Las grandes farmacéuticas como J&J, Merck, AbbVie, AstraZeneca, entre otras, están fijándose en empresas valoradas en aproximadamente US$5.000 millones. Han dejado de hacer adquisiciones más costosas para que sea más fácil obtener la aprobación de los reguladores antimonopolio. Según expertos, las operaciones más pequeñas son más fáciles de realizar en el actual entorno normativo.
Durante años, las grandes empresas pagaron grandes cantidades, ahora escriben cheques más pequeños. Por grandes farmacéuticas se entienden empresas con un valor de mercado superior a US$50.000 millones.
Durante los seis primeros meses de este año, las grandes farmacéuticas anunciaron 17 adquisiciones valoradas en US$5.000 millones o menos, y la gran mayoría (n=9) eran compras de empresas privadas (que no cotizan en bolsa). El año pasado, durante el mismo periodo, las farmacéuticas cerraron nueve acuerdos, de los cuales dos se fijaron en un valor de US$10.000 millones, y solo una de las adquisiciones fue de una empresa privada.
El año pasado, entre las grandes adquisiciones se registró la compra de la oncológica Seagen por un valor US$43.000 millones por parte de Pfizer. La mayor operación farmacéutica de este año ha sido la compra de Alpine Immune Sciences y su medicamento experimental para el riñón por US$4.900 millones por parte de Vertex Pharmaceuticals. Según el presidente de Vertex: «El tamaño de esta operación era perfecto para Vertex. Fue fácil de afrontar y nos dejó un balance para hacer más operaciones».
Estas compras se han convertido en una alternativa para que las grandes farmacéuticas complementen lo que hacen sus propios laboratorios y completen sus líneas de productos. Por otra parte, tal como dice Andrew Weisenfeld, uno de los directores de MTS Health Partners, no hay muchas oportunidades de hacer grandes compras y obtener productos en fases avanzadas de desarrollo, pues ya han sido adquiridos.
Un factor importante que impulsa esta tendencia es el control que ejerce la Comisión Federal de Comercio (FTC) sobre las fusiones y adquisiciones, pues pone menos obstáculos a las operaciones de menor envergadura. Además, a menudo son más fáciles de negociar e integrar que las empresas grandes.
La compra de productos en primeras fases de desarrollo no es muy atractiva, pues hay poca información disponible sobre su seguridad y su comercialización es muy incierta. Por otra parte, las grandes empresas pueden hacer una buena compra, que les devengara muchos beneficios, y habrán comprado una empresa exitosa antes de que cueste US$10.000 millones.
Las empresas privadas con fármacos en fases tempranas de desarrollo están dispuestas a venderse debido a las dificultades e incertidumbre que supone salir a bolsa, y porque tienen dificultades para acceder a flujo en efectivo para financiar la siguiente fase de desarrollo de sus productos.
Bill Roegge, experto en fusiones y adquisiciones del bufete de abogados Cooley, asesoró a la empresa de enfermedades raras Amolyt Pharma cuando fue adquirida por AstraZeneca por US$1.000 millones, uno de una serie de acuerdos de entre US$1.000 y US$2.500 millones que la farmacéutica británica ha realizado en los últimos meses para reforzar su cartera de productos.
AstraZeneca se sintió atraída por Amolyt porque su principal fármaco se encuentra en la última etapa de ensayos clínicos y podría comercializarse pronto, lo que la ayudaría a alcanzar su objetivo de US$80.000 millones en ingresos para 2030, dijo Marc Dunoyer, director de estrategia de AstraZeneca. Dunoyer también dijo que como Amolyt solo tiene 50 empleados sería fácil de integrar.
Johnson & Johnson compró dos empresas que desarrollan medicamentos para tratar enfermedades inmunitarias, Proteologix y Yellow Jersey, una filial de Numab Therapeutics. El director financiero de J & J, Joseph Wolk comentó: “Si se piensa en grandes adquisiciones, hay que tener en cuenta que es muy difícil que funcionen”.
Merck ha realizado cuatro adquisiciones pequeñas en 2024, como la compra de EyeBio, especializada en fármacos oftalmológicos, por US$1.300 millones, y de Harpoon Therapeutics, una farmacéutica dedicada a la oncología, en un acuerdo por US$680 millones. Según Sunil Patel, responsable de desarrollo de negocio de Merck, los fármacos experimentales adquiridos por Merck le otorgan la capacidad de diversificar y profundizar su línea de desarrollo de medicamentos. La patente de Keytruda, un producto de grandes ventas de Merck, perderá la patente en EE UU en 2028.
A su vez, la patente de Humira, el producto más vendido de AbbVie, venció el año pasado por lo que de forma espontánea surgirá la competencia de los biosimilares. En 2023, la farmacéutica gastó más de US$18.000 millones en la adquisición de fármacos aprobados y en fase avanzada. En 2024, en mayo, AbbVie compró la empresa Landos Biopharma, que cotiza en bolsa, por US$137,5 millones, y en junio, adquirió Celsius Therapeutics, por US$250 millones. Según Nicholas Donoghoe, director de estrategia y negocio de AbbVie, si los medicamentos experimentales que están desarrollando estas empresas demuestran que son eficaces contra las enfermedades inmunitarias y obtienen el permiso de comercialización, impulsarían el crecimiento de la empresa.