Preocupado por la falta de suministros y la sustancial alza de su costo en los últimos años, el gobernador de California, Gavin Newsom, anunció que el estado producirá su propia insulina para intentar reducir el precio de una medicina indispensable para un creciente número de enfermos en EE UU.
La buena noticia para los diabéticos fue dada a conocer el 7 de julio, a través de la cuenta de Twitter del político de Newsom y se suma a otras propuestas en la país ante el alarmante aumento del costo de la insulina, que en algunos casos casi se ha triplicado en la última década.
“California producirá su propia insulina. Nada, nada representa más las fallas en el mercado que el costo de insulina”, dijo el gobernador en un video en las redes.
El político explicó que gran parte de la población gasta entre US$300 y US$500 por mes en el vital medicamento, por lo que el estado se encargará de disminuir ese gasto para millones de californianos.
Reveló que el proyecto será posible gracias a su aprobación de un presupuesto de US$100 millones para manufacturar la medicina bajo costo y que esté disponible para todos los que la necesitan.
La mitad de ese presupuesto irá a la producción de productos de insulina y los otros US$50 millones se invertirán en una fábrica con base en California y una cadena de suministro más eficiente, explicó el gobernador.
“La gente no debería endeudarse para obtener un medicamento [que le] salva la vida”, dijo.
Según un artículo de la Clínica Mayo del año pasado, un vial de la marca Humalog (insulin lispro) que solía costar $21 en 1999, costaba $332 en 2019, un aumento del 1,000% que, señalaba el texto, no se ha visto en ningún otro país desarrollado.
Más de 34 millones de personas en EE UU –entre ellos 6.4 millones de latinos– padecen de diabetes, el equivalente a un poco más del 10% de la población total del país. Esta enfermedad causada por un alto nivel de azúcar en la sangre afecta particularmente a los hispanos, que corren un mayor riesgo que el resto de la población de contraer esta enfermedad, según los CDC.
Ante esta situación, la Cámara de Representantes aprobó recientemente un proyecto de ley que limita a $35 mensuales el gasto en insulina por paciente. La medida ahora debe ser ratificada por el Senado, pero para eso se necesitaría el apoyo de al menos 10 senadores republicanos, según The New York Times.
Los oponentes de la medida aseguran por un lado que su aprobación causará un aumento de las primas de los seguros médicos, mientras que por otro consideran que no incluye medidas para obligar a las farmacéuticas a reducir el precio de un medicamento que lleva décadas en producción.