Resumimos una nota publicada en Endpoints [1] que informa sobre la multa de US$84 millones que el organismo de control antimonopolio del gobierno británico ha impuesto a Pfizer y la biotecnológica británica Flynn Pharma (un fabricante de genéricos) por cobros excesivos por el antiepiléptico Epanutin al Servicio Nacional de Salud (NHS).

Todo empezó en 2012, cuando Pfizer y Flynn Pharma eliminaron la marca y empezaran a fijar el precio del medicamento. Durante los cuatro años siguientes, Pfizer subió los precios entre un 780% y un 1.600%, y después de suministrar el medicamento a Flynn, vendió las cápsulas a mayoristas y farmacias a un precio aún más alto. El gobierno del Reino Unido dijo que los aumentos de precios incrementaron el gasto anual del NHS en el medicamento, que en un año pasó de dos millones a 50 millones de libras.

En 2016, la Autoridad de Competencia y Mercados (CMA) determinó que las empresas violaron la ley de competencia y les impuso una multa de £90 millones. Las empresas apelaron inmediatamente la decisión ante el Tribunal de Apelación de la Competencia. Ese tribunal, anuló su conclusión de que los aumentos de precios eran un “abuso ilegal de posición dominante” y devolvió el asunto al organismo de control. Tanto la CMA como Flynn presentaron un recurso ante el Tribunal de Apelación, y en marzo de 2020 este Tribunal desestimó el recurso de Flynn y confirmó algunos aspectos del recurso de la CMA.

La CMA abrió otra investigación en junio de 2020, determinando finalmente que “el comportamiento de las empresas fue un abuso de sus posiciones dominantes en sus respectivos mercados y que tanto Pfizer como Flynn cobraron precios injustos por las cápsulas de fenitoína.”

Pfizer no está de acuerdo con el fallo y afirma que apelará la decisión.