Según Statnews [1], en 2022, Novo Nordisk gastó US$11 millones en comidas y viajes para miles de médicos, con el objetivo de promover Ozempic y otros medicamentos para la diabetes que inducen la pérdida de peso. Más detalles a continuación.
La compañía farmacéutica pagó más de 457.000 comidas para educar a los médicos y a otros prescriptores sobre su cartera de agonistas de GLP-1 (Victoza, Saxenda, Ozempic, Rybelsus y Wegovy). La mayor parte del gasto (85%) fue para promocionar Ozempic y Rybelsus. La FDA solo ha aprobado a Wegovy y Saxenda para bajar de peso (Nota de SyF, en noviembre 2023 la FDA aprobó Ozempic para esa indicación). Los demás están aprobados para tratar la diabetes, pero a menudo se recetan, fuera de indicación, para perder peso.
El año pasado, la empresa invito a comidas a casi 12.000 prescriptores más de una docena de veces. Más de doscientos registraron más de 50 comidas pagadas por la empresa, y a un médico le llegaron a pagar 193 comidas o refrigerios. Muchas de las comidas eran relativamente baratas. El costo promedio fue de poco menos de US$20, aunque algunas costaron varios cientos de dólares; la más cara fue de US$639.
En total, las comidas le costaron alrededor de US$9 millones. Novo Nordisk dijo que “ofrecer comidas modestas a los profesionales de la salud… y al personal de las clínicas como parte de una presentación o discusión informativa, generalmente durante la jornada laboral en el consultorio del profesional de la salud, es una práctica estándar de la industria farmacéutica” y que la compañía sigue las pautas voluntarias que rigen las interacciones entra las compañías farmacéuticas y los médicos, así como su propio código de conducta, que cumple con todas las leyes y regulaciones relevantes.
La compañía también enfatizó que dos alimentos comprados para la misma interacción (como un café y un refrigerio) a menudo se facturan como dos comidas separadas.
Novo Nordisk no ha hecho nada ilegal, pero muchos están preocupados por los conflictos de interés que esas interacciones tan frecuentes acarrean, y el impacto que puedan tener en la prescripción adecuada de los medicamentos.
“[El Departamento de Justicia] ha estado preocupado durante mucho tiempo por la entrega de comidas de la industria a los proveedores de atención médica”, dijo Jacob Elberg, ex fiscal federal adjunto que ha litigado este tipo de casos. “Muchos litigios se han centrado en comidas costosas, de lujo, pero no todos. El Departamento de Justicia también ha presentado casos y ha expresado su preocupación por las comidas de menor valor, particularmente cuando las comidas se ofrecen repetidamente a los mismos proveedores”.
Elberg, que dirige la facultad del Centro de Derecho Farmacéutico y Salud de la Facultad de Derecho de Seton Hall, se negó a comentar específicamente sobre las acciones de Novo, pero dijo que la línea entre lo legal y lo ilegal depende del propósito de las comidas. “Puede haber otras razones para ofrecer una comida… pero si la intención es inducir a prescribir, eso es un delito”, añadió.
Los gastos de Novo Nordisk en este rubro son mayores que los de otras empresas farmacéuticas mucho más grandes, como Eli Lilly y Johnson & Johnson.
Eli Lilly, es el competidor más fuerte de Novo en el mercado de GLP-1, y en 2021 gastó mucho menos en comidas médicas para discutir sus medicamentos Mounjaro y Trulicity que su competidor. Eli Lilly compró a los médicos 184.000 comidas para discutir esos medicamentos, que en total le costaron aproximadamente US$3,5 millones.
Novo Nordisk también gasto US$2 millones en viajes de médicos a conferencias relacionados con sus GLP-1 que tuvieron lugar en Londres, París, Orlando y Honolulu (Hawaii).
Se estima que el mercado de productos para la pérdida de peso es de US$30.000 millones.
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