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Innovación

Laboratorio del Reino Unido podría eludir a la industria farmacéutica para vender una posible vacuna Covid

(U.K. lab to sidestep drug industry to sell potential virus vaccine)
The New York Times, 7 de junio de 2020
https://www.nytimes.com/2020/06/07/world/europe/imperial-college-uk-vaccine-coronavirus.html
Traducido por Salud y Fármacos

Etiquetas: Sector público, Reino Unido, Covid, Vacuna, Gran Bretaña, Laboratorio, Industria farmacéutica

Imperial College quiere desarrollar una vacuna más barata y fácil de fabricar, y está formando una asociación para venderla en países de bajos ingresos y en Gran Bretaña.

Esta asociación evitaría a la industria farmacéutica y vendería la posible vacuna contra el coronavirus sin ganancias o impuestos de licencia en Gran Bretaña y en los países de bajos y medianos ingresos.

Los científicos, grupos sin ánimo de lucro y expertos en salud pública han suplicado que cualquier vacuna exitosa para combatir la pandemia se distribuya al menor costo posible y en función de las necesidades, en lugar de las ganancias. Pero las empresas farmacéuticas con fines de lucro y las nuevas empresas de biotecnología dominan la carrera por el desarrollo de la vacuna, especialmente en EE UU, un mercado vital por los altos precios de sus medicamentos.

El laboratorio británico del Imperial College de Londres, podría modificar este panorama, en parte porque su tecnología podría desarrollar una vacuna más barata y fácil de fabricar que las otras, dijo Robin Shattock, el científico principal del proyecto.

Si tiene éxito, dijo, el menor costo de la vacuna podría atraer a los grandes donantes que típicamente abastecen a los países de bajos ingresos, que constituyen una gran parte del mundo. También podría ser una alternativa más barata para los países ricos.

El profesor Shattock dijo “El que desarrolle un producto con un precio muy alto acabará perdiendo, si no logra captar un gran volumen del mercado”.

Los ensayos clínicos comienzan este mes, y si se demuestra que la vacuna es segura y eficaz, las primeras dosis podrían estar disponibles a principios del próximo año.

Para lograr que la vacuna esté disponible de la manera más amplia y económica posible, dijo el profesor Shattock, Imperial College está creando lo que llama una “empresa social”: una empresa para fines especiales y con fines de lucro, autorizada para vender la vacuna.

Imperial College está formando la compañía con la firma de inversión Morningside Ventures, con sede en Hong Kong. La nueva entidad se llamará VacEquity Global Health.

La familia Chan fundó Morningside Ventures, y también dona grandes cantidades a la T.H. Chan School of Public Health en Harvard.

Imperial College ha prometido que VacEquity Global Health comercializara su vacuna al menor costo posible en Gran Bretaña, así como en los países de bajos y medianos ingresos. VacEquity establecerá acuerdos parecidos con fabricantes especializados de medicamentos para producir y vender medicamentos genéricos.

La nueva compañía podría cobrar precios más altos en los países más ricos, como EE UU, Singapur o las monarquías del Golfo Pérsico.

El 15 de junio comenzará en Gran Bretaña un ensayo clínico de fases I y II con 300 participantes. Si se demuestra que el medicamento es seguro, en octubre, el Imperial College hará otro estudio con 6.000 participantes para evaluar la efectividad de la vacuna. La ubicación de esta fase posterior dependerá de dónde se esté propagando más rápidamente el virus en ese momento.

El Imperial College está utilizando una tecnología nueva que no se ha utilizado para producir ninguna de las vacunas que se han comercializado. Se describe como ARN autoamplificador, y es una técnica que ha desarrollado el profesor Shattock tras décadas de investigación. La vacuna consiste en material genético especialmente diseñado (ARN) que instruye a las células musculares del cuerpo para que produzcan la proteína “espiga” que se encuentra en la superficie del coronavirus.

Si la vacuna tiene éxito, esas proteínas desencadenarán una respuesta inmune que matará al virus.

Moderna, una compañía de biotecnología con sede en Cambridge, Massachusetts, ha comenzado los ensayos clínicos para una vacuna que utiliza una tecnología similar, conocida como ARN mensajero. El gobierno de EE UU acordó aportar hasta US$483 millones a Moderna para avanzar en su investigación, y los informes de resultados positivos durante las primeras etapas del ensayo han disparado las acciones de la compañía.

La vacuna de ARN que se autoamplifica de Imperial College, dijo el profesor Shattock, requeriría una dosis mucho más pequeña que la vacuna de Moderna, de 50 a 100 veces más pequeña, lo que reduciría mucho el costo por dosis. La vacuna del Imperial College también requeriría instalaciones de fabricación más pequeñas y menos costosas que las vacunas que utilizan otras tecnologías, como las que involucran a versiones neutralizadas o modificadas de los virus existentes, dijo.

El gobierno británico ha otorgado más de US$50 millones para apoyar esta iniciativa de Imperial College, que también ha atraído US$5 millones de otros donantes.

La vacuna de la Universidad de Oxford, que se está comenzando a testar en ensayos clínicos fase III, utilizará una estrategia diferente para su distribución a bajo costo. La universidad llegó a un acuerdo inusual con el gigante farmacéutico británico AstraZeneca, que se ha comprometido a distribuir la posible vacuna sin ganancias mientras dure la pandemia.

AstraZeneca ya ha recibido cientos de millones de dólares del gobierno de EE UU, el gobierno británico y las principales organizaciones sin fines de lucro para comenzar a fabricar hasta 2.000 millones de dosis de la posible vacuna de Oxford, incluso antes de que se haya demostrado su eficacia.

Si una vez superada la pandemia, persiste la demanda, por ejemplo, si el virus reaparece como virus estacional, AstraZeneca ha dicho que podría tratar de beneficiarse con la venta de la vacuna.

creado el 4 de Diciembre de 2020