Una nota publicada en Endpoints [1] denuncia que las empresas aumentaron los precios de lista de cientos de medicamentos, incluyendo algunos de grandes ventas, en un 5% a comienzos del nuevo año. A continuación resumimos lo más importante.
Entre estos medicamentos figuran los exitosos antirretrovirales de Gilead: Biktarvy (la combinación de bictegravir, emtricitabina y tenofovir alafenamida), cuyo precio había aumentado 4,8% en 2021 y vuelve a aumentar otro 5,6 % a comienzos de 2022. El mismo incremento tuvieron también Descovy (emtricitabina y tenofovir alafenamida), Genvoya (elvitegravir, cobicistat, emtricitabina y tenofovir alafenamida) y Odefsey (emtricitabina, rilpivirina y tenofovir alafenamida)
Pfizer también aumentó el precio de su exitoso oncológico Ibrance (palbociclib) de un 6,9%, y según Good Rx también subió el precio de vacíos antibióticos y una forma de quimioterapia en el 10%.
Por su parte, Vertex aumentó el precio de su exitoso fármaco para la fibrosis quística Trikafta (elexacaftor, tezacaftor e ivacaftor) en un 4,9 % en 2022. Podría no parecer un gran aumento, pero su precio de lista es de US$311.000 al año, por lo que el aumento anual es superior a US$15.000 por paciente. ICER ha estimado que su precio de lista se debería reducir a entre US$67.900 y US$85.500 por año, para que tenga un buen balance costo-beneficio.
De todas formas, el autor aclara que en general, los precios netos (después de los reembolsos) disminuyeron por cuarto año consecutivo, lo que podría ser un argumento a favor de aquellos que quieren frenar la reforma de los precios de los medicamentos. Sin embargo, un análisis más detallado revela que algunos medicamentos han perdido la patente, los reembolsos que reciben los administradores de beneficios de farmacia no siempre se transfieren a los pacientes, es decir que, aunque las empresas reciban menos dinero, los consumidores y las aseguradoras podrían estar pagando lo mismo o incluso más.
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