Grupos de investigación en salud y activistas, como Cochrane y TranspariMED, solicitan a las revistas médicas que ayuden a poner fin a las tachaduras de las evaluaciones de tecnologías para la salud y de los informes que escriben los reguladores de medicamentos y dispositivos médicos.
En una carta dirigida al Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas [1], seis grupos afirman que los editores de las revistas no deberían considerar que los datos sobre los ensayos que aparecen en dichos informes constituyen una publicación previa. Esto, según la carta, eliminaría la “justificación putativa” para ocultar información en esos documentos.
Los grupos -entre los que se encuentran Consilium Scientific, Health Action International, la Sociedad Internacional de Boletines de Medicamentos y Transparency International Global Health- destacaron un estudio del BMJ Open que mostraba que más del 80% de las evaluaciones de NICE (National Institute for Health and Care Excellence) contenían datos tachados, incluyendo datos sobre los resultados de los ensayos clínicos que eran importantes para los pacientes, los médicos y los investigadores [2].
Una gran proporción de estas tachaduras se basaba en una preocupación generalizada entre los investigadores de que la divulgación de datos en un informe de evaluación de tecnologías para la salud les pudiera impedir publicar posteriormente los resultados del ensayo en una revista revisada por pares.
La carta decía: “Varias revistas médicas, incluyendo The BMJ, nos han informado de que los temores de los investigadores son infundados…”. Sin embargo, no todas las revistas comparten esta postura”.
Los grupos también piden a las agencias de evaluación de tecnologías para la salud que dejen de redactar los documentos para que los pacientes, los médicos y los investigadores puedan acceder a toda la información pertinente.
Referencias