Investigaciones
Un estudio concluye que la investigación financiada con fondos federales es responsable de un tercio de las patentes en EE UU
(Federally funded research drives nearly one-third of U.S. patents, report finds)
Brittany Flaherty
Statnews, June 20, 2019
https://www.statnews.com/2019/06/20/federal-finding-research-patents/
Traducido por Salud y Fármacos
A medida que los investigadores lamentan los recortes en los fondos federales para la ciencia básica, un nuevo análisis de millones de patentes indica el valor de invertir fondos públicos en investigación.
Desde el gran impulso a la innovación tecnológica durante la Segunda Guerra Mundial e inmediatamente después, el gobierno de EE UU ha desempeñado un papel importante en impulsar la investigación científica y la innovación. Alrededor del 10% de las subvenciones de los Institutos Nacionales de Salud (NIH en inglés) ahora culminan directamente en patentes, y algunos comentaristas han sugerido que algunos avances industriales como el iPhone deben mucho a la investigación financiada por el gobierno.
Pero, durante la última década, en medio de recortes a los presupuestos estatales y federal, la inversión en investigación científica se ha reducido. La financiación federal a la ciencia, como porcentaje del producto interno bruto ha disminuido constantemente desde la década de 1970. Esta tendencia plantea dudas sobre la capacidad de la nación para mantener su liderazgo en investigación en áreas como la biomedicina y la tecnología, porque los fondos federales juegan un papel crucial en impulsar los avances de la ciencia básica.
El nuevo estudio, publicado en Science, muestra que un tercio de las patentes estadounidenses se basan en investigaciones financiadas por el gobierno, y esa proporción ha ido aumentando constantemente desde la década de 1970.
El porcentaje de patentes otorgadas en EE UU a inversores estadounidenses cuya investigación ha sido patrocinada por el gobierno federal ha aumentado desde 1970. Reproducido con permiso de Fleming et al, AAAS Sience 364:2 (2019)
El informe “refuerza lo que ya sabemos”, dijo Steve Gerencser, presidente interino de The Science Coalition y director asociado de relaciones gubernamentales de la Universidad de Brown. “La inversión federal en investigación científica fomenta la innovación, impulsa las economías nacionales y locales, y asegura que EE UU ocupe un lugar como líder mundial”.
Los autores del nuevo estudio examinaron millones de patentes estadounidenses, otorgadas entre 1926 y 2017, así como documentos e informes relacionados, para saber cuáles se basaron en investigación patrocinada por el gobierno federal: se consideró que las patentes propiedad del gobierno son aquellas que reconocen el apoyo federal y aquellas que directamente citan patentes o documentos que reconocen dicho patrocinio.
Durante ese tiempo, el número total de patentes estadounidenses aumentó drásticamente; y la proporción de patentes que dependían de la investigación federal creció en un grado aún mayor.
El autor principal, Lee Fleming, profesor de ingeniería y director de la facultad del Instituto de Liderazgo en Ingeniería Coleman Fung de la Universidad de California, Berkeley, dijo que los hallazgos podrían tener implicaciones importantes para los legisladores.
Fleming dijo “Desde la perspectiva de políticas públicas, hay muchas formas de argumentar que mantener una base científica fuerte es un componente crucial de la política económica y comercial de la nación”, dijo. “Si reducimos sustancialmente el desarrollo de la ciencia financiada por el gobierno, arriesgaremos un tercio de nuestras patentes”.
Gerencser dijo que las universidades cuentan con que los fondos federales sean significativos y continuos, eso les permite hacer investigaciones audaces en campos complejos. “Las primeras etapas de una investigación, la investigación fundamental básica, depende de tener relaciones sólidas con agencias federales de investigación”, dijo. “Hay proyectos que son a largo plazo, como la investigación en oncología y la lucha contra la epidemia de opioides, que requieren una financiación sólida y predecible para que los investigadores puedan planificar estratégicamente sus futuros proyectos”.
Dado que los investigadores excluyeron asociaciones que estaban poco claras, un tercio es en realidad una estimación conservadora, dijo Fleming. También descubrieron que las patentes que dependían de la inversión federal eran más valiosas: tendían a ser más novedosas y se citaban y renovaban con más frecuencia que las patentes que no contaban con fondos federales.
“Encontramos citas científicas que a menudo se remontan a hace 50 años o más”, dijo Fleming. “Es como si fuera un reservorio, una esponja de conocimiento científico. Lo siguen fortaleciendo y a lo largo del tiempo sigue dando sus frutos “.
Fleming y su equipo descubrieron que las corporaciones son las que más contribuyen al aumento de la dependencia en la investigación federal. Si bien el gasto en investigación de la industria ha aumentado significativamente desde la década de 1980, 80 centavos de cada dólar que invierten en investigación y desarrollo se destinan al desarrollo, y solo 20 céntimos de dólar se destinan a investigación básica y aplicada, según la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (American Association for the Advancement of Science). Pero esto podría no ser tan problemático como parece.
Los investigadores escribieron que el que las corporaciones inviertan poco en investigación básica podría interpretarse como “evidencia de su miopía estratégica por no invertir en investigación”, pero “también se puede interpretar como evidencia de la eficacia de la inversión pública en investigación científica y tecnológica para estimular la innovación”.
Dado que la investigación básica que realiza la industria generalmente está vinculada a modelos comerciales específicos y a menudo es de difícil acceso, la investigación abierta de las universidades puede tener usos y beneficios públicos más amplios.
El análisis de patentes también reveló que la dependencia extranjera en la investigación federal ha crecido de manera constante, pero en menor grado que la dependencia de los estadounidenses. Las cinco naciones que en 2017 utilizaron de forma más efectiva la ciencia del gobierno de EE UU fueron, en orden de uso, Japón, Alemania, Corea del Sur, Inglaterra y Francia.
La innovación no solo se mide a través de las patentes, un hecho que los autores reconocen sin problemas. Fleming señaló que algunos avances no son patentables, y hay muchos factores involucrados en la cantidad de patentes que se otorgan cada año, incluyendo los cambios en el gasto federal, las patentes corporativas, los requisitos de adherencia a las regulaciones y políticas, y un mejor seguimiento de las patentes a partir de la década de 1970.
El número de nuevas patentes estadounidenses aumentó después de la aprobación de la Ley Bayh-Dole en 1980. Antes de eso, el gobierno federal era el dueño de los inventos que había financiado parcialmente. Posteriormente, la ley bipartidista otorgó derechos de propiedad a las universidades y a quienes lograron inventos con el patrocinio federal, y se disparó la comercialización.
En los últimos 10 años, el número total de patentes casi se ha duplicado, al igual que el número de patentes que dependen de la investigación del gobierno. Algo de esto es probablemente atribuible a las patentes defensivas. Pero incluso teniendo en cuenta las limitaciones de usar el número de patentes como medida de innovación, Fleming dijo que un tercio es una proporción impresionante, que ilustra la creciente dependencia en la ciencia del gobierno para impulsar los descubrimientos.
“Creo que este informe llega en un momento realmente crítico”, dijo Gerencser. “El año fiscal 2020 está a la vuelta de la esquina, y podría haber recortes potencialmente devastadores al patrocinio federal que se estiman en aproximadamente US$5.000 millones. Si se recortan los fondos, especialmente si son significativos, tendrá otras repercusiones realmente importantes que se deben tener en cuenta”.