Eficaz durante al menos tres meses, pero no se probó su eficacia contra la variante ómicron
Puede ser de ayuda
Según los ensayos clínicos disponibles a finales de febrero de 2022, la vacuna NVX-CoV2373 reduce el riesgo de padecer la covid-19 sintomática en aproximadamente un 90% durante los meses posteriores a la vacunación. Los resultados de estos ensayos clínicos también parecen indicar un menor riesgo de padecer la enfermedad grave. La evaluación clínica de esta vacuna se realizó después de que se diseminara la variante ómicron, que se convirtió en la variante dominante en Europa a comienzos de 2022. Los datos preclínicos disponibles demuestran que, a comienzos de 2022, después de administrar la vacuna NVX-CoV2373, el suero tiene una actividad neutralizante similar contra las principales variantes conocidas del SARS-CoV-2, incluyendo la variante ómicron. Los efectos adversos observados en estos estudios fueron las reacciones locales y sistémicas. Persisten muchas incógnitas, en especial la duración de la protección que ofrece, su eficacia clínica contra la variante ómicron y cualquier efecto adverso grave a largo plazo que sea poco frecuente pero probable. En resumen, a finales de febrero de 2022 hay menos datos disponibles sobre esta vacuna y son de más corto plazo que los de las vacunas de ARN mensajero tozinamerán y elasomerán. Cuando no se pueden administrar las vacunas de ARN mensajero, la vacuna NVX-CoV2373 parece ser una alternativa razonable.
NUVAXOVID – NVX-CoV2373 dispersión para inyección intramuscular
Novavax
¿Qué hay de nuevo?
Proteína de punta recombinante con un adyuvante
La vacuna NVX-CoV2373 fue autorizada en la UE a finales de diciembre de 2021 para el uso en la prevención de la covid-19. Esta vacuna fue diseñada para activar una respuesta inmune contra la proteína de punta del SARS-CoV-2, como ocurre con las vacunas tozinamerán y elasomerán [1]. La vacuna NVX-CoV2373 es la primera con un adyuvante Matrix-M en ser autorizada en la UE [2].
Se han utilizado proteínas recombinantes adyuvantes en vacunas desde la década de 1980, por ejemplo en ciertas vacunas contra el virus de la hepatitis B y contra el papilomavirus humano [3,4].
La vacuna NVX-CoV2373 contra la covid-19 se fabrica con células cultivadas de insectos infectados con un virus genéticamente modificado al que se ha insertado en su genoma el gen que codifica el SARS-CoV-2 [2,5]. La estructura de esta proteína de punta es muy similar a la proteína de la primera cepa del virus, que se aisló a finales de 2019. La proteína de punta recombinante producida por las células modificadas se extrae y se combina con el adyuvante Matrix-M a base de saponina (las saponinas son glucósidos que se extraen de algunas plantas). El papel del adyuvante es hacer que la vacuna sea más inmunogénica [2,5].
Referencias