A finales de 2022, un centro regional de farmacovigilancia francés informó que una enfermera se sorprendió al descubrir que una pomada nasal que usaba para un paciente que recibía oxígeno contenía parafina blanda [1].
Los resúmenes de las características del producto franceses (RCP) del oxígeno de uso médico indican que “el oxígeno es un oxidante: permite y acelera la combustión. El grado de incompatibilidad entre un material y el oxígeno depende de la presión con la que se use el gas”. Estos RCP señalan que los materiales que presentan un mayor riesgo de ignición en presencia del oxígeno son los materiales combustibles como las pomadas y los lubricantes, y los materiales orgánicos como los textiles, la madera, el papel o el plástico. Estos materiales se pueden encender espontáneamente o al estar cerca de una llama, una chispa o un cigarrillo encendido, o si la presurización rápida causa un aumento súbito de la temperatura del gas (compresión “adiabática”). Lo mismo aplica a la mezcla equimolar de óxido nitroso + oxídeno (Kalinox, Entonox u otras marcas) [2].
La pomada nasal del informe mencionado arriba (Bactroban), que se usa para eliminar al Staphylococcus aureus, contiene parafina blanda como excipiente. Sin embargo, el RCP francés no advierte a los usuarios sobre el riesgo de quemaduras en los pacientes que reciben oxígeno [2].
En la práctica, antes de prescribir, dispensar o administrar un producto de uso tópico a un paciente que recibe oxígeno, es prudente analizar su composición y asegurarse de que no contenga parafina u otra sustancia que contenga grasas o aceites. Si ese es el caso, de ser posible, es mejor elegir un producto alternativo que no contenga estos ingredientes [3].
Referencias