Sumario
2.1 ¿Era necesario y sigue siéndolo tanto en prevención primaria como secundaria?
2.2 ¿Es adecuada una dosis intensiva?: No siempre.
2.3 Revisando la seguridad: edad, dosis, interacciones.
La dislipemia, junto al tabaquismo, obesidad e hipertensión, son los principales factores de riesgo CV, pero hay que recordar que el riesgo de eventos coronarios a nivel poblacional atribuible al colesterol es menor que el de otros factores de riesgo como el sobrepeso y el tabaquismo [1] .
El elevado volumen de prescripción de estatinas radica en que son los hipolipemiantes de elección en prevención CV por haber demostrado reducir la morbimortalidad CV, la necesidad de intervenciones coronarias e, incluso, contribuir a la regresión de la ateroesclerosis [1,2]. A pesar de este dato, las recomendaciones de uso no son categóricas para toda la población, estableciéndose diferentes recomendaciones para pacientes en prevención primaria o secundaria y para pacientes de mediana o de edad avanzada (>75 años). Así mismo, no son coincidentes las distintas guías de práctica clínica (GPC), a pesar de estar basadas en las mismas fuentes de evidencia, siendo llamativas las diferencias en pacientes ancianos.
El posicionamiento de las estatinas en prevención CV se concluye de ensayos clínicos (EC) realizados en poblaciones de estudio donde los mayores de 75 años están infrarrepresentados y en la mayor parte de ellos han sido excluidos.
La eficacia y seguridad en pacientes menores de 75 años no debería extrapolarse a los mayores de 75 años, ya que en el balance beneficio/riesgo también hay que considerar los cambios farmacocinéticos y farmacodinámicos asociados a la edad, las comorbilidades, la pluripatología y polifarmacia. Así mismo, no olvidar, que la práctica totalidad de EC se ha efectuado con grupos de personas con riesgo CV mayor al de España. En consecuencia, hay que plantearse que los beneficios esperables de una intervención deberían ser menores que los observados por los estudios de referencia1 .
Las estatinas son uno de los fármacos más prescritos en mayores de 75 años y su consumo sigue incrementándose. El objetivo del boletín es optimizar los tratamientos y promover su revisión en pacientes ancianos. Para ello, es necesario abordar qué conocemos del beneficio de las estatinas en prevención primaria y secundaria en mayores de 75 años, cuáles son los aspectos de seguridad relevantes, cuál es el posicionamiento de las diferentes GPC y, por último, en qué pacientes se podría plantear una deprescripción o una reducción de dosis.
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