta, como flunitrazepam y triazolam, conllevan un mayor riesgo de amnesia, sonambulismo y conducta automática que otras benzodiacepinas, y en ocasiones han llevado a conductas criminales. Las benzodiacepinas de acción prolongada o con metabolitos activos pueden tener efectos residuales y acumulativos en el organismo [1].
Plantas peligrosas: cimicufuga (cohosh negro), marrubio negro, pulsatilla. El balance riesgo-beneficio de la cimicifuga (cohosh negro) y del marrubio negro resulta desfavorable debido al riesgo de daño hepático. La pulsatilla es teratógena en animales y presenta efectos adversos neurológicos y renales [2]. Es mejor evitar extractos alcohólicos concentrados de valeriana (generalmente 70%) y las plantas en polvo, que contienen valepotriatos, cuya citotoxicidad y mutagenicidad se han demostrado in vitro [2].
Antihistamínicos neurolépticos: alimemazina, prometazina. Los antihistamínicos derivados de las fenotiazinas, como alimemazina y prometazina, tienen propiedades neurolépticas. Su balance riesgo-beneficio como sedantes es desfavorable debido a sus efectos adversos en mujeres embarazadas y niños. Además de los efectos sedantes y antimuscarínicos, producen: arritmias, hiperglucemia, hipotensión, efectos endocrinos, efectos extrapiramidales, síndrome de muerte súbita en infantes, y trastornos de la termorregulación [3].
Los datos disponibles en animales sobre prometazina (en una especie) y alimemazina (en dos especies) no mostraron efectos teratógenos [4]. No se observó un aumento del riesgo de malformaciones en los muchos estudios efectuados sobre la exposición in útero de prometazina durante el primer trimestre del embarazo, con un total de unos 5.000 niños expuestos. Nuestra búsqueda bibliográfica no halló datos sobre mujeres embarazadas expuestas a alimemazina durante el primer trimestre del embarazo [4-7].
En neonatos expuestos próximo al parto, los efectos sedantes y antimuscarínicos de estos fármacos pueden producir lactancia pobre, trastornos neurológicos, y retraso de la evacuación del meconio [8,9].
Melatonina. La melatonina no es más efectiva en el alivio del insomnio que el placebo. Puede producir reacciones de hipersensibilidad, y sus efectos adversos a largo plazo apenas están documentados [2].
Algunos estudios en animales han hallado que dosis muy altas de melatonina producen defectos óseos, restricción del crecimiento fetal, pérdida del embrión, y alteración de la conducta en adultos [4-7]. Nuestra búsqueda bibliográfica no halló datos sobre mujeres embarazadas expuestas a melatonina durante el primer trimestre del embarazo.
Cuando se emplea durante el segundo y el tercer trimestre del embarazo y próximo al parto, la embarazada y el feto se ven expuestos al riesgo de efectos adversos a largo plazo apenas documentados [4-7]. La madre también se ve expuesta al riesgo de reacciones de hipersensibilidad [2,10].
Referencias