Un artículo publicado en JAMA [1] describe el marco legal que autoriza a la FDA a exigir la publicación de los ensayos clínicos, explica algunas de acciones que hasta la fecha ha implementado la FDA para promover esta práctica, y hace cuatro recomendaciones que la FDA y los NIH podrían implementar para mejorar el cumplimiento de la normativa. A continuación, destacamos algunos de los puntos más importantes.
La sección 801 de la Ley de Enmiendas de la FDA (FDA Amendments Act o FDAAA) de 2007, dice que las “partes responsables” (generalmente los patrocinadores) de los “ensayos clínicos que cumplen ciertas características” e involucran a productos regulados por la FDA tienen que registrarse en ClinicalTrials.gov durante los primeros 21 días desde la inscripción del primer participante, y tienen que incluir un resumen del resultado de los ensayos en un plazo de 12 meses a partir de la fecha de conclusión del ensayo. También hay que incluir el protocolo y el plan de análisis estadístico. Están excluidos de esta norma los ensayos de fase I, los estudios de viabilidad de dispositivos y los ensayos que se concluyeron antes del 18 de enero de 2017, y los de fármacos y dispositivos no aprobados, autorizados o habilitados por la FDA.
En algunas circunstancias, el plazo para la presentación de resultados se puede alargar, por ejemplo, cuando el producto no ha recibido el permiso de comercialización y todavía está en desarrollo, o si se va a solicitar el permiso de comercialización para segundos usos en el plazo de un año desde la fecha en que se concluyó el ensayo.
El Ministerio de Salud y los Institutos Nacionales de Salud elaboraron una guía más detallada para cumplir con el requisito de la presentación de resultados La Regla Final (The Final Rule), que entró en vigor en enero de 2017. Es decir, la FDA y los NIH comparten la responsabilidad de hacer cumplir la FDAAA, y los NIH pueden paralizar las becas que entregan a los investigadores si no cumplen con los requisitos de notificación de la FDAAA. A pesar de todo, se estima que el 60% de los ensayos no informan los resultados a tiempo, y más del 30% de los ensayos concluidos entre el 18 de enero de 2017 y el 18 de enero de 2021 todavía no han informado resultados. Este problema afecta tanto a los ensayos patrocinados por la industria como por las universidades.
LA FDA identifica a los estudios que no cumplen con los requisitos de notificación a través de su programa BIMO (Bioresearch Monitoring) y de las denuncias de terceros. Posteriormente prioriza los estudios según su riesgo para la salud pública y, si amerita, envía una nota de preaviso al patrocinador indicando que van a verificar, en un plazo de 30 días, si está cumpliendo con los requisitos de entrega de información, y que podrán imponer sanciones de hasta US$10.000 por cada día de atraso en el cumplimiento de los requisitos o incluso iniciar un proceso penal.
Los autores, utilizando la ley de acceso a la información, obtuvieron 58 cartas de preaviso que emitió la FDA entre el 2013 y el 29 de abril de 2021, todas se referían a la falta de notificación de resultados menos una que era por falta de registro. Salta a la vista que este número o de cartas es diminuto comparado con el número de infracciones a la norma; llama la atención que la mayoría de los preavisos se enviaron a la industria y, en menor proporción a universidades y otro tipo de organizaciones. No se envió ninguno a una agencia federal, como los NIH; y se pudo comprobar que estas notificaciones funcionan, pues a 17 de agosto de 2021, más del 90% de los 57 destinatarios habían comunicado la información faltante a ClinicalTrials.gov, y lo hicieron dentro de una la mediana del tiempo de tres semanas.
Sugerencias para fortalecer el complimiento de los requisitos de entrega de información:
Los autores concluyen que la FDA puede y debe aprovechar sus herramientas para lograr el cumplimiento de la ley para garantizar la presentación oportuna de la información de los resultados de los ensayos en ClinicalTrials.gov. De este modo, la FDA podría lograr que se divulgaran los importantes resultados que faltan y demostrar su compromiso con proteger a los pacientes mediante la transparencia de los ensayos clínicos.
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