Zachary Brennan informa [1] que la agencia reguladora del Reino Unido (Medicines and Healthcare products Regulatory Agency MHRA) podría tener que despedir a una cuarta parte de sus empleados (300 de 1.200 que tiene en total) porque a raíz del Brexit han disminuido sus ingresos. Los sindicatos han reaccionado con fuerza porque temen que eso retrase la comercialización de los medicamentos nuevos, o que la MHRA acabe aceptando los dictámenes de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).
Después del Brexit, la MHRA tuvo que asumir algunas de las funciones que antes hacía la EMA, por lo que la agencia ya estaba haciendo más cosas con los mismos recursos. Los sindicatos escribieron al secretario de salud instándolo a intervenir, y lograr que el Tesoro restituyera el financiamiento a un nivel que le permita retener al personal.
Uno de los sindicalistas puntualizó. Si quieres liderar el mundo, hay que invertir. El Reino Unido ocupa es líder mundial en regulación médica, y nuestras ambiciones de ser una “superpotencia científica” se verán gravemente dañadas si el gobierno no evita esta pérdida de personal talentoso que ha hecho tanto por el país en los últimos meses.
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