Puntos clave
Contexto
La Agencia Reguladora de Medicinas y Productos de la Salud del Reino Unido (Medicines and Healthcare products Regulatory Agency MHRA) ya ha advertido anteriormente sobre los daños asociados al uso de antipsicóticos para las alteraciones del comportamiento que experimentan los ancianos con demencia. Esta última advertencia de seguridad se refiere al uso de haloperidol para el tratamiento agudo del delirio. Aunque las opciones para el manejo del delirio incluyen intervenciones no farmacológicas y farmacológicas, hay escasa evidencia de buena calidad para cualquiera de las estrategias.
Las guías clínicas para tratar el delirio agudo se basan en gran medida en la opinión de los expertos y sugieren que el primer paso debe consistir en identificar y tratar las causas subyacentes (p. ej., infección, anomalías metabólicas o electrolíticas, medicación) y probar las intervenciones no farmacológicas (p. ej., gestión del entorno del paciente, uso de una comunicación eficaz y reorientación).
El haloperidol es una opción cuando otros métodos han fracasado y el paciente está angustiado o su seguridad o la de quienes le rodean está en riesgo. Una guía del National Institute for Health and Care Excellence (NICE) sugiere el uso de un tratamiento corto de haloperidol (normalmente durante una semana o menos), comenzando con la dosis más baja clínicamente apropiada y titulando con precaución según los síntomas.
En el tratamiento del delirio agudo en los ancianos, el British National Formulary aconseja utilizar la mitad de la dosis más baja de haloperidol para adultos y ajustarla gradualmente en función de la respuesta hasta un máximo de 5 mg diarios. El Scottish Intercollegiate Guidelines Group recomienda revisar el uso del haloperidol a diario y suspenderlo “tan pronto como la situación clínica lo permita, normalmente en 1 ó 2 días”.
Referencias