La amoxicilina (AMX) y las cefalosporinas de tercera generación (CTG) tienen actividad bactericida de amplio espectro, por lo que se usan con frecuencia en la profilaxis y el tratamiento de las infecciones. Se consideran relativamente seguras, pero recientemente han surgido varios informes sugestivos de que pueden ser bastante nefrotóxicas, especialmente la AMX.
Dada la importancia de la AMX y las CTG para la práctica clínica, utilizando la base de datos PubMed, hicimos una revisión de la literatura centrándonos específicamente en la nefrotoxicidad de estas moléculas. También revisamos brevemente la farmacología de AMX y CTG.
La nefrotoxicidad de AMX se puede deber a varios mecanismos fisiopatológicos, como una reacción de hipersensibilidad tipo IV, anafilaxia o precipitación intratubular del fármaco y/o en el tracto urinario. En esta revisión, nos centramos en los dos efectos adversos renales más importantes de la AMX, a saber, la nefritis intersticial aguda y la nefropatía por cristales.
Resumimos el conocimiento disponible en términos de incidencia, patogenia, factores, características clínicas y diagnóstico. El objetivo de esta revisión también es subrayar la probable subestimación de la nefrotoxicidad por AMX y educar a los médicos sobre el aumento reciente de la incidencia y el pronóstico renal grave de la nefropatía por cristales. También sugerimos algunos elementos clave para la gestión de estas complicaciones, para evitar su uso inadecuado y limitar el riesgo de nefrotoxicidad. Si bien la lesión renal parece ser más rara con las CTG, se han informado varios patrones de nefrotoxicidad, como nefrolitiasis, anemia hemolítica inmunomediada o nefropatía intersticial aguda, que describimos en la segunda parte de esta revisión.