A finales de los años 50 y principios de los 60 se empezaron a publicar boletines independientes de medicamentos. En aquella época, no había leyes para otorgar permisos de comercialización a los medicamentos, las actividades de publicidad y promoción de fármacos estaban poco controladas, y no había resúmenes de las características del producto para los prescriptores, ni folletos informativos sobre los medicamentos para los pacientes [1, 2]. Lo más importante es que no se daba mucha importancia al uso de la evidencia científica en la práctica clínica, y había pocas publicaciones dirigidas a clínicos que incluyeran evaluaciones independientes sobre el uso de los medicamentos.
Surgen los primeros boletines independientes de medicamentos
El primer boletín independiente sobre medicamentos, The Medical Letter on Drugs and Therapeutics, se introdujo en EE UU en 1959 [2]. En 1962, se lanzó el Drug and Therapeutics Bulletin del Reino Unido “para distribuir información clara, fiable, utilizable, imparcial e independiente a los clínicos y así ayudar a garantizar que los pacientes [obtuvieran] los mejores servicios” [1]. Ambas publicaciones destacaban la importancia de mejorar la salud de los pacientes y pertenecían a organizaciones que se habían establecido para defender a los consumidores (la Unión de Consumidores en EE UU y la Asociación de Consumidores en el Reino Unido). A lo largo de los años han ido apareciendo muchos más boletines independientes sobre medicamentos en todo el mundo [3].
Colaboración internacional
Se ha observado que “el acceso a información imparcial (o la falta de acceso) puede marcar la diferencia entre una buena política nacional de medicamentos o una miope” [3]. En los años 80, la Oficina Regional de la OMS para Europa, junto con varios boletines de medicamentos, ayudó a lanzar la Sociedad Internacional de Boletines de Medicamentos (International Society of Drug Bulletins o ISDB). Una red mundial de boletines independientes que promovían la prescripción racional [4, 5]. Los objetivos de la ISDB incluyen ayudar al desarrollo, apoyar y promover los boletines independientes de medicamentos, así como ayudar a que alcancen los más altos estándares de profesionalidad [3]. Con este fin, la OMS y la ISDB publicaron un manual práctico para ayudar a los boletines de medicamentos a producir información de calidad de forma imparcial, objetiva y accesible [5].
Sin conflictos de interés
Como editores de boletines de medicamentos, reconocemos que la independencia es un criterio fundamental para proporcionar información práctica y basada en la evidencia que ayude a los profesionales a tomar decisiones bien razonadas sobre los medicamentos [5]. Los principales requisitos para ser miembro de la ISDB son la independencia editorial y financiera. Además, los boletines no deben llevar ningún tipo de publicidad relacionada con actividades terapéuticas o de diagnóstico. En 2016, la ISDB introdujo un requisito adicional según el cual los miembros del equipo editorial de un boletín miembro de la ISDB y los autores de artículos que puedan influir en las decisiones terapéuticas deben estar libres de cualquier conflicto de interés con la industria farmacéutica o las industrias de productos para la salud [4]. No todas las revistas médicas publican habitualmente las declaraciones de los conflictos de interés que podrían afectar a sus artículos, y no todas las revistas médicas tienen políticas de divulgación de conflictos de interés por parte de su personal y sus consejos editoriales [6]. Nosotros y nuestros colegas de la ISDB, creemos que es importante que los lectores sepan que nuestro contenido no se ve afectado por sesgos comerciales ni de otro tipo.
La necesidad de información independiente
Creemos que es de vital importancia que las personas implicadas en la prescripción de medicamentos nuevos tengan acceso a información independiente y lo más objetiva posible sobre los mismos [7]. Los prescriptores necesitan ayuda para interpretar la evidencia sobre los daños y los beneficios de los nuevos medicamentos, y para ofrecer recomendaciones equilibradas a los pacientes durante el proceso compartido de toma de decisiones. Cuando salieron los primeros boletines farmacéuticos había muy poca información sobre los medicamentos que estuviera basada en la evidencia. Desde entonces, ha habido un aumento abrumador en el volumen de información publicada [8]. Además, las empresas comerciales pueden explotar la literatura científica para influir en los profesionales de la salud [9]; utilizan mensajes clave para promover nuevos medicamentos o productos para la salud en artículos de investigación, artículos de revisión, editoriales y comentarios. Se ha demostrado que el patrocinio de los estudios sobre medicamentos y productos para la salud por parte de las empresas que los fabrican arroja resultados y conclusiones de eficacia más favorables que los patrocinados por otras fuentes [10]. Además, muchos autores que participan en la elaboración de las guías clínicas tienen conflictos de interés y muchos grupos de apoyo a los pacientes están respaldados o patrocinados por empresas farmacéuticas [11-13].
Nuestros boletines sobre medicamentos publican evaluaciones independientes de medicamentos y otras intervenciones terapéuticas, destacan los problemas de seguridad asociados al uso de los medicamentos y debaten temas controvertidos relacionados con la industria farmacéutica, los reguladores de los medicamentos y las políticas nacionales de salud. Aunque en un principio nos centramos en producir información para los profesionales de la salud, al igual que muchos otros boletines, hemos ampliado nuestra estrategia para incluir resúmenes y otros materiales para los pacientes y los consumidores.
El futuro de los boletines independientes de medicamentos
Con la comercialización de productos farmacéuticos cada vez más complejos y el aumento en el número de medicamentos que consumen las personas mayores, la necesidad de acceder a información de gran calidad sobre el uso seguro y eficaz de los medicamentos, elaborada por grupos que son independientes de la industria farmacéutica, el gobierno y los organismos reguladores, nunca ha sido mayor. El papel de los boletines de medicamentos en la provisión de consejos prácticos específicos, y evaluaciones independientes rigurosas de los medicamentos y otras intervenciones terapéuticas sigue siendo tan importante como siempre. No obstante, el reto al que nos enfrentamos como editores de boletines sobre medicamentos es el de utilizar diferentes canales de comunicación (por ejemplo, redes sociales, podcasts y mensajes de vídeo) para garantizar que nuestras evaluaciones independientes de medicamentos e intervenciones terapéuticas sigan siendo vistas y escuchadas.
Nota de Salud y Fármacos: Salud y Fármacos es miembro de ISDB desde mediados de la década del 2000, y en diversas ocasiones ha sido miembro de su Comité Ejecutivo.
Referencias