El Grupo Parlamentario de Todos los Partidos para la Dependencia de Medicamentos Prescritos (All-Party Parliamentary Group (APPG) for Prescribed Drug Dependence) ha criticado al Instituto Nacional para la Salud y la Excelencia en la Atención (National Institute for Health and Care Excellence NICE) por su nueva guía sobre la retirada gradual de los medicamentos que generan dependencia.
La guía es la primera que emite NICE que es específica para los medicamentos que pueden causar dependencia o síntomas de abstinencia.
Según un grupo de parlamentarios, al ofrecer consejos sobre la reducción de la dosis cuando se van a suspender ciertos medicamentos NICE no ha tenido en cuenta la experiencia de miles de pacientes.
En su respuesta a la publicación de la guía del NICE sobre cómo gestionar la retirada de medicamentos, como los opioides, las benzodiacepinas y los antidepresivos, el Grupo Parlamentario Multipartidista (APPG) para la Dependencia de Medicamentos Prescritos dijo que el instituto “no escucha la evidencia de los pacientes”.
La guía final, publicada el 20 de abril de 2022, es la primera de NICE que cubre específicamente los medicamentos que pueden causar dependencia o síntomas de abstinencia.
Las guías se emiten después de que Public Health England publicara la revisión de la evidencia de 2019, ‘Dependencia y abstinencia asociada con algunos medicamentos prescritos (Dependence and withdrawal associated with some prescribed medicines), que reveló que más de una cuarta parte de la población adulta que reside en Inglaterra (26,3%) había recibido durante el año previo una receta de un medicamento que genera dependencia.
Aunque el APPG, formado por diputados y colegas, acogió con satisfacción varios aspectos de la guía -como la necesidad de que los médicos ofrezcan [tratamientos] alternativos y la exigencia de un plan de gestión por escrito al inicio de la prescripción-, afirmó que la guía “no proporcionan instrucciones sencillas para la reducción lenta de las dosis, que es la intervención más importante para una retirada segura”.
El APPG añadió que la reducción lenta durante varios meses o más está “basada en la experiencia de miles de pacientes” y “sin embargo, la nueva guía no proporciona información sobre la lentitud de la reducción, la frecuencia de la misma y su cuantía”.
“Sin estos detalles, es poco probable que los médicos cambien su práctica actual”, afirma.
Danny Kruger, presidente del APPG para la drogodependencia prescrita, dijo: “Instaremos al NICE a reconsiderar tanto esta evidencia como su proceso para generarla con el objetivo de garantizar que, en el futuro, la experiencia de los pacientes esté debidamente representada”.
Sin embargo, en una declaración a The Pharmaceutical Journal, el NICE dijo que la afirmación de que no había escuchado la evidencia de los pacientes “simplemente no era correcta” y que el comité de la guía había considerado la “evidencia más relevante, fiable y sólida que estaba disponible”, incluyendo datos cualitativos y cuantitativos.
Paul Chrisp, director del centro de guías de NICE, dijo: “No hay una estrategia única para la retirada segura de los medicamentos asociados a la dependencia, con “instrucciones sencillas” que se puedan aplicar a todo el mundo independientemente de sus circunstancias individuales. Por eso promovemos un enfoque más centrado en la persona”.
Y añadió: “La guía deja claro que esta reducción puede tener que ser lenta para muchas personas. También estamos trabajando estrechamente con NHS England e Improvement, Health Education England y otros para ayudar a implementar la guía y beneficiar a los pacientes.”
La Real Sociedad Farmacéutica (Royal Pharmaceutical Society o RPS) también ha expresado su preocupación por las recomendaciones de reducción de la dosis en la versión preliminar de la guía del NICE. En respuesta a una consulta sobre el borrador de la guía, la RPS dijo que la recomendación sobre la reducción lenta está “abierta a demasiada interpretación y podría ser perjudicial”.
En respuesta a la publicación de la guía final del NICE, Laura Wilson, responsable de política y práctica del RPS en Escocia, dijo: “Acogemos con satisfacción la publicación de la guía y el reconocimiento de que la tasa de retirada segura varía entre las personas, además de señalar que incluso para la misma persona esa tasa puede variar con el tiempo. Esto fomentará un enfoque real centrado en la persona para ir reduciendo la dosis al dejar de tomar estos medicamentos”.
“La guía menciona el uso de programas de retirada que se han publicado y creemos que habría sido útil incluir información práctica, basada en la evidencia, sobre las tasas de reducción, el intervalo entre las reducciones de dosis, cómo reducir las dosis y la duración total de la reducción, como sugerimos en nuestra respuesta a la consulta.
“Esto habría dado a los prescriptores confianza en sus recomendaciones y un punto de partida para la discusión con su paciente, permitiéndoles formular un plan juntos que ofreciera a los pacientes la mejor oportunidad de una retirada exitosa”.
Recuadro: ¿Qué dice la guía final? Al acordar un programa de reducción de dosis con la persona:
Si la persona está dejando de tomar un opioide, una benzodiacepina, un fármaco Z o un antidepresivo, sugiera un ritmo de reducción lento y escalonado, proporcional a la dosis que está tomando, de modo que las disminuciones sean menores a medida que se reduce la dosis, a menos que el riesgo clínico sea tal que se necesite una retirada rápida. Si la persona está dejando de tomar un gabapentinoide, reduzca la dosis en una cantidad fija en cada disminución, a menos que el riesgo clínico sea tal que se necesite una retirada rápida. Fuente: NICE guideline: Medicines associated with dependence or withdrawal symptoms: safe prescribing and withdrawal management for adults |