¿Qué hay de nuevo? Resultados clave
¿Qué añade esto a lo que se sabía?
¿Qué implicaciones tiene y qué cambios habría que hacer?
Resumen
Antecedentes y objetivos: Investigar si se corrigen las Revisiones Sistemáticas (RS) y las Guías de Práctica Clínica (GPC) cuando se retractan los ECAs que se utilizaron para producir esos documentos.
Métodos: En este estudio meta-epidemiológico, se incluyeron las revisiones sistemáticas y las guías de práctica clínica que citaban ECAs retractados incluidos en la base de datos Retraction Watch. Se investigó la frecuencia con la que los ECA retractados se citaron en las revisiones sistemáticas y en las guías. También se investigó si dichos documentos se corrigieron y cuándo lo hicieron.
Resultados: Se identificaron 587 items (525 revisiones sistemáticas y 62 guías de práctica clínica) que citaban ECA retractados. Entre los 587 items, 252 (43%) se publicaron después de la retracción, y 335 (57%) se publicaron antes de la retracción. Entre los 127 que cuando se publicaron citaban ECA que ya habían sido retractados en su síntesis de evidencia, ninguno se corrigió después de la publicación. De los 335 artículos publicados antes de la retracción, 239 incluyeron en su síntesis de evidencia a ECAs que fueron posteriormente retractados. Entre ellos, sólo el 5% de las revisiones sistemáticas (9/196) y el 5% de las guías de buenas prácticas clínicas (2/43) corrigieron o se retractaron de sus resultados.
Conclusión: Muchas revisiones sistemáticas y guías de práctica clínica incluyeron ECAs ya retractados o posteriormente retractados sin tomar las debidas precauciones. La mayoría de ellos nunca fueron corregidos. La comunidad científica, incluyendo los editores y los investigadores, deberían adoptar estrategias sistemáticas y concertadas para eliminar el impacto de los ECAs retractados.