Respecto al tratamiento farmacológico, se concluye que debe considerarse de forma individualizada, teniendo en cuenta la comorbilidad y, en un contexto multidisciplinar, que incluya terapias conductuales, educativas, de intervención psicosocial y de comunicación. El documento incluye recomendaciones sobre la utilización de: antipsicóticos; antidepresivos; psicoestimulantes; hipnóticos y sedantes; anticonvulsivantes y antiepilépticos; ansiolíticos, fármacos para la demencia; terapia hormonal; y otros.
Disponible en el enlace que aparece en el encabezado