Lucas Thrun, en ipwatchdog.com, describe la presión que las compañías farmacéuticas han ejercido contra la Ley de Reducción de la Inflación de EE UU [1]. A continuación, presentamos un resumen:
El escrito describe que la organización Patients for Affordable Drugs (P4AD) presentó un escrito amicus ante el tribunal de apelaciones de EE UU, en el caso Bristol Myers Squibb Co. v. Becerra et al. [2], donde Bristol (BMS) presentó una impugnación a la Ley de Reducción de la Inflación (Inflation Reduction Act IRA) por considerar que obliga a las farmacéuticas a ofrecer grandes descuentos a Medicare, algo que BMS califica de expropiación inconstitucional (según la empresa viola la quinta enmienda). Esto surge tras una decisión favorable al gobierno en un tribunal de distrito en abril de 2024 [3].
Además, BMS afirmó que la IRA viola sus derechos de la Primera Enmienda al obligar a los fabricantes de medicamentos a, mediante su programa de negociación de precios, enviar los mensajes políticos del gobierno. Al imponer multas monetarias a las empresas que no cumplen, BMS argumentó que la IRA estaba utilizando tácticas coercitivas al tiempo que ignora los derechos constitucionales de los fabricantes.
El gobierno, por su parte, defiende que la IRA simplemente ajusta los términos de compra de medicamentos sin apropiarse de ellos, y dice que no viola los derechos que la primera enmienda otorga a las empresas porque su participación en el programa Medicare es voluntari.
La organización Patients for Affordable Drugs considera que la IRA representa una reforma significativa para los beneficiarios de Medicare y critica las impugnaciones de la industria farmacéutica como un ataque. Anteriormente, el gobierno no podía negociar precios de medicamentos, por lo que los pacientes tenían que pagar precios altos.
El Amicus también describe el conflicto de interés en la Cámara de Representantes, donde tras la aprobación del proyecto de ley original que incluía la cláusula de “no interferencia”, algunos de sus miembros se fueron a trabajar para la industria farmacéutica. Esta situación generó críticas y suscitó dudas sobre la integridad del proceso legislativo y la influencia de la industria en las decisiones políticas.
Además, la organización Patients for Affordable Drugs indicó que la IRA promueve la innovación, al alentar a las empresas a fabricar nuevos productos en lugar de amarrarse a los antiguos. IRA logra que se reduzca el valor máximo de un medicamento patentado, pues mientras antes las empresas podían ampliar el periodo de exclusividad en el mercado, ahora, los productos pueden ser seleccionados para el Programa de Precios Negociados, por lo que al final del periodo de la patente se reduciría el precio del medicamento.
Según Patients for Affordable Drugs, Medicare llegó a acuerdos para los 10 medicamentos seleccionados, y obtuvieron un descuento en los precios de entre 38 al 79% sobre los precios de lista.
La Casa Blanca ha indicado que los precios de lista de todos los medicamentos, excepto uno, se redujeron al menos en un 50%. Los productos que sufrieron los mayores impactos en los precios fueron los tratamientos para la diabetes: Januvia de Merck sufrió una reducción de precio del 79%, de un precio mensual de US$ 527 a US$113, mientras que Fiasp de Novo Nordisk para la diabetes tipo 1 sufrió una caída de precio del 76%, de US$ 495 al mes a US$ 119. El tratamiento contra el cáncer que menos se redujo de los 10 fue el Imbruvica de Johnson & Johnson, cuyo precio se redujo en un 38%, de US$14.934 por un régimen mensual a US$9.139. [3]
En la tabla se presentan los precios de medicamentos negociados en EE UU.
Thrun narra que la Biotechnology Innovation Organization (BIO) también escribió un amicus [5] expresando su preocupación por el impacto de la ley IRA en la industria farmacéutica y calificando a la IRA como una forma de “coerción” [1]. Argumentando que la supuesta “opción” de los fabricantes de no participar en el Programa Medicare abandonando más de la mitad del mercado, no es una alternativa viable para las empresas biofarmacéuticas. La posición de la BIO resalta la tensión entre las regulaciones de la IRA y la sostenibilidad de la innovación en el sector farmacéutico.
El informe de Patients for Affordable Drugs también subraya el impacto de la IRA en los pacientes, citando un estudio que revela que más del 20% de los beneficiarios de Medicare no pueden seguir sus tratamientos debido a los altos precios [1]. A pesar de las críticas de la industria sobre el programa de negociación, la organización Patients for Affordable Drugs argumenta que los acuerdos alcanzados han resultado en descuentos significativos.
Por el momento, la IRA permanece en vigor.
Fuente original
Referencias