El Reino Unido cuenta con un sistema de salud universal, un Sistema Nacional de Salud (NHS) en cada una de sus cuatro naciones, y los servicios de salud son gratuitos en el punto de entrega. Aproximadamente el 10,5% de la población británica tiene un seguro médico privado complementario voluntario. Los medicamentos para los pacientes internados son gratuitos, pero algunas de las naciones imponen tarifas de dispensación (copago) para los que se suministran en el ámbito ambulatorio, como por ejemplo Inglaterra.
El proceso para autorizar la comercialización en el Reino Unido se denomina licencia de producto y está supervisado por la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA). Hay diferentes vías de autorización en función del mercado en el que se vaya a comercializar. La MHRA también ofrece planes y vías de acceso temprano a los productos destinados a necesidades médicas insatisfechas y tecnologías prometedoras, cuyo objetivo es acelerar la comercialización y el acceso de los pacientes a estos productos en el Reino Unido. Estos planes incluyen la opción de que las empresas se pongan en contacto con los reguladores y otros socios del sistema, como las agencias de evaluación de tecnologías sanitarias (HTA).
En cuanto se autoriza la tecnología, está disponible a un precio de lista. Los precios de los medicamentos están regulados en la legislación y en esquemas acordados entre la asociación de la industria y el Departamento de Salud y Asistencia Social (DHSC). Los precios para el NHS se negocian entre el gobierno y las empresas. Las decisiones de financiación habituales en el NHS se guían por las evaluaciones de HTA informadas por organismos como el National Institute for Health and Care Excellence (NICE) en Inglaterra, el Scottish Medicines Consortium (SMC) en Escocia y el All Wales Medicines Strategy Group (AWMSG) en Gales. Muchos medicamentos y otras tecnologías están sujetos a negociaciones de precios en el NHS, a veces con acuerdos de precios confidenciales.
El NHS de Inglaterra tiene el mandato legal de financiar de forma rutinaria las tecnologías recomendadas por el NICE que han sido evaluadas por algunos de sus programas. Los demás países del Reino Unido tienen acuerdos similares o reconocen las decisiones tomadas en Inglaterra. El papel y la contribución del NICE y otras agencias de HTA para garantizar la rentabilidad y la toma de decisiones basadas en la evidencia están bien reconocidas en todo el mundo.
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