Precauciones

El producto que administra fentanilo de forma transdérmica, conocido por la marca Duragesic y disponible sólo con receta médica, es un parche que contiene el potente opioide fentanilo. Se puede aplicar sobre la piel para aliviar el dolor de forma constante y durante todo el día en los pacientes que han desarrollado tolerancia a los opioides. Cada parche se utiliza generalmente durante tres días y luego se desecha.

La FDA ha publicado una actualización para los consumidores advirtiendo que los niños que se exponen accidentalmente a estos parches corren el riesgo de sufrir una sobredosis, incluso después de que los parches se hayan utilizado durante tres días completos [1]. Se han informado casos de niños que han enfermado gravemente tras la exposición a los parches de fentanilo, en algunos casos provocando su muerte.

En respuesta a estos informes, la FDA ha publicado recomendaciones para que los padres -o cualquier otra persona que tenga niños en su casa- pueden reducir este riesgo. En primer lugar, guarde los parches en un lugar que los niños no puedan ver ni alcanzar. Los niños, al ver los parches pueden confundirlos con juguetes o pegatinas. En segundo lugar, considere la posibilidad de cubrir con espadrapo el parche mientras lo lleva puesto, para evitar que se caiga. Compruebe periódicamente que el parche sigue en su sitio. En tercer lugar, deseche el parche viejo inmediatamente después de aplicarse uno nuevo. No los tire a la basura doméstica, donde los niños los pueden alcanzar; en su lugar, dóblelos por la mitad para que los lados adhesivos se peguen y luego tírelos por el retrete.

Si un niño de su casa ha estado expuesto a los parches de fentanilo o a cualquier otro tipo de opioide, llame a urgencias y adminístrele naloxona, si la tiene. La naloxona es un fármaco que si se aplica con la suficiente rapidez puede revertir los efectos de la sobredosis de opioides. Está disponible en aerosoles nasales bajo las marcas Kloxxado y Narcan, y en forma inyectable bajo la marca Zimhi. Si alguien en su casa consume algún opioide de forma crónica, conviene tener a mano naloxona por si hay un caso de sobredosis accidental o intencionada.

Los signos de exposición pediátrica al fentanilo incluyen somnolencia, dificultad para respirar o falta de aliento, hinchazón de la cara, la garganta o la lengua, agitación, fiebre y rigidez muscular.