Agencias Reguladoras
Asunto: Revisión de la Administración de Alimentos y Medicamentos del medicamento Aducanumab de Biogen para la enfermedad de Alzheimer
Estimada Comisionada Woodcock:
La Sociedad Americana de Geriatría (The American Geriatrics Society AGS), una organización dedicada a mejorar la salud y la calidad de vida de todos los adultos mayores, le escribe para expresar la preocupación de sus miembros por la inminente revisión de aducanumab por parte de la FDA y su posible aprobación para el tratamiento pacientes con deterioro cognitivo leve (DCL) y enfermedad de Alzheimer (EA). Esta aprobación sería prematura dado que no hay suficiente evidencia de que aducanumab reduce el avance de la enfermedad de Alzheimer, ni de que los posibles beneficios del tratamiento para pacientes con DCL y EA puedan superar sus daños potenciales.
La AGS es una organización sin ánimo de lucro compuesta por casi 6.000 profesionales de la salud que trabajan con población geriátrica y se dedican a mejorar la salud, la independencia y la calidad de vida de todos los adultos mayores. Nuestros miembros incluyen geriatras, enfermeras especializadas en geriatría, trabajadores sociales, médicos de familia, asistentes médicos, farmacéuticos y médicos internistas especialistas en población anciana. Nuestro objetivo es apoyar a equipos interprofesionales, promover mejoras en el cuidado personal y tratar a las personas mayores de forma integral. Ofrecemos apoyo a los profesionales de la salud, a quienes desarrollan políticas y al público a través de la implementación y la exigencia de programas de atención al paciente, investigación, educación pública y profesional, y políticas públicas.
Estamos familiarizados con la información que se ha publicado hasta la fecha. El aducanumab, un anticuerpo monoclonal humano desarrollado por Biogen, se evaluó en dos ensayos controlados aleatorios de fase III idénticos, ENGAGE y EMERGE, diseñados para proporcionar resultados a los 18 meses en pacientes con DCL y EA, utilizando como medida de impacto las imágenes de amiloide en los escáneres PET (tomografía por emisión de positrones, PET por sus siglas en inglés).
Durante el estudio, los participantes recibieron una dosis baja o alta del fármaco. En marzo de 2019, tanto ENGAGE como EMERGE se interrumpieron antes de tiempo después de que un análisis intermedio que se había planeado cumpliera los criterios de inutilidad. El análisis no encontró ningún beneficio frente al placebo, en ninguna de las dosis utilizadas. Sin embargo, un análisis posterior de información adicional encontró que los dos ensayos aportaron datos contradictorios con respecto a su eficacia, y solo uno, EMERGE, mostró beneficio en un subanálisis de datos, y solo cuando se utilizó la dosis más alta.
Entendemos que la enfermedad de Alzheimer tiene un alto costo para los pacientes, los cuidadores y sus familias y respaldamos plenamente que la FDA apruebe nuevos tratamientos seguros y eficaces. Sin embargo, según la evidencia disponible, creemos que la aprobación de aducanumab en este momento es prematura. A continuación, describimos nuestras preocupaciones:
Aunque hubo pequeños cambios en algunos otros indicadores, la importancia clínica de estos pequeños cambios es probablemente mínima. Desde la perspectiva geriátrica de la atención centrada en la persona, para establecer que tienen verdadera relevancia clínica sería necesario demostrar mejoras en lo que más importa al paciente con EA y a sus familias, incluyendo beneficios claros en el rendimiento funcional y otros resultados clave. Dado que las medidas utilizadas en los ensayos no pueden abordar esta cuestión clave, consideramos que los ensayos no son concluyentes. Además, la duración del ensayo refleja una fracción de la duración real de la enfermedad, y la selección de los participantes se limitó a un período en la evolución de la enfermedad en el que las tasas individuales de progresión son muy variables.
Analistas reflexivos ya han cuestionado la rentabilidad del aducanumab como agente terapéutico; la administración del tratamiento en su totalidad conllevará costos adicionales sustanciales, como las pruebas para establecer la positividad de amiloide (escáneres PET de amiloide, biomarcadores de LCR u otras pruebas patentadas) y varias resonancias magnéticas cerebrales para monitorear los efectos adversos frecuentes, como ARIA. Será extremadamente importante definir cuidadosamente los criterios para estandarizar el tratamiento y, al mismo tiempo, garantizar el acceso a todos los pacientes mayores con EA que cumplan con los estrictos criterios de elegibilidad.
Gracias por la oportunidad de compartir nuestras preocupaciones. Estaremos encantados de responder acualquier pregunta que pueda tener. Comuníquese con Alanna Goldstein, agoldstein@americangeriatrics.org.
Atentamente,
Peter Hollmann, MD, Presidente
Nancy E. Lundebjerg, MPA, Directora Ejecutiva Sociedad Americana de Geriatría (American Geriatric Society AGS)
Referencias