En los tribunales de EE UU, la empresa Novartis ha admitido que organizó decenas de miles de conferencias falsas para promover las prescripciones de sus medicamentos.
Gracias a un delator y con ayuda del FBI y de la oficina antifraude del Departamento de Salud y Servicios Humanos, el sistema judicial de EE UU ha desarticulado el enorme sistema de sobornos que utilizaba la compañía Novartis [1].
Entre 2002 y 2011, la compañía gastó cientos de millones de US$ para incitar a los prescriptores de grandes volúmenes de recetas a elegir sus medicamentos en lugar de velar por prescribir el mejor tratamiento para los pacientes, causando un perjuicio económico a los programas federales de reembolso de medicamentos.
Novartis, con el pretexto de “ofrecer contenido educacional”, organizó decenas de miles de conferencias falsas acompañadas de comidas costosas en restaurantes prestigiosos, y les pagó honorarios exorbitantes a algunos doctores –que, según los tribunales, “no fueron más que sobornos”– para realizar presentaciones fraudulentas. A menudo se trató de grupos de doctores, amigos o colegas, que rotaban para actuar como disertantes, a menos que se les pidiera hacer una presentación o simplemente pasar diapositivas durante algunos minutos. En ocasiones, estas reuniones claramente eran solo una forma de ofrecer entretenimiento: se hacían degustaciones de vino, barbacoas, viajes de pesca, juegos de golf, etc. [1].
En por lo menos una ocasión, un representante de Novartis sobornó al dueño de un restaurante para que creara recibos falsos, lo que les permitió financiar tarjetas de regalo para los médicos que escribían más prescripciones; a menudo quitaban del programa a los que no aumentaban la cantidad de recetas de medicamentos de Novartis [1].
Novartis admitió haber cometido la mayoría de estas prácticas. En 2020, el Gobierno la multó con US$678 millones [1], y no fue la primera condena que Novartis recibió en EE UU [2]. Al hablar de quienes aceptaron los sobornos, el representante del FBI opinó que “la codicia reemplazó a la responsabilidad que la sociedad espera de los que practican la medicina”.
Referencias