Un centro francés de toxicología ha analizado las circunstancias de 1255 casos de errores en la administración o exposición accidental que ocurrieron al utilizar vitamina D en envases cuentagotas: estos incluyeron manipulación por los niños, contacto con los ojos y, sobre todo, sobredosis, causadas por un error o por envases cuentagotas defectuosos. Tan pronto como salen de la maternidad, se debería recomendar a los padres que tomen precauciones cuando administren vitamina D a niños pequeños.
La sobredosis de vitamina D expone a los niños al riesgo de hipercalcemia, que se manifiesta principalmente con vómitos, rechazo del pecho, pérdida de peso y deshidratación. La hipercalciuria resultante a veces se complica con cálculos en la orina y nefrocalcinosis (depósitos de calcio en los riñones) [1,2].
A principios de 2021, se informaron casos de sobredosis de vitamina D con consecuencias clínicasen Francia, por la administración diaria de dosis altas de suplementos dietéticos en gotas. Los padres se las habían dado a sus hijos en lugar de una especialidad farmacéutica menos concentrada, sin recalcular la dosis de vitamina D necesaria [1,2]. ¿Cuál es la situación de los suplementos de vitamina D que se clasifican como especialidades farmacéuticas?
Un centro francés de toxicología analizó 1255 llamadas recibidas entre enero de 2017 y abril de 2020 que tenían que ver con especialidades farmacéuticas basadas solo en colecalciferol, para uso pediátrico: Zyma D y Adrigyl [3].
Manipulación por los niños. En más de la mitad de los casos, los niños tomaron el medicamento por sí mismos; en la mayoría de los casos, habían agarrado el frasco y bebido la solución, o se la habían dado a beber a un niño más pequeño. La dosis de vitamina D ingerida fue desde unas pocas gotas hasta una botella entera de 10 ml.
En 15 casos, la solución se derramó en los ojos. En 32 casos, los niños habían logrado abrir la botella ellos mismos. Algunas veces, los padres le daban la botella al niño como distracción al cambiarle los pañales, lo que demuestra que los padres no comprenden el riesgo que eso implica [3].
Contacto con los ojos. La vitamina D se administró o derramó en los ojos en 235 ocasiones: en 15 casos lo hizo el niño; en 70 casos, fue accidental, debido a su manipulación incorrecta durante la administración oral; en 11 casos, fue por confundir el envase de la vitamina con gotas oculares u otros medicamentos oftálmicos; en un caso, fue por no haber comprendido la prescripción. No se especificaron las circunstancias en el resto de los casos [3].
Sobredosis, confusión con otros productos y errores en la administración. 66 casos de sobredosis se asociaron con defectos en la botella, por ejemplo: cuentagotas defectuosos con fluido que sale como un “chorro”, en lugar del flujo controlado de líquido que se esperaba (36 veces); desprendimiento –espontáneo o después de la manipulación– de la boquilla del frasco, (17 veces); o solución que se derrama en el borde o el tapón y aumenta la dosis en la administración siguiente (7 veces).
Aproximadamente 100 casos de sobredosis se vincularon con: mala comunicación entre los adultos, que causó que se administrara dos veces; descuidos; errores en la prescripción o errores para comprender correctamente una prescripción [3].
Se informaron sobredosis de varios mililitros (no hay más detalles). En 20 casos, se administró vitamina D por vía oral en lugar de otros medicamentos comercializados en botellas similares, como antibióticos (no se dieron más detalles), antiespasmódicos, hierro, productos homeopáticos, probióticos, aceites esenciales, etc.
Trastornos oculares transitorios. En esta serie de llamadas al centro de control de intoxicaciones, las sobredosis ingeridas por lo general parecieron ser asintomáticas. En contraste, el contacto con los ojos ocasionó conjuntivitis y enrojecimiento pasajero del párpado; en ocasiones, a los padres se les hizo difícil lavar los ojos con agua [3].
En la práctica, utilizar los suplementos de vitamina D de manera responsable. El uso de suplementos de vitamina D se justifica para la prevención del raquitismo. Parece recomendable evitar la administración frecuente y en grandes cantidades a niños menores de un año [4]. Cuando tengan el alta de la maternidad y se prescriban o se ofrezcan especialidades farmacéuticas que contengan vitamina D en envases cuentagotas, se debe establecer que los padres han comprendido correctamente la dosis que deben administrar, cómo administrarla y qué precauciones tomar con los envases cuentagotas, que siempre deberían mantener fuera del alcance de los niños, al igual que el resto de los medicamentos [3].
Selected references from Prescrire’s literature search