Gielad llega a un acuerdo por conducta anticompetitiva [1]. El litigio extenso y de larga duración se centra en un supuesto acuerdo anticompetitivo entre Gilead y Teva. En 2019, varios demandantes comenzaron a reclamar que los acuerdos de patentes de las empresas sobre Viread, Truvada y Atripla retrasaron los genéricos durante años y les costaron miles de millones de dólares.
Un juez federal de California aprobó una propuesta preliminar de acuerdo entre Gilead y los compradores directos de sus medicamentos contra el VIH Truvada y Atripla. Específicamente, la compañía acordó financiar un acuerdo de US$246,75 millones para las empresas que compraron esos medicamentos entre febrero de 2018 y noviembre de 2022.
Esto se produce después de que Gilead y Teva eludieran una posible penalización mucho mayor. A finales de junio, un jurado se puso del lado de las compañías farmacéuticas y falló en contra de los demandantes, quienes dijeron que se les debían US$3.600 millones.
Después del resultado del juicio, KPH Health Services buscó un acuerdo de demanda colectiva con Gilead en nombre de los compradores de medicamentos. Ese acuerdo está avanzando.
Según el análisis de un experto legal, los daños a los compradores directos derivados del supuesto plan ascendieron a más de US$2.000 millones.
Johnson & Johnson denunciado por frenar la competencia para Stelara [2]. Un grupo de demandantes acusó a Johnson & Johnson de defraudar a la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos en un plan para frenar la competencia de Stelara
Los demandantes, subsidiarias del proveedor de seguros médicos CareFirst y titulares de licencias de la Asociación Blue Cross Blue Shield, estiman que pagarán US$1.000 millones más por Stelara (ustekinumab) hasta 2025 debido a la falta de opciones biosimilares.
La demanda afirma que se esperaba que la exclusividad de Stelara terminaría en septiembre de 2023, cuando expiró su patente, sin embargo, J&J ha llegado a acuerdos con competidores que retrasarán los lanzamientos de biosimilares hasta 2025. Eso incluye Wezlana de Amgen, que obtuvo la aprobación de la FDA en octubre de 2023 pero que no se espera que se lance hasta el 1 de enero de 2025.
Los demandantes acusaron a J&J de extender ilegalmente la protección de su patente, incluso al engañar a la USPTO para que emitiera una patente de método de uso para el tratamiento de la colitis ulcerosa que, según los demandantes, no debería haberse concedido.
Los demandantes también alegan que J&J utilizó su adquisición de Momenta por US$6.500 millones (y sus patentes para la fabricación de biosimilares) para retrasar la competencia.
J&J resolvió recientemente una batalla de patentes con Samsung Bioepis con un acuerdo que permitirá que el biosimilar Stelara SB17 de este último se lance en febrero de 2025 si recibe la aprobación de la FDA. La compañía llegó a un acuerdo similar con Fresenius Kabi y Formycon, permitiendo que su candidato se lanzara antes del 15 de abril de 2025. El biosimilar de Teva y Alvotech fue rechazado por la FDA en agosto debido a “ciertas deficiencias” en un sitio de Reykjavik en Islandia, aunque los socios habían firmado un acuerdo con J&J para lanzarlo el 21 de febrero de 2025.
Stelara generó casi US$6.400 millones de dólares en ventas en EE UU en 2022.
Entre junio de 2022 y mayo de 2023, también le costó a Medicare Parte D US$2.6000 millones, lo que lo colocó en la lista de CMS para la primera ronda de negociaciones de precios de Medicare que entrará en vigencia en 2026. Si bien los medicamentos pueden estar exentos de las negociaciones si están sujetos a “competencia auténtica”, es poco probable que Stelara cumpla con ese requisito antes del 1 de agosto de 2024, cuando finalice el primer período de negociación.
Pfizer pagará US$50 millones en un acuerdo por EpiPen [3]. Pfizer acordó pagar US$50 millones para resolver reclamaciones de mayoristas de medicamentos que dicen haber pagado en exceso por los dispositivos de tratamiento de alergias EpiPen como resultado de tácticas anticompetitivas de Pfizer. Los demandantes afirman que este acuerdo evita el riesgo de que las reclamaciones sean desestimadas en apelación
Pfizer había llegado previamente a un acuerdo con los consumidores por US$345 millones.
El EpiPen es un dispositivo portátil que trata reacciones alérgicas potencialmente mortales mediante la inyección automática de una dosis de epinefrina. Las demandas de los mayoristas, así como de los consumidores, se produjeron cuando en 2026 Mylan, propietaria de los derechos para comercializar y distribuir los dispositivos de Pfizer, aumentara el precio de un par de EpiPens a US$600 dólares, cuando su precio en 2008 era de US$100 dólares.
Los demandantes afirmaron que Pfizer y Mylan pagaron a Teva Pharmaceutical Industries para retrasar el lanzamiento de una versión genérica del dispositivo.
Takeda llega a un acuerdo relacionado con la comercialización de Colcrys [4]. Takeda firmó un acuerdo con mayoristas de medicamentos que acusaron a la compañía de utilizar acuerdos anticompetitivos para retrasar la entrada genérica de su medicamento contra la gota Colcrys.
Takeda alcanzó esos acuerdos en 2015 y 2016. Los mayoristas, entre ellos AmerisourceBergen, presentaron una demanda antimonopolio en agosto de 2021. Otros acusados en la demanda incluyen Par Pharmaceutical de Endo, Amneal y Teva, a través de su adquisición de Watson Laboratories.
En lugar de vender su propio producto, Par acordó fabricar un Colcrys genérico autorizado pagando regalías a Takeda.
Takeda obtuvo la aprobación de la FDA para Colcrys en 2009, para tratar los brotes agudos de gota. Su ingrediente activo, la colchicina, está ampliamente disponible desde hace mucho tiempo. Antes de Colcrys, al menos 21 vendedores comercializaban productos de colchicina “por unos centavos”, dijeron los demandantes. Sin embargo, gracias a sus acuerdos de patentes, Takeda logró dominar el mercado hasta que entró Mylan en 2019, dijeron los mayoristas.
Los demandantes dijeron que pagaron precios un 1.200% más altos de lo que deberían haber sido. Mientras tanto, las ventas anuales de Colcrys aumentaron hasta US$546 millones.
Colcrys es una de al menos tres demandas de pago por demora que Takeda (o Shire, que ahora pertenece a Takeda) han enfrentado en los últimos años. En 2017, una demanda colectiva antimonopolio afirmó que el acuerdo de patentes de Shire con Actavis en torno al medicamento para el TDAH Intuniv era anticompetitivo.
Poco antes de la demanda contra Colcrys en 2021, Takeda y Par fueron afectados por una demanda similar que los acusaba de retrasar la competencia genérica del medicamento para el estreñimiento Amitiza.
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