Se ha propuesto un día de la semana del 16 de diciembre para celebrar una sesión especial de la Asamblea Mundial de la Salud (AMS) en la que se analice el acuerdo sobre pandemias, pero por el momento se trata de una fecha tentativa, hasta que haya claridad sobre los avances realizados en las negociaciones.
Tras dos años de conversaciones —que incluyeron semanas de reuniones nocturnas en vísperas de la AMS— los Estados miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) no lograron cumplir la fecha límite de mayo para adoptar el acuerdo sobre pandemias.
Pero seguirán adelante a partir de la semana que viene, cuando el Órgano de Negociación Intergubernamental (INB o Intergovernmental Negotiating Body) se reúna los próximos martes 16 y miércoles 17 de julio, por décima vez.
El orden del día de esta reunión se centra más en el proceso que en el contenido, ya que los Estados miembros contemplan una vía que pueda cerrar un acuerdo.
¿Nuevos copresidentes?
Uno de los puntos principales del orden del día es la propuesta de “rotar” a los miembros de la Mesa del INB y la posible elección de dos nuevos copresidentes [1].
La Mesa que dirige las negociaciones está formada por seis representantes regionales, entre ellos los copresidentes Roland Driece, de los Países Bajos, y Precious Matsoso, de Sudáfrica.
Algunos Estados miembros han culpado a la Mesa por el ritmo lento de las conversaciones, y también ha habido quejas de que algunas iteraciones de los borradores de los acuerdos no consiguieron reflejar las posturas y acuerdos clave.
El Grupo Africano ha indicado que quiere conservar a Matsoso, y el orden del día deja la decisión de la rotación de los otros miembros de la Mesa en manos de las regiones de la OMS.
El segundo punto del orden del día se centra en el plan de trabajo, el calendario de reuniones y las actualizaciones propuestas. Este punto ocupará la mayor parte de los dos días de la reunión, salvo una sección sobre la consideración de otras entidades que se sumen oficialmente como partes interesadas.
El plan de trabajo propone una reunión del 9 al 20 de septiembre [2]. La reunión se centrará en el artículo 12, con debates sobre los artículos 4, 5, 9, 10, 11, 13, 13bis, 14, y las secciones relevantes del artículo 1. En la reunión también se debatirá la relación entre el Acuerdo de la OMS sobre Pandemias y sus instrumentos jurídicos.
Posteriormente se celebrará otra reunión del 4 al 15 de noviembre “centrada en el preámbulo, las secciones relevantes del artículo 1, los artículos 3, 19, 20, 21, 24, 26, 31, 32, 33 y 34”, según se indica en la documentación que se envió esta semana a los agentes no estatales que mantienen relaciones oficiales con la OMS.
Estos artículos cubren, entre otros, los complicados temas del acceso a patógenos y la participación en los beneficios (PABS o pathogen access and benefit sharing), “Una sola salud” y el acceso a productos para la salud durante una pandemia.
La fecha límite para convocar la sesión extraordinaria de la AMS, en la que se discutirá y adoptará el acuerdo sobre pandemias, será el 15 de noviembre.
Según la documentación de la OMS, si para entonces no hay un acuerdo evidente, los Estados miembros tendrán que acordar “un plan de trabajo y un calendario de reuniones actualizados, en función de los avances realizados”.
La 13ª reunión del INB tendrá lugar del 2 al 6 de diciembre y, si todo va bien, se procederá a la sesión especial de la AMS.
Si no hay acuerdo ni sesión especial, se ha programado una 14ª reunión del INB, del 24 al 28 de febrero de 2025.
La AMS dio a los negociadores un máximo de un año —hasta la próxima AMS, en mayo de 2025— para llegar a un acuerdo [3]
La sociedad civil exige un lugar en la Mesa del INB
Los Estados miembros de la OMS también están siendo presionados por la sociedad civil para que abran las negociaciones y, como mínimo, permitan que las organizaciones de la sociedad civil reconocidas como partes interesadas en el proceso de preparación para la pandemia estén presentes durante las negociaciones.
Esta semana, más de 140 organizaciones de la sociedad civil (ONG) y simpatizantes de 40 países hicieron un llamado abierto al INB y a los Estados miembros de la OMS para “exigir la participación oficial de las ONG en todas las negociaciones restantes del proceso del INB para establecer un nuevo acuerdo sobre pandemias” [4].
Las ONG identificadas como partes interesadas relevantes en el proceso del INB —incluyendo grupos de defensa de los pacientes, organizaciones humanitarias y representantes de empresas farmacéuticas— han dependido de interacciones “breves e incompletas” con los negociadores para obtener información.
Según el llamado, “no facilitar” su participación significativa en el proceso de negociación “conlleva el riesgo de que se retroceda en la adopción de las mejores prácticas en las negociaciones globales” [5].
Quieren que los Estados miembros “aprovechen la oportunidad del mandato renovado del INB” para incluir a las ONG, las comunidades y los académicos en todas las reuniones del INB, y que les proporcionen toda la documentación “de manera oportuna”.
Mientras tanto, una carta publicada el miércoles, dirigida al INB por The Elders (Los Mayores), la Junta de Vigilancia Mundial de la Preparación (GPMB o The Global Preparedness Monitoring Board), el Panel Independiente de preparación y respuesta a las pandemias (IPPPR o The Independent Panel for Pandemic Preparedness and Response), la Red de Acción ante Pandemias (Pandemic Action Network), el Panel para una Convención de Salud Pública Global (The Panel for a Global Public Health Convention) y Spark Street Advisors, también pedía que el proceso estuviera abierto [6].
Además de abrir las conversaciones a las organizaciones de la sociedad civil y a expertos independientes, el grupo propone que los copresidentes fomenten la confianza “explicando por qué se propusieron determinados textos”, que garanticen la “plena representación de todos los Estados miembros” en los grupos de trabajo y que faciliten información oportuna sobre las negociaciones.
Estas medidas mejorarán “la eficacia, la transparencia y contrarrestarán la desinformación”, señalan.
Referencias