El uso de dosis bajas de metotrexato se relacionó con un mayor riesgo de cáncer de piel y efectos secundarios gastrointestinales, pulmonares y sanguíneos.

El metotrexato es un medicamento de uso frecuente con una larga historia. Durante los últimos 40 años, se ha utilizado para tratar una variedad de enfermedades. Hoy es el medicamento que más se utiliza en el mundo para tratar enfermedades reumáticas sistémicas y es el primer medicamento que el médico receta a los pacientes con artritis reumatoide. Pero, a pesar de que lo utilizan millones de personas, no hay datos sólidos sobre sus tasas de los efectos secundarios. Los estudios observacionales han sugerido que el metotrexato puede elevar el riesgo de que una persona sufra una variedad de eventos adversos, como toxicidad hepática, anemia y dificultad para respirar, pero se desconoce la magnitud del riesgo. Los investigadores del Hospital Brigham and Women’s, aprovechando los datos del ensayo de reducción de la inflamación cardiovascular (Cardiovascular Inflammation Reduction Trial -CIRT), un ensayo aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo, han podido determinar con mucha más precisión las tasas de eventos adversos para las personas que consumen metotrexato, y han encontrado un aumento de pequeño -a moderado en el riesgo de cáncer de piel, eventos adversos gastrointestinales, infecciosos, pulmonares y sanguíneos. Los resultados se publican en Annals of Internal Medicine.

“El metotrexato es un medicamento fundamental para una variedad de enfermedades inflamatorias, especialmente para la artritis reumatoide”, dijo Daniel Solomon, MD, MPH, reumatólogo de la División de Reumatología, Inflamación e Inmunología del Brigham. “A lo largo de las décadas, hemos ido aprendiendo sobre sus efectos secundarios, pero solo a partir de pequeños estudios. Tanto los médicos como los pacientes cuestionaban la seguridad del medicamento. Nuestro estudio ofrece un perfil detallado de efectos secundarios que creo que nos ayudará a recetar el metotrexato de manera informada”.

Solomon y sus colegas analizaron los datos de 4.786 participantes en CIRT que fueron asignados al azar para recibir dosis bajas de metotrexato con folato o un placebo. De los 2.391 sujetos que recibieron metotrexato, el 87% experimentó un evento adverso de interés en comparación con el 81,5% de los que fueron asignados al azar a placebo.

Según Solomon, el hallazgo más sorprendente del equipo fue una duplicación del riesgo de cáncer de piel para los participantes que tomaron metotrexato (53 incidentes de cáncer de piel versus 26 para placebo). Este resultado puede ser particularmente importante porque los pacientes con artritis psoriásica, una forma de artritis que afecta a personas con psoriasis, ya tienen un mayor riesgo de cáncer de piel.

Los eventos adversos gastrointestinales, infecciosos, pulmonares y hematológicos también fueron elevados, pero el aumento del riesgo fue de leve a moderado. Como se anticipó, el equipo también observó un aumento de pruebas hepáticas anormales y cinco casos de cirrosis en el brazo de metotrexato versus cero en el brazo de placebo. Los autores señalan que los participantes en CIRT no tenían artritis reumatoide ni otras enfermedades reumáticas y es posible, aunque poco probable, que las tasas de eventos adversos puedan ser diferentes fuera de la población CIRT.

“Ahora tenemos cifras reales que podemos compartir con los pacientes cuando hablamos de los efectos secundarios”, dijo Solomon. “Definitivamente, no sugeriríamos que este medicamento es demasiado peligroso para administrarlo. Pero tener un perfil claro de efectos secundarios nos permite administrarlo con los ojos bien abiertos y con un mejor conocimiento de los riesgos y beneficios de un medicamento antiguo”.