Johnson & Johnson y los juicios por talco
Según relata Miguel Jiménez, J&J ofrece US$6.475 millones para saldar las demandas por los polvos de talco y el cáncer de ovario en las mujeres que lo utilizaron en EE UU. La compañía ha recibido unas 50.000 demandas alegando que los polvos de talco provocaron en sus usuarias cáncer de ovario, o mesotelioma, un cáncer que afecta a los pulmones y otros órganos y que está vinculado a la exposición al amianto. La propuesta deberá ser aprobada por el 75% de las demandantes (Nota de SyF: parece que a finales de julio lo habían conseguido). La empresa retiró los polvos de talco del mercado, en todo el mundo en 2022 (en 2020 los había retirado del mercado de EE UU y Canadá) [1].
Es el tercer intento de la compañía de resolver las demandas por cáncer de ovario mediante el procedimiento concursal de su filial, LLT Management, que se declaró en bancarrota. Los pagos se harían durante un periodo de 25 años. Johnson & Johnson alega que esta oferta es ventajosa para la mayoría de los demandantes, pues dice que hasta ahora ha ganado el 95% de los casos que han llegado a juicio, además, teniendo en cuenta el ritmo al que se resuelven estos casos, se tardarían décadas en litigar los casos restantes [1].
Sin embargo, la empresa también ha sufrido algunas derrotas significativas. En 2017, un tribunal de Los Ángeles condenó a la farmacéutica a pagar US$417 millones por considerar que era responsable de un cáncer de ovario terminal en una mujer de 63 años [1].
La nueva propuesta elevaría el pago total por todos los casos a unos US$11.000 millones, lo que supone un aumento de unos US$2.700 millones respecto a la oferta previa [1].
Los tribunales rechazaron las dos propuestas previas de Johnson & Johnson porque la empresa había decidido que una filial asumiese toda la responsabilidad y se declarase en bancarrota para evitar que todo el grupo empresarial se viera afectado. Los jueces rechazaron la solicitud porque las filiales no tenían problemas financieros, y lo veían como una maniobra [1].
La diferencia en esta ocasión es que habrá una votación previa por parte de las demandantes. Para salir adelante, se necesita la aprobación del 75% de las demandantes en un plazo de tres meses. Si lo logra, la filial puede presentar ese acuerdo antes para tramitar la bancarrota (Notade SyF: A pesar de conseguir la anuencia de las demandantes, el 26 de julio, la corte de apelaciones desestimó la declaración de bancarrota) [1].
Si hubiera habido acuerdo se hubieran resuelto el 99,75% de las demandas pendientes por polvos de talco contra la compañía y sus filiales en EE UU. Las demandas estatales y las demandas por mesotelioma no formaban parte del plan, se abordarían por separado [1].
Según la empresa, ya ha resuelto el 95% de las demandas por mesotelioma presentadas hasta la fecha. La empresa también ha llegado a un acuerdo preliminar para resolver todas las demandas relacionadas con el talco en los casos de quiebra presentados por sus proveedores de talco (Imerys Talc America, Cyprus Mines Corporation y sus partes vinculadas) [1].
Para seguir los detalles de todos los juicios por talco puede ir a la página: Miller & Zois, LLCLawsuit Information Center. Talc Powder Ovarian Lawsuit https://www.lawsuit-information-center.com/2-billion-verdict-in-missouri-motivates-jj-to-settle-talcum-powder-lawsuits.html. En julio, la OMS, clasificó el talco como sustancia cancerígena. El 10 de junio de 2024, J&J llegó a un acuerdo de US$700 millones con 42 estados y el Distrito de Columbia por la comercialización de su talco en polvo.
El 4 de junio de 2024, un jurado de Oregón decidió que la empresa debía pagar US$260 millones a una mujer que atribuyó su cáncer al uso del talco de la empresa durante toda su vida. El jurado declaró a J&J responsable del mesotelioma de Kyung Lee y le otorgó US$200 millones para compensar daños y US$60 millones en daños punitivos.
El 21 de mayo de 2024: Una investigación publicada en el Journal of Clinical Oncology alegó que el talco para bebés de J&J a base de talco causa cáncer de ovario. El estudio, realizado por investigadores de los Institutos Nacionales de Salud, concluyó que había una asociación significativa entre la aplicación genital de talco y el cáncer de ovario, especialmente tras su uso frecuente o prolongado. Estos descubrimientos son una sentencia de muerte para la defensa de Johnson & Johnson de que sus productos de talco son seguros y no contienen amianto.
Pfizer llega a un acuerdo por los juicios por Zantac
Pfizer ha acordado resolver las 10.000 demandas relacionadas con su tratamiento para la acidez estomacal Zantac (ranitidina), que afirman que el medicamento de venta libre causó cáncer, y pagará hasta US$250 millones [2].
Las pruebas rutinarias de lotes de Zantac que se hicieron en 2019 descubrieron que Zantac tenía N-nitrosodimetilamina (NDMA) cancerígena, por lo que la FDA solicitó la retirada de estos productos del mercado. Pfizer había vendido Zantac entre 1998 y 2006, mucho antes de que la FDA emitiera la alerta, por lo que la empresa se defiende diciendo que sus productos habían sido aprobados por la FDA [2].
Decenas de miles de personas han presentado demandas por lesiones personales contra los fabricantes de ranitidina, la mayoría en el estado de Delaware, pero también hay algunos casos en California, Illinois y Pensilvania.
El anuncio del acuerdo de Pfizer llega poco después de la decisión de Sanofi de resolver alrededor de 4.000 demandas por Zantac. Sanofi no dio a conocer los detalles de su acuerdo, pero los informes de Bloomberg sugieren que pagaría US$100 millones, lo que equivale a aproximadamente US$25.000 para cada demandante. Esta cantidad refleja que Sanofi comercializó Zantac durante muy poco tiempo [2].
Últimamente, un delator presentó una demanda a Valisure quecomplica la defensa de las empresas que comercializaron ranitidina. Valisure, un laboratorio de control de calidad que manifestó inquietudes sobre Zantac en 2019 acusa a GSK de haber encubierto el problema durante décadas. Según la demanda, GSK conocía la posible presencia de NDMA en Zantac, pero lo ocultó para lograr su comercialización en 1983. Valisure afirma que GSK utilizó “datos falsos” y ocultó la conexión con estudios previos [2].
GSK niega la acusación. Un portavoz de GSK dijo que la demanda carecía de fundamento y destacó cómo la FDA y un juez federal habían determinado que los métodos de prueba de Valisure no eran confiables. Destacaron que no existe un consenso científico que vincule a Zantac con un mayor riesgo de cáncer [2].
Referencias