El enoftalmos (desplazamiento del globo ocular hacia la parte posterior de la órbita) y la ptosis (caída del párpado superior) se pueden ir desarrollando lentamente en los pacientes tratados con gotas oftálmicas que contienen análogos de la prostaglandina F2 alfa, en especial, bimatoprost. Ocasionalmente, estos trastornos periorbitarios desaparecen, también de modo gradual, cuando se descontinúa el medicamento que los ocasionó.
Los pacientes no siempre advierten estos cambios. La ptosis marcada puede perjudicar la visión al impedir que el ojo se pueda abrir lo suficiente.
Las gotas oftálmicas con análogos de la prostaglandina F2 alfa como el bimatoprost se utilizan para reducir la presión intraocular. Pueden producir numerosos efectos adversos localizados, algunos de los cuales alteran la apariencia del ojo tratado: oscurecimiento de la piel del párpado, aumento en la pigmentación del iris y crecimiento de las pestañas, entre otros [1-5].
También se han observado cambios periorbitarios.
Profundización del surco del párpado superior, enoftalmos, ptosis. Se han publicado algunas decenas de informes de caso que describen los cambios periorbitarios atribuidos a las gotas oftálmicas que contienen análogos de la prostaglandina F2 alfa, como el bimatoprost. Los cambios en la apariencia de los ojos son más notorios cuando solo se trata un ojo, por la asimetría resultante.
Los cambios periorbitarios descritos incluyen una reducción de la grasa periorbitaria, profundización del surco del párpado superior, enoftalmos (desplazamiento posterior del globo ocular en la órbita) y ptosis (caída del párpado superior) [6-15]. Asimismo, se han presentado informes excepcionales de retracción del párpado superior [11].
Estos cambios se desarrollan muy lentamente, tras meses o años de exposición. Desaparecen parcialmente, con la misma lentitud, al descontinuar el medicamento [6-15].
El enoftalmos y la profundización del surco del párpado superior parecen estar relacionados con la reducción del tejido adiposo periorbitario, que produce desplazamiento posterior del globo ocular en la órbita. A veces, el músculo levator palpebrae superioris también se ve afectado, causando ptosis. También puede afectar a los músculos retractores del párpado inferior [9, 11, 16].
Asuntos cosméticos y, a veces, discapacidad visual derivada de la ptosis. No todos los pacientes notan los cambios en la apariencia de los ojos. Por ejemplo, en una serie de cinco casos de enoftalmos relacionados con el bimatoprost, tres pacientes no se habían percatado del cambio en la apariencia del ojo afectado [16]. En otra serie, solo ocho de 15 pacientes con profundización del surco del párpado superior asociado al bimatoprost lo habían advertido [14]. De igual manera, cinco de seis pacientes con profundización del surco del párpado superior derivado del tafluprost no informaron sobre este cambio [13].
Los profesionales de la salud que desconocen este trastorno pueden pasar por alto estos cambios que, a veces, son mínimos [9]. Cuando se han expuesto ambos ojos a las gotas oftálmicas, estos efectos adversos pueden confundirse con cambios relacionados con la edad, especialmente porque son de desarrollo lento [7, 16].
En la mayoría de los casos, la vista del paciente no resulta afectada [8, 9]. Sin embargo, hay casos raros en que la ptosis es tan marcada que el ojo no se puede abrir lo suficiente [8, 9].
Probablemente, la frecuencia es mayor con bimatoprost. Gran parte de los casos de cambios periorbitarios relacionados con las gotas oftálmicas que contienen análogos de la prostaglandina F2 alfa que se han publicado implicaban el bimatoprost [6,7,9,10,16]. Otros se relacionaban con el travoprost, latanoprost o tafluprost [8,11,13,16].
En una serie retrospectiva de 105 pacientes que utilizaron una de estas gotas oftálmicas para tratar un solo ojo durante al menos un mes, se detectaron signos clínicos de efectos periorbitarios en un total de 57 pacientes: 14 (93 %) de los 15 que utilizaban bimatoprost, 14 (70 %) de los 20 que tomaban travoprost, y 29 (41 %) de los 70 tratados con latanoprost [15].
La profundización del surco del párpado superior se presentó en 15 de una serie de 25 pacientes tratados con bimatoprost durante seis meses [14], en tres de una serie de 22 pacientes expuestos al latanoprost durante más de un año [12] y en seis de 43 individuos expuestos al tafluprost durante seis meses [13].
Los resúmenes de las características del producto (RCP) que estaban disponibles en Francia a mediados de 2020 para las gotas oftálmicas con bimatoprost, latanoprost, tafluprost y travoprost mencionaban el riesgo de profundización del surco del párpado [2-5].
En la práctica. El glaucoma crónico de ángulo abierto puede causar una pérdida del campo visual grave. Las gotas oftálmicas con latanoprost son una alternativa al timolol, la opción que más se utiliza. Es útil informar a los pacientes que utilizan gotas que contienen análogos de la prostaglandina F2 alfa, acerca del riesgo de experimentar un cambio en la apariencia en el ojo tratado, incluyendo oscurecimiento de la piel del párpado, aumento de la pigmentación del iris, crecimiento de las pestañas y enoftalmos. Si se produce la ptosis, se debe analizar el riesgo de discapacidad visual. Si aparecen este tipo de trastornos, es importante debatir con el paciente sobre la continuación o no del tratamiento, y hablar de las ventajas y desventajas de las distintas opciones.
Referencias